El tope de aportación a planes de pensiones individuales baja a 1.500 euros
Sube el límite en los planes de pensiones de empleo en los 8.500 euros
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recogen un importante cambio en el ámbito del ahorro previsión. Se reducirá el tope de aportación con desgravación en planes de pensiones individuales a 1.500 euros anuales, frente a los 8.000 euros que había hasta 2020. Para el presente año fiscal ya se había bajado el limite a 2.000 euros. Esta medida del Gobierno es un duro golpe para las gestoras de fondos de pensiones, que consideran que así se desincentiva el ahorro de cara a la jubilación.
Las aportaciones a estos productos de ahorro previsión permiten reducirse ese importe de la base imponible del Impuesto de la Renta (IRPF). Así, si una persona gana 30.000 euros al año y su base imponible es de 25.000 euros, en caso de que haga aportaciones al plan de pensiones por el nuevo máximo, 1.500 euros, solo tendrá que tributar por 23.500 euros.
Con esta medida, el Ejecutivo de Pedro Sánchez quiere desincentivar el ahorro a través de estos productos (que ahora suman un patrimonio de cerca de 87.000 millones de euros) y fomentar el ahorro a través de planes de empleo, que son una figura similar pero dentro de una empresa. Es el empleador (ya sea una administración pública o una sociedad) quien promueve el plan para sus empleados, en el ámbito de la negociación colectiva.
En los planes de empleo, el límite de aportación/desgravación sube a 8.500 euros al año. Este tope es compatible con la contribución a planes individuales, por lo que el máximo teórico, si se aporta a las dos figuras, sería de 10.000 euros al año. Sin embargo, las aportaciones a planes de empleo dependen del diálogo laboral entre la empresa y los trabajadores. En el caso de los planes vinculados a administraciones públicas llevan años congelados. Este tipo de productos suman 37.000 millones de euros de patrimonio agregado.
El Gobierno considera que los planes de pensiones individuales suponen un instrumento de ahorro regresivo en términos fiscales, porque permite conseguir mayores desgravaciones a aquellos que tienen una base imponible del IPRF más alta (quienes tienen mayores sueldos).
Desde la asociación de las gestoras de fondos y planes de pensiones (Inverco) y la asociación de aseguradoras españolas (Unespa), se ha incidido muchas veces en que la fiscalidad de los planes de pensiones españoles es muy similar a la existente en la mayoría de países europeos. Y recuerdan que no es una bonificación fiscal, sino un diferimiento, puesto que el dueño del plan, cuando lo rescata tras la jubilación, tiene que tributar por el mismo al tipo marginal del IRPF.
El objetivo del Gobierno es fomentar los planes de empleo y, además, crear un gran vehículo de ahorro de promoción pública, que permita generalizar este tipo de productos. Ahora, tan solo las administraciones y las grandes compañías suelen contar con esta figura. Con el nuevo plan de promoción pública, que aún está en fase de definición, se podría extender los planes de empleo a trabajadores de pequeñas compañías e incluso a autónomos.