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Adolfo García-Sastre: “No hay evidencia de que la variante delta plus reduzca la eficacia de las vacunas”

El investigador burgalés es partidario de una tercera dosis contra el Covid en toda la población y de que los niños se inmunicen para evitar la enfermedad y disminuir los contagios

Adolfo García-Sastre, virólogo del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Adolfo García-Sastre, virólogo del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
Denisse Cepeda Minaya

El virólogo espa­ñol Adolfo Gar­cía-Sastre (Burgos, 1964), profesor del Departamento de Microbiología y director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, recalará en Madrid los próximos días 19 y 20 para participar en el primer congreso mundial de pandemias, que organizan JM Congress e Ifema.

El científico, que ha centrado sus investigaciones en la biología molecular del virus de la gripe y otros de ARN, hoy una referencia en coronavirus, asegura por teléfono desde Nueva York que la variante delta plus no va a disminuir la eficacia de las vacunas. Pero alerta de una subida de los contagios en Navidad por el aumento de la movilidad y las menores restricciones. Es partidario de la inmunización en niños y de una tercera dosis.

R. Hay una nueva variante del Covid, la delta plus, que ha disparado los contagios en Reino Unido, y ya se contabiliza una treintena de casos en España. ¿Puede generar una sexta ola?
R. No está claro aún qué tan distinta es de la delta, no hay ninguna evidencia de que vaya a disminuir la eficacia de las vacunas. Son buenas noticias. Pero me parece normal que suban los contagios en Navidad porque hay más contactos, más movilidad y menos restricciones, no porque no funcionen las vacunas; hacen su efecto, no del 100%, pero reducen bastante las hospitalizaciones y las muertes. Hay suficiente gente inmunizada para que no exista un colapso sanitario, es cuestión de vigilarlos, sobre todo en conjunción con la gripe.
R. ¿Es partidario de restablecer las restricciones?
R. Es cuestión de tenerlo vigilado y, si da muchos más problemas de lo esperado, poner restricciones de un modo rápido para evitar que los casos sigan subiendo. Con el nivel de vacunación que hay, no existe ahora mismo evidencia lo suficientemente grande para restringir. Y con la aprobación en EE UU de la vacuna en niños de 5 a 12 años, la cobertura vacunal será mayor.
La inmunización ha reducido muertes y  hospitalizaciones
R. ¿Cree conveniente esa inoculación en un grupo que se ha visto poco afectado por el virus?
R. Hay que ver los datos, ahora se presentan, y si justifican ponerla. Si da buen resultado y no tiene efectos adversos, es conveniente no solo para evitar la posible enfermedad –hay casos graves de niños, no muchos, pero hay–, sino también para reducir los posibles contagios.
R. Y en el caso de la tercera dosis, ¿la recomienda?
R. Hasta ahora no se necesita para gente que no esté en grupos de riesgo. Pero, tarde o temprano, sí, y prefiero que sea más bien temprano. Es mucho más importante terminar de vacunar a los que aún no lo están y poner la dosis en niños.
R. ¿Hay temor de que surjan nuevas variantes o de que el virus permanezca durante mucho tiempo?
R. Es más disminuir el número de casos que hay con la vacunación. Si puedes tener 10 pacientes hospitalizados en lugar de 100, simplemente por poner una tercera dosis, son 90 vidas que se salvan.
R. Los negacionistas aducen ahora que la vacuna puede provocar enfermedades autoinmunes.
R. No hay ninguna evidencia. Se puede decir que son vacunas, de ARN mensajero, que no se habían usado nunca, pero no tiene ninguna característica extraña que pueda dar lugar a distintas enfermedades. El antígeno es el mismo que uno ve durante la infección con el virus. Y hemos observado que se ha reducido el número de muertes en los sitios en los que se ha estado vacunando. Son los datos que hay, está claro que disminuye el número de muertes, y no se ha visto ningún efecto general adverso, sí unos pocos, como ocurre siempre con todas las vacunas.
La liberalización de las patentes no soluciona el problema de acceso, es una dificultad que va mucho más allá
R. ¿Qué opina sobre liberar las patentes de las vacunas?
R. No es solo un problema de patentes, sino de acceso. Si no tienes acceso a la tecnología, por mucha patente que tengas, no puedes producir la vacuna. O si necesita una distribución de ultracongelación y no tienes esa capacidad en el país donde quieres vacunar, da igual que tengas la capacidad de producción y la patente, no la puedes distribuir. Es un problema global que existe desde hace mucho tiempo y que va mucho más allá de la liberalización de las patentes. Los países en vías de desarrollo no tienen acceso a las tecnologías y a las posibilidades que existen en los desarrollados, ya sean vacunas, alimentación, acceso a sistemas sanitarios, a una vivienda digna. La malaria o la tuberculosis se podrían controlar si existieran métodos de control del mosquito que se pusieran a punto en esos países.
R. En cuanto a la gripe, ¿cuál es la previsión para este invierno?
