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ALGORITMOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La Prueba de Participación de Ethereum

Si el algoritmo de consenso de Bitcoin destacaba por su seguridad y el elevado coste energético, el nuevo algoritmo de Ethereum lo hace por su rapidez y sencillez, aunque no está exento de riesgos

En el artículo anterior presentábamos Ethereum, una plataforma blockchain que no solo aspira a implantar una nueva criptomoneda, sino que pretende alojar todos los proyectos de nueva creación basados en la tecnología de cadena de bloques. Desde su lanzamiento, Ethereum ha utilizado el mismo algoritmo de consenso que Bitcoin, esto es, la Prueba de Trabajo. Sin embargo, de cara a mejorar su escalabilidad y la rapidez de sus transacciones, han estado desarrollando en los últimos años una estructura distinta, cuyo principal cambio está referido al algoritmo de consenso, que pasaría a ser la Prueba de Participación (“Proof of Stake” en inglés). Este algoritmo, de hecho, ha sido elegido también por muchas criptomonedas de nueva creación, para mejorar la rapidez de sus transacciones.

Este nuevo algoritmo es también muy apreciado en la comunidad, porque ofrece mayor rapidez y eficiencia energética que la Prueba de Trabajo, pero manteniendo unos niveles elevados de seguridad. Consiste, básicamente, en elegir a un nodo (cada uno de los equipos informáticos que componen la red) para que valide una transacción, en función del número de unidades de la criptomoneda nativa que dicho nodo esté dispuesto a “bloquear”. Todos los nodos que desean participar en la validación de transacciones deben indicar cuántas monedas, de las que poseen , están dispuestos a bloquear (estas monedas, por lo tanto, no se podrán utilizar para realizar transacciones hasta que el proceso termine), y el algoritmo designará a uno de esos nodos de forma aleatoria, ponderando las monedas bloqueadas por cada uno.

Con este sistema, el nodo seleccionado estará encargado de decidir si el bloque de transacciones entrante es válido, y una vez que lo haga, el algoritmo volverá a empezar para seleccionar un nuevo validador para el siguiente bloque. Este algoritmo, por lo tanto, no tiene un coste energético elevado, y es muy rápido porque no necesita resolver ninguna prueba matemática para su funcionamiento. Además, el hecho de que dependa, entre otros factores, del número de monedas bloqueadas por cada nodo, hace que cualquier participante pueda ser seleccionable, lo que hace que el proceso sea mucho más universal que la Prueba de Trabajo, en la que el coste de equipos podía suponer una barrera de entrada para optar a validar transacciones.

Sin embargo, el inconveniente principal que tiene este algoritmo es que un participante con un peso muy elevado dentro de la red (esto es, que tenga una gran cantidad de monedas en propiedad) es susceptible de ser elegido constantemente por el algoritmo, lo que reduce el nivel de descentralización de la red y puede suponer riesgos de fraude si dicho participante no es “honesto”. Es por eso que este tipo de procesos funcionan mejor en redes con un elevado número de participantes (como es Ethereum en la actualidad) y en los que las monedas están muy distribuidas, porque eso garantiza un proceso más descentralizado, en el que todos los participantes pueden tener la oportunidad de aportar valor al funcionamiento de la red.

Ocurre además que, en este proceso de validación de transacciones, los participantes elegidos reciben recompensas por validar las transacciones (de forma similar a lo que ocurría con la minería en la Prueba de Trabajo), lo que incentiva que se bloquee una cantidad elevada de monedas. Este proceso se denomina “staking” y es un proceso bastante popular entre aquellos que quieren sacar rendimientos económicos de este tipo de plataformas.

Todos los artículos de este blog describen únicamente la opinión del autor y no representan la postura de ninguna compañía o institución financiera

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