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La brecha digital de la España vacía rebaja en 10 puntos su consumo online

Dos de cada 10 habitantes del medio rural no tiene acceso a internet, según un informe de Eurona

Denisse López

La brecha digital entre la España rural y la urbana se ha hecho más evidente durante la pandemia. El consumo electrónico en 2020 fue 10 puntos porcentuales menor en el campo que en la ciudad, a pesar de ser un período en el que las restricciones de movilidad obligaron a la población a usar el internet y las plataformas digitales como herramienta para continuar con el trabajo, los negocios y hasta las relaciones sociales. Esta diferencia se extiende a las compras online: un 50,5% de la España vaciada contra un 60,5% de la población total las utilizó durante el momento más cruento de la crisis sanitaria. Así lo ha señalado este miércoles la empresa de telecomunicaciones Eurona, en su informe titulado Cómo la España vaciada llena su tiempo en Internet.

Aunque la población que accedió a internet aumentó un 1,6% en las zonas rurales durante el último año, casi la cuarta parte (21,7%) de sus habitantes no tenía acceso al servicio cuando les sorprendió la pandemia. Es decir, que dos de cada 10 habitantes no contaba con el servicio en 2020; cifra que contrasta con la de la España urbana, donde el 88%, más de 36 millones de personas, sí dispone de una conexión. 

La escasez de infraestructuras de telecomunicaciones ha provocado en estas áreas una brecha visible que lleva a sus habitantes a ir un paso por detrás del resto de los españoles en las principales tendencias de consumo de internet. Como ejemplo está que solo uno de cada dos aseguró haber comprado por esta vía durante el año. A la brecha se suman los hábitos de compra, donde también se encuentran diferencias notorias; mientras un 24,4% de la población total española compró algún viaje por la web, la cifra cae hasta un 14,2% en el caso de los municipios de menos de 5.000 personas.

Hay una diferencia notoria que puede estar asociada a la poca proximidad de la España vaciada con las actividades culturales. Y es que en el caso de la compra de entradas para eventos hay una diferencia de 11 puntos entre la población total y la rural; 20,8% contra 9,8%, según el informe. En cambio, en la adquisición de ropa y calzado apenas hay diferencia, pues en ambos casos ronda el 30%.

Los patrones se repiten en el uso de las redes sociales, donde el 74% de la población en conjunto frente al 67% de los habitantes del medio rural usaron el internet para acceder a las redes sociales en 2020. A esto se suma un gran retraso en las tendencias, pues la población rural accedió un 38% menos a LinkedIn y Badoo que la media española; un 35% menos a Twitch y 25% menos a TikTok, todas redes populares en 2020.

Otro aspecto que se evidencia es la brecha generacional entre jóvenes y mayores de 60 años. Mientras el 91% de los primeros tiene internet y el 97% lo utiliza, solo cuentan con conexión el 59,5% de los ancianos y lo utilizan el 38,6%. Por tanto, se deduce que son las generaciones jóvenes quienes empujan el acceso a la red en los núcleos rurales, según el estudio que parte de una muestra de 10.000 encuestas a personas de más de 14 años de edad y que usa datos de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación.

La tecnología con mayor penetración en el mundo rural en el último año ha sido la fibra óptica, que ha crecido un 39,3% respecto a 2019 ofreciendo conexión a 1,68 millones de personas. Lo hizo en detrimento del ADSL, que perdió un 23% de usuarios. Hubo además un incremento del uso de servicios de conectividad con otros sistemas, como internet por satélite, que alcanzó a 192.000 nuevos clientes en el medio rural. A pesar de las buenas cifras, el estudio advierte de que solamente el 33% de la gente que vive en el campo  tiene acceso a la fibra óptica, frente al doble (62%) del resto del país.

Ante este escenario, el secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya, ha recordado el compromiso del Gobierno de que el 95% de la población española alcance el internet de banda ancha el año que viene. 

Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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