Las negociaciones sobre los créditos de carbono, estancadas
EE UU y la UE rechazan donar a los países pobres una tasa sobre las transacciones
Las conversaciones de la reunión COP26 sobre los mercados internacionales de carbono están encontrando dificultades, ya que Estados Unidos apoya a la Unión Europea en sus objeciones a una demanda clave de los países en desarrollo, según fuentes cercanas consultadas por Bloomberg.
Se trata de una propuesta de una especie de impuesto sobre las transacciones en el comercio de derechos de carbono, cuyos ingresos se destinarían a ayudar a las naciones que más luchan contra los estragos del cambio climático.
Avanzar en el trading de carbono es el punto clave para el éxito de las conversaciones sobre el clima en Glasgow. Un acuerdo ayudaría a reducir las emisiones, impulsaría la inversión en proyectos de bajas emisiones de carbono y haría más transparente y riguroso un mercado de compensaciones que podría alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Las conversaciones tienen dos vertientes principales: una se centra en los intercambios bilaterales de créditos de carbono para ayudar a los países a cumplir sus objetivos climáticos nacionales. La otra se centra en la creación de un mercado mundial para el comercio de compensaciones.
Los países en vías de desarrollo quieren que un porcentaje de los ingresos del comercio de todo tipo de créditos de carbono se canalice hacia las naciones pobres. Pero Estados Unidos (junto con la Unión Europea) se ha opuesto a la aplicación de ese gravamen a los intercambios bilaterales.
En las discusiones plenarias de esta semana, las autoridades estadounidenses han dicho que es técnicamente inviable, según fuentes familiarizadas con las discusiones. Estados Unidos ha dicho que le preocupa que el Gobierno federal acabe pagando los gravámenes generados por las transacciones realizadas por los estados, los gobiernos locales y las empresas. Los portavoces del Departamento de Estado de EE UU no respondieron a las solicitudes de comentarios enviadas por correo electrónico.
El Gobierno federal de Estados Unidos no tiene intención de utilizar las compensaciones para alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones hasta 2050. Y no existe ninguna norma o ley estadounidense que obligue a los estados y empresas a destinar los ingresos de los acuerdos comerciales bilaterales a proyectos de adaptación en el extranjero.
El presidente de la COP, Alok Sharma, dijo el sábado que, aunque se habían hecho algunos progresos en este tema, aún quedaba trabajo por hacer, y que las negociaciones finales las llevarían a cabo los ministros la próxima semana.