Abengoa convoca otra junta para sellar el pacto entre accionistas y acreedores
Clemente Fernández, José Alfonso Murat Moreno y Cristina Vidal Otero serán ratificados consejeros y se aprobarán las cuentas de 2019 el próximo 16 de noviembre
La cúpula de Abengoa, los accionistas de la matriz y los acreedores alcanzaron el pasado 1 de octubre, in extremis, un pacto para allanar el rescate de la filial operativa del grupo de ingeniería, Abenewco 1, y lograr que el rescate del fondo Terramar, con 200 millones debajo del brazo, y de la SEPI, por 249 millones, salga adelante. Se llegó a un consenso para que tanto en la matriz como en la filial estuvieran representadas todas las sensibilidades, y se emplazó la solución definitiva a otra junta, que ha sido convocada este miércoles para el próximo 16 de noviembre, según ha comunicado la compañía a la CNMV.
Así, Clemente Fernández, líder de la sindicatura AbengoaShares, con el 21% del capital de Abengoa SA, José Alfonso Murat Moreno, también ligado a la mencionada agrupación, y Cristina Vidal Otero serán ratificados consejeros de la matriz y se aprobarán las cuentas correspondientes a 2019, con unas pérdidas de 487,6 millones de euros. El pasado 1 de octubre, Juan Pablo López-Bravo dimitió como presidente de la matriz, según había exigido Clemente Fernández, el nuevo presidente, en las negociaciones entre la cúpula y la agrupación de accionistas, como publicó CincoDías el pasado 28 de septiembre.
El actual consejo, en todo caso, tiene un escaso margen de maniobra, pues el juez concursal suspendió en verano sus facultades, que ha asumido EY, el administrador. También se ejecutarán cambios en el consejo de Abenewco 1, la joya de la corona del grupo, que es la diana del rescate. Estarán en él José Joaquín Martínez-Sieso, ligado a la sindicatura de minoritarios, y al propio Clemente Fernández González. La clave está en que permanecerán en el consejo de Abenewco 1 Juan Pablo Lopez-Bravo Velasco, que será el presidente, y Álvaro Polo Guerrero.
Estos nombramientos configuran un consejo diverso con el poder repartido entre los accionistas de la matriz, que dejó de negociarse en Bolsa el 14 de julio del año pasado, y los acreedores, entre los que destaca Banco Santander, al que acompañan CaixaBank y Crédit Agricole, así como los fondos KKR, Blue Mountain, Alden y Melqart. El mismo esquema se repite en la filial operativa.
La salvación para Abengoa está abierta, pero aún quedan mucho por andar. Ahora los nuevos consejeros han de empaparse de la situación, plantearán modificaciones en el plan de rescate, incluida la posible incorporación de un socio que acompañe a Terramar. Por su parte, los acreedores financieros han de dar su bendición a ese plan y, después, la SEPI debe pronunciarse de forma positiva.
La única fórmula de salvamento ahora es que Terramar mantenga su oferta por Abenewco 1, que incluye el desembolso de 200 millones –140 millones en crédito y otros 40 en forma de capital–, así como la participación del fondo de rescate estatal, con una inyección de 249 millones de euros.