La expansión mundial de TSMC le hará perder terreno financiero
Le dará una útil cobertura geopolítica, pero reducirás su eficiencia
El mayor fabricante de chips del mundo está ampliando sus horizontes. Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC) ha acordado construir una planta de 7.000 millones de dólares en Japón con Sony, y tiene planes similares para hacer más en otros lugares. La diversificación de la producción proporciona una útil cobertura geopolítica, pero también hace que su ventaja financiera sea más vulnerable.
Los circuitos de esta empresa de 570.000 millones de dólares se encuentran en los iPhone, los Volkswagen y las PlayStation. Sin embargo, a pesar de su alcance geográfico, TSMC es una empresa claramente local: la mayor parte de sus fundiciones y la inmensa mayoría de sus 57.000 empleados se encuentran en Taiwán.
La producción de chips implica más de 1.000 pasos, lo que significa que es mejor mantener todas las piezas móviles cerca. Las fábricas de TSMC, estrechamente controladas, se encuentran entre las más eficientes y rentables del mundo, generando un margen bruto anual de casi el 50% de media en los últimos tres años. Eso le ha permitido adelantarse a sus competidores y dedicar dinero al desarrollo de la próxima gran novedad.
Sin embargo, la escasez de chips en todo el mundo y la presión de los Gobiernos para lograr la autosuficiencia tecnológica amenazan el statu quo. Además de Japón, TSMC está en conversaciones para construir hasta seis fundiciones más en Estados Unidos, y potencialmente algunas en Europa. El generoso apoyo de los contribuyentes ayudará a cubrir los costes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha solicitado 52.000 millones de dólares en subvenciones para el sector. Y TSMC se comprometió a inyectar solo 2.100 millones de dólares en capital para una participación mayoritaria en la empresa conjunta japonesa.
Sin embargo, ya existe cierta resistencia. El fundador de TSMC, Morris Chang, el padrino de la industria de semiconductores isleña que se jubiló en 2018, advirtió de que los esfuerzos de los gobiernos por llevar la fabricación de chips a tierras continentales podrían elevar los costes y frenar los avances tecnológicos.
La dispersión de bases de fabricación múltiples y duplicadas puede ser inevitable en el contexto de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, así como la intensificación de las tensiones entre China y Taiwán. También hay delicadas presiones corporativas. La surcoreana Samsung Electronics acecha la supremacía tecnológica de TSMC.
TSMC insiste en su objetivo de mantener los márgenes brutos a largo plazo por encima del 50%, pero toda esta nueva inversión significará que probablemente algo tendrá que ceder. Sus acciones tienen una prima sobre sus competidores, cotizando a 23 veces los beneficios previstos para el próximo año, según Refinitiv, muy por encima de las 11 veces de Samsung y las 13 veces de Intel. Esa enorme diferencia empezará a reducirse.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías