El Gobierno da luz verde a ACS para la venta de sus servicios industriales a Vinci por 5.000 millones
La operación ya contaba con el visto bueno de Bruselas
El traspaso de la división industrial de ACS a la francesa Vinci tiene la bendición del Gobierno español. Fuentes cercanas a la operación aseguran que el asunto ha sido revisado en el Consejo de Ministros, de donde sale la luz verde.
El Ejecutivo tenía la potestad de opinar sobre este multimillonario acuerdo desde su papel de control sobre inversiones extranjeras mientras duren los efectos de la pandemia en la economía. Con este hito suerado es más que probable que la desinversión pueda cerrarse en los próximos días, tal y como habían marcado las partes.
Los dos conglomerados de infraestructuras pactaron el traspaso de ACS Servicios Industriales el pasado 1 de abril, tras negociaciones que fueron adelantadas por Cinco Días el 2 de octubre de 2020. El precio oscila entre 4.930 y 4.980 millones en metálico, a lo que se suma un segundo pago, también en efectivo, de 600 millones condicionado al desarrollo de proyectos de energía verde en los próximos siete años.
La Comisión Europea ya informó el 26 de octubre a favor de la compraventa al concluir que no plantea riesgos para el espacio económico europeo. Desde Bruselas se explicó que existen suficientes competidores en los mercados de los servicios industriales. El expediente llegó a la Dirección General de Competencia el 20 de septiembre y fue examinado mediante el procedimiento simplificado que se utiliza en los casos menos problemáticos.
Además de las actividades de ingeniería y obras, enbacezadas por la filial Cobra, Vinci se queda las participaciones en ocho concesiones en el terreno de la energía así como la plataforma de desarrollo de nuevos proyectos en el campo de las renovables. ACS retendrá en su poder Zero-E y 15 concesiones cuyo proceso de segregación (carve out) se lleva a efecto antes de la ejecución de la compraventa.
Vinci y ACS crearán una empresa conjunta a la se aportarán todos los activos renovables que desarrolle la división, como mínimo, en los ocho años y medio siguientes al cierre del traspaso. El gigante galo tendrá un 51% del capital y ACS se ha reservado el restante 49%.