Alemania vota para definir un nuevo modelo de austeridad
El sucesor de Angela Merkel será clave para una posible revisión del Pacto de Estabilidad tras la pandemia.
Las elecciones de este domingo en Alemania marcarán el final de la era de Angela Merkel y probablemente del bipartidismo germano, sin embargo, hay dudas sobre quién será el nuevo canciller y en qué fuerzas políticas se apoyará para gobernar. El socialdemócrata Olaf Scholz del SPD lidera las encuestas con el 28%, seguido por el democristiano Armin Laschet del CDU, con el 24%. Los Verdes y los liberales de FDP se perfilan como socios de Gobierno inevitables, con el 17% y 12% respectivamente. Con un 40% de votantes indecisos, Merkel ha pedido a los votantes apoyar al CDU para evitar un giro a la izquierda: "La estabilidad está en riesgo"
Los analistas indican que un triunfo del CDU significaría continuidad, mientras que una posible victoria de la izquierda podría significar un cambio en el paradigma de la austeridad, marcada a fuego durante los 16 años de gobierno de Merkel y que solo la arrolladora crisis desatada por la pandemia ha logrado suavizar. Berlín ha roto el tabú sobre el aumento del gasto público y la respuesta del nuevo canciller a cómo reconducir las cuentas públicas tras la crisis será clave para toda la zona euro, muy pendiente del resultado de las elecciones alemanas.
La pandemia obligó a la Unión Europea a expandir los límites del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, muy lejos del mantra, fielmente defendido por Merkel durante la crisis anterior, de dirigir las cuentas públicas hacia un déficit del 3% y un ratio de deuda sobre PIB del 60%. Los socios europeos debatirán este otoño sobre a qué ritmo y en qué términos regresar a la disciplina fiscal y el resultado de los comicios alemanes de este domingo dará algunas pistas de cómo hacerlo.Si bien todos los partidos coinciden en que el gasto público tiene que aumentar, la derecha quiere realizar este aumento con la disciplina presupuestaria previa a la Covid, mientras que la izquierda se ha mostrado a favor de una reforma del Pacto de Estabilidad.
Sin embargo, aun en caso de una victoria del SPD, es de esperarse que las reformas sean moderadas. Olaf Scholz, hasta ahora ministro de Hacienda con Merkel