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La crisis energética alienta el autoconsumo

El precio de la luz pulveriza los récords y llega a los 288,53 euros/MWh El sector afirma que los casos de quiebra ocurren en comercializadoras

Dos técnicos instalan un panel fotovotaico.
Dos técnicos instalan un panel fotovotaico.Getty Images
Gabriela López Escalante

Octubre será recordado como el mes que batió todos los récords del precio de la luz en España. Según los datos del operador del mercado eléctrico OMIE, en solo siete jornadas se registraron los cuatro valores medios más altos vistos en el mercado español, hasta alcanzar el hito de los 288,53 euros por megavatio hora (MWh). Pero en medio de toda esta crisis energética, un sector se ha proclamado como el claro ganador: el de la solar fotovoltaica.

El sol se ha convertido en el petróleo de España. Tener hectáreas libres o un tejado despejado se equipara con haber encontrado en el jardín de la casa un pozo aún sin explotar, pero con menor impacto ambiental y sin la contaminación inherente al oro negro. En especial, en una coyuntura que ha supuesto un electrochoque para Europa y, por supuesto, para España y su tejido empresarial, que ahora entiende el grado de dependencia energética con el que vive y sobrevive diariamente.

Así lo afirma Antonio Delgado, CEO de AleaSoft, una compañía que elabora previsiones del sector.

“Esta subida es un electrochoque para todas las empresas que no se decidieron por el autoconsumo hace uno o dos años. La fotovoltaica es el futuro y es la mejor herramienta para superar la dependencia de otras energías, como el gas que nos suministra Rusia. Podemos pasar de ser dependientes a ser exportadores”, asegura. De hecho, es una estrategia de eficiencia a largo plazo, sostiene Delgado. “Si produces tu propia energía, es una parte menos que tienes que pagar en la factura, indiferentemente de cómo se comporte el mercado”.

Vacuna contra el alza

“Empresas y particulares se han dado cuenta de que el autoconsumo es una vacuna contra las oscilaciones de los precios”, señala José Donoso, director general de Unef, la patronal que reúne a más de 600 compañías en España, quien apunta que la fotovoltaica está creciendo a muy buen ritmo, con una demanda potente y sólida. Solo entre 2019 y 2020 se incrementó en un 70% la potencia instalada para autoconsumo en el país.

Incluso, los agentes del sector aseguran que tanto la pandemia como la coyuntura actual de precios altos no ha pasado factura a esta actividad, todo lo contrario, la ha impulsado, y que los casos de quiebra surgidos se han concentrado más en las pequeñas comercializadoras, como ha ocurrido también en el Reino Unido.

España acumula 1.539 MW en los tejados. El 10% corresponde al área doméstica

A este impulso ahora se suma una crisis que permite que los plazos de amortización de las instalaciones disminuyan radicalmente, explica Francisco Valverde, encargado del desarrollo de energías renovables en Menta Energía, para quien la solar aún tiene mucho camino por recorrer. “Si ves a España desde Google Earth, te das cuenta de que aún quedan muchos techos por cubrir”.

Seis millones de tejados

Según los datos de Unef, de los 12.000 megavatios (MW) de energía solar fotovoltaica instalada en España, 1.539 MW son de potencia para autoconsumo. Pero de estos, solo un 10% corresponde al segmento doméstico, es decir, 153 MW, que equivalen a unas 68.000 instalaciones de 2,25 kW (lo suficiente para un piso de unos 80 metros cuadrados) en todo el país. Una cifra mínima si se tienen en cuenta los casi seis millones de tejados de viviendas unifamiliares que existen en el territorio, de acuerdo con las cifras del INE.

A este mercado potencial se añaden unos tres millones de cubiertas industriales, indica Sergio Ferrer, CEO de Linkener, una empresa que maneja un ritmo de 40 instalaciones de autoconsumo doméstico y 10 de industrial por mes. Para Ferrer, la ventaja de colocar paneles es que permiten controlar los costes productivos de las compañías, sobre todo frente al alza de la factura eléctrica.

Las barreras burocráticas impiden que la tecnología explote todo su potencial

“Estamos ante una expectativa de mercado muy amplia, en el que caben muchas empresas”, opina José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).

Aun así, desde el sector aseguran que la solar todavía no explota todo su potencial y achacan este retraso a las barreras burocráticas, como la solicitud de licencias de obras que prevalece en algunas comunidades autónomas, y a la falta de homogeneidad de las bonificaciones ofrecidas entre regiones, como la reducción del IBI, que confunden al cliente final.

“En España sabemos hacer fotovoltaica y lo hacemos bien, pero es un mercado al que le queda mucho recorrido”, asegura Laura Feijoó, coordinadora del área de autoconsumo de Ecooo, y admite que las tensiones del sector se concentran en una posible escasez de la materia prima a largo plazo, por la subida de precios mundial, y de mano de obra. “Falta la persona especialista, que se suba al tejado, que haga la instalación. Faltan estos perfiles de trabajadores”.

A la expectativa de las ayudas del Miteco

Demanda. Sergio Ferrer, CEO de Linkener, advierte de que se está generando un estancamiento de la demanda de instalaciones fotovoltaicas a la expectativa de las ayudas aprobadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que destinarán 900 millones de euros a inversiones de autoconsumo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia anunciado por el Gobierno. En esto coincide Francisco Javier Fernández del Pino, director de Ingenia Solar Energy, perteneciente al Grupo Gransolar: “Sí percibimos un retraso, debido tanto a la espera de muchas compañías, a los fondos Next Generation como a la agilidad de tramitación de los necesarios permisos y licencias, ambos aspectos permitirían sin duda acometer nuevos proyectos que mejoren el sector”.

Riesgos. El temor es que, si la demanda se libera de golpe, una vez las comunidades autónomas publiquen los requisitos de las ayudas (cuya resolución se esperaba para finales de septiembre), no habrá ni material ni recurso humano suficiente para responder a las solicitudes. “Tenemos una debilidad como sector: parte de la tecnología es de producción china, como el panel solar”, admite José María González Moya (APPA), quien reconoce, además, que el despegue de la solar ha generalizado la dificultad de encontrar perfiles técnicos como el de instaladores.

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