ACS y OHLA toman posiciones ante el desafío millonario de reformar Nueva York
La Gobernadora impulsa obras por 6.000 millones en la Penn Station, la reforma del corredor Noreste y la ampliación del metro
Ser una constructora y tener presencia en Nueva York cotiza al alza ante las reformas que se avecinan en la ciudad. Y las españolas ACS y OHLA están entre las mejor colocadas. El proyecto con más impulso público en este momento es el de la remodelación de la estación ferroviaria Penn Station, dentro de las actuaciones previstas para mejorar el Corredor Noreste entre Newark, Nueva Jersey y la ciudad de los rascacielos. Este soporta un tráfico de 450 trenes diarios con infraestructuras obsoletas.
Tanto el grupo que preside Florentino Pérez como el que lidera Luis Amodío han acometido allí obras multimillonarias, especialmente en el Metro, contando con experiencia y credenciales.
La Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha actualizado el macroproyecto para la Penn Station, valorado en una horquilla de 6.000 a 7.000 millones de dólares (5.290 a 6.170 millones de euros) y que debería sufragarse en parte con el desarrollo urbanístico de la zona de vías que quede liberada. Esta infraestructura, ubicada junto al Madison Square Garden y muy cerca del Empire State Building, está llamada a convertirse en uno de los intercambiadores más modernos del mundo, al tiempo que se ha rediseñado el plan de rascacielos para oficinas, vivienda social, zonas verdes y refuerzo del transporte público que lleva aparejado.
ACS cuenta con filiales locales como Schiavone, J.P. Picone, Dragados USA, Turner y Flatiron
El aprovechamiento inmobiliario es menor en 130.000 metros cuadrados al del anterior plan, liderado por el Gobernador Andrew Cuomo, y se han sumado 32.000 metros cuadrados de espacios públicos. Además de torres de oficinas, se construirían hasta 1.800 viviendas, un tercio de ellas asequibles. Hochul y su equipo tratan de acelerar con ello esta especie de Operación Chamartín a la neoyorquina, que sería complementada con otras actuaciones colosales, como la remodelación del túnel Hudson o la sustitución del puente Portal North.
Hasta el momento se han mantenido un centenar de reuniones con grupos interesados para trazar las actuaciones. En el caso de la laberíntica y oscura Penn Station, la iniciativa pasa por suprimir buena parte del nivel subterráneo, sacar a la superficie el vestíbulo principal y convertirlo en una suerte de centro comercial de doble altura (pasaría de 11.600 metros cuadrados a más de 23.000). También se ampliarán las zonas de paso de viajeros, los pasillos subterráneos hacia la línea IND de la Sexta Avenida, y se duplicarán las entradas a la estación desde las calles 12 a la 20. Las obras durarían entre cuatro y cinco años.
Líder en tráfico
Penn Station, recién mejorada con el anexo Moynihan Train Hall, es el centro de transportes más concurrido de Norteamérica, con seis líneas de metro, cuatro de ferrocarril y múltiples de autobús. Un 60% de sus 600.000 usuarios diarios son viajeros de metro y de la línea ferroviaria de Long Island (LIRR). Ayudará a la ejecución de los trabajos el traslado de operaciones ferroviarias de Amtrak a Moynihan. Además de la operadora, también impulsan el proyecto la Administración de Transporte Metropolitano (MTA), New Jersey Transit o el Grupo de Trabajo del Comité Asesor de la Comunidad (CACWG).
Desde Amtrak se compara el denominado programa de obras ferroviarias Gateway con el Crossrail de Londres, donde ha habido construcciónc española.
ACS actúa en NuevaYork a través de Schiavone, la especialista en túneles John P. Picone, Dragados USA, Turner y Flatiron, entre otras filiales. Su primera actuación en la ciudad se remonta a 2005 y estuvo relacionada con el metro. Más recientemente ha participado en la prolongación de la línea 7; la construcción de la estación de metro de la calle 72; la conexión de Long Island Rail Road con la estación central de Manhattan, o en la ampliación del centro de convenciones Jacob K. Javits.
OHLA viene de adjudicarse un importante proyecto con su firma Judlau, a la que se suma OHLA Building en nueva York
Y OHLA, que entró en EE UU en 2006, tiene filiales en Nueva York como Judlau y OHLA Building. El grupo que dirige José Antonio Fernández Gallar acaba de adjudicarse por 150 millones de dólares la remodelación del conjunto histórico de la rotonda de la calle West 79; también ha firmado la mejora de la accesibilidad en ocho estaciones de metro; ha ejecutado la estación de Elmont, y participó en la renovación de las estaciones de metro de las calles 63 y 72, como parte de la nueva línea de la Segunda Avenida.
Ambas están muy activas en la ciudad y pujaban juntas por la construcción de la línea ferroviaria de 2.100 millones de dólares LaGuardia AirTrain, diseñada para enlazar el aeropuerto de LaGuardia con Manhattan. El proyecto se encuentra en revisión tras el relevo de Cuomo por Hochul.
La Gobernadora, eso sí, está pidiendo el respaldo del plan Biden de infraestructuras para la mejora de la carretera interestatal 81 en Siracusa (2.000 millones de dólares); la ampliación del metro de la Segunda Avenida, o para la propia reforma de Penn Station. Nueva York está a la expectativa de recibir miles de millones y las constructoras españolas optarán a los mayores contratos.
Una actuación para recuperar el esplendor perdido
Antiguo icono clásico. Penn Station fue abierta en 1910 con diseño de la firma McKim, Mead & White inspirado en la arquitectura Beaux Arts. El edificio fue demolido en 1963 para el uso urbanístico en superficie y en su lugar se construyó una estación subterránea.
Negocio inmobiliario. El plan urbanístico inicial contemplaba la construcción de diez rascacielos, con la promotora Vornado Realty Trust como principal desarrolladora. Ese programa está siendo recortado.