La cúpula de Abengoa y los minoritarios alcanzan un pacto que abre la puerta al rescate
Clemente Fernández, nuevo presidente de la matriz Abengoa SA, tras la dimisión de Juan Pablo López-Bravo
La solución está un poco, solo un poco, más cerca. En el último momento, hubo un pacto que abre la puerta al rescate de Abengoa por parte de la SEPI. El consejo de Abengoa SA, la empresa en concurso que es matriz de la compañía operativa (Abenewco 1, la que está en el ojo del huracán del posible rescate), efectuó este viernes numerosas concesiones. Los minoritarios han puesto también de su parte. Habrá un reparto de poder con los minoritarios de AbengoaShares, que controlan el 21% de la matriz, con el objetivo evitar la caída del grupo.
Cinco minutos antes de las doce de la mañana del viernes, la hora prevista para el arranque de una de las juntas de accionistas más decisivas de la empresa de ingeniería, Abengoa comunicó a la CNMV el nombramiento como consejero de Clemente Fernández, líder de AbengoaShares, sindicatura con un 21% del capital. Posteriormente ha sido nombrado presidente.
En el mismo comunicado, Abengoa anunció que Juan Pablo López-Bravo había dimitido como presidente de la matriz, como ha exigido Fernández en las negociaciones entre la cúpula y la agrupación de accionistas, como publicó CincoDías el pasado 28 de septiembre.
Queda por convocar una junta extraordinaria en la que entrarán personas que representarán a los minoritarios y a los acreedores, con el objetivo de que el rescate, impulsado por el fondo Terramar, siga adelante. El salvamento necesita el plácet de la SEPI y sus 249 millones.
Todo se produjo antes de que comenzara la junta convocada para este viernes a las 12 de la mañana. Es esta no se han aprobado las cuentas de 2019, el punto crucial de la reunión e indispensable para que se pueda ejecutar el rescate.
El pacto se selló en un consejo de administración convocado de urgencia. Clemente Fernández ya dispone de un asiento en él. El nuevo consejo de administración, reunido unas pocas horas después, ha nombrado a Fernández como nuevo presidente. Se ha nombrado también consejero a Alfonso Murat Moreno, otra persona vinculada a AbengoaShares, y se mantiene Cristina Vidal. El consejo, en todo caso, tiene un escaso margen de maniobra, pues el juez concursal suspendió en verano sus facultades, que ha asumido EY, el administrador.
Además, se deberá convocar una junta de accionistas extraordinaria para subsanar todos los defectos de la celebrada el viernes, en la que, además de no haberse aprobado las cuentas, faltaban una serie de puntos. En esa futura cumbre se nombrará como consejeros de Abenewco 1, la joya de la corona, a José Joaquín Martínez-Sieso, también ligado a la sindicatura de minoritarios, y al propio Clemente Fernández González. La clave está en que permanecerán en el consejo de Abenewco 1 Juan Pablo Lopez-Bravo Velasco, que será el presidente, y Álvaro Polo Guerrero.
La empresa ha comunicado a la CNMV que “con estos acuerdos se reconstituye el consejo de administración de la sociedad, al mismo tiempo que se alcanza la paz social para la compañía y su grupo”. “De forma inmediata se procederá a convocar junta general de accionistas para la ratificación del nombramiento de los consejeros designados por cooptación”, sentencia la firma en un comunicado enviado al supervisor.
Diversidad
Estos nombramientos configuran un consejo diverso con el poder repartido entre los accionistas de la matriz, que dejó de negociarse en Bolsa el 14 de julio del año pasado, y los acreedores, entre los que destaca Banco Santander, al que acompañan CaixaBank y Crédit Agricole, así como los fondos KKR, Blue Mountain, Alden y Melqart. El mismo esquema se repite en la filial operativa.
La salvación para Abengoa está abierta, pero aún quedan mucho por andar. Ahora los nuevos consejeros han de empaparse de la situación, plantearán modificaciones en el plan de rescate, incluida la posible incorporación de un socio que acompañe a Terramar. Por su parte, los acreedores financieros han de dar su bendición a ese plan y, después, la SEPI debe pronunciarse de forma positiva.
La única fórmula de salvamento ahora es que Terramar mantenga su oferta por Abenewco 1, que incluye el desembolso de 200 millones –140 millones en crédito y otros 40 en forma de capital–, así como la participación del fondo de rescate estatal, con una inyección de 249 millones de euros.
Lo que han pedido en la sindicatura y lo que ofrecía Terramar
Deuda. La oferta de Terramar para comprar Abenewco 1 suma 200 millones de euros, pero solo 60 millones son, según la hoja de ruta actual, en forma de capital. Estos se dedicarían íntegramente a pagar parte de los créditos a los acreedores financieros y supondrían que el fondo se quedara con el 70% de la empresa. Los restantes 140 millones se inyectarían como créditos. El fondo, con sede en California, se ha comprometido a no trocear el grupo de ingeniería, que cuenta con más de 12.000 empleados en todo el mundo, así como a mantener todos los centros de trabajo en España. En el país, la plantilla asciende a unos 2.000 empleados.
Los accionistas de la matriz. Los minoritarios siempre se han mostrado descreídos con la oferta de Terramar y han criticado que todo el capital que inyecte se destine a pagar a los acreedores. Clemente Fernández, expresidente de Amper y líder de AbengoaShares, ha solicitado además que, llegado el momento, se produzca la salida a Bolsa de la filial operativa, la realmente valiosa, puesto que es la que tiene en su balance los negocios. Otra opción para los pequeños accionistas es que Abengoa SA que vuelva a cotizar y retenga una participación en Abenewco 1.