R. Al haber menos restricciones, seguramente la temporada sea como todos los años. Pero no sabemos si será más leve, dura o normal. Es muy difícil de predecir. No sabemos si la vacuna va a ser completamente efectiva porque puede que los virus circulantes sean un poco distintos de los vacunales. Eso no quiere decir que no hay que inmunizarse; la vacuna, incluso cuando no es igual que los virus circulantes, da cierto nivel de protección.Lo que sucede es que, si no es igual a los virus circulantes, la protección disminuye y hay más casos.
R. Tras casi dos años de pandemia, ¿qué se ha aprendido, en qué se ha errado y qué se puede mejorar para afrontar otras futuras?
R. El principal error ha sido la falta de preparación. Hay que estar preparados desde el punto de vista logístico. Al principio se necesitan métodos diagnósticos para detectar cuanto antes el virus, saber cuánto circula y poder pararlo antes de que lo haga de un modo más grande. Y para conseguir métodos diagnósticos rápidos, que usan las mismas técnicas pero distintos reactivos, hay que tener una infraestructura que permita adquirirlos y ponerlos en funcionamiento. Luego está el vacío legal en la toma de decisiones. No está claro qué se puede hacer o no, esto ha contribuido a que haya más problemas. Hoy no está claro si es legal exigirle a una persona llevar la mascarilla. Mientras que desde el punto de vista de salud pública sí lo está, pero no existe legislación para ponerlas a punto. Eso hay que resolverlo.
Hay que resolver el vacío legal para la toma de decisiones en pandemia; no está claro aún si se puede exigir el uso de la mascarilla
R. El Covid ha puesto también en evidencia la necesidad de una mayor inversión en sanidad e I+D, y los Presupuestos de 2022 han decepcionado. ¿Qué opina?
R. España, por desgracia, desde hace ya bastantes años, tiene muy poco presupuesto en investigación. Es un problema que se lleva arrastrando desde hace muchos años y es difícil solucionarlo de un día para otro. Pero está claro que es un problema y que se tiene que resolver. No sé cuánto tiempo puede tardar en solucionarse, pero se necesita un plan para poder llevar los presupuestos de investigación al nivel adecuado y tener el núcleo investigador necesario en España para poder desarrollar el tipo de herramientas que se necesitan no solo para afrontar pandemias, sino también otro tipo de problemas de salud.
R. ¿Cuánto cree que tendría que dedicarse respecto al PIB o comparado con el de EE UU?
R. Si se consiguiera invertir lo mismo que se invierte en EE UU [2,89% del PIB], eso sería ya un avance. Pero, incluso en EE UU, no es suficiente lo que hay ahora mismo. El problema es que es un incremento muy dramático: si aumentas de un lado tienes que quitar del otro. No soy político, ni economista, pero lo que sí sé es que no se está invirtiendo lo necesario en investigación en España y lo sabemos desde hace tiempo.
R. Informes recientes alertan de que el cambio climático potencia las enfermedades tropicales, ¿cuáles pueden afectar más?
R. Las enfermedades infecciosas que se dan en países tropicales, como dengue, zika, fiebre amarilla, chikungunya, son más predecibles porque tienen un vector de insecto que solo existe en esas regiones, y esos insectos están llegando ya a áreas de clima templado donde antes no llegaban. Pero no causan pandemia, sí brotes epidémicos bastante fuertes. Lo que es mucho más difícil de predecir es cómo afecta el cambio climático a las posibles pandemias. Pero sí sabemos que vienen de virus zoonóticos, es decir, de virus que existen en la naturaleza en otros animales y que la actividad humana, no solo el cambio climático, da lugar a que haya más contactos entre animales que estaban antes más aislados de los humanos. También hay mucha más movilidad. Y eso es un problema de fondo que es muy difícil de resolver debido a que tenemos una gran cantidad de población que hace que sea mucho más fácil que se propaguen los virus pandémicos, de persona a persona; hay que estar preparado para ello.
R. Precisamente, a raíz de la pandemia, se habla mucho del concepto one health, de un abordaje integral de la salud desde el punto de vista animal, ambiental y humano.
R. Es un concepto del que se habla desde hace bastante tiempo porque está claro que la salud animal afecta a la humana, no solo por posibles intercambios de agentes infecciosos entre animales y humanos, sino también por los problemas que puedan causar los brotes en animales domésticos o incluso en plantas y que puedan afectar las que se necesitan para el consumo humano. Los agentes infecciosos saltan, de cuando en cuando, de un huésped a otro y si para tener menos posibilidades de que esto ocurra, conseguimos también una buena eliminación de estos agentes infecciosos, sobre todo en animales domésticos, que son los que tienen más contactos con humanos, estaríamos en mejor posición para  evitar o que se tarde más tiempo en sufrir una pandemia.

Sobre la firma

Denisse Cepeda Minaya
Periodista especializada en energía, medio ambiente, cambio climático y salud. Máster en Economía verde y circular por el Inesem y Máster en Periodismo por la UAM/El País. Con más de 20 años de experiencia en periodismo económico. Anteriormente trabajó en República Dominicana como reportera de economía en los periódicos El Caribe y Listín Diario.

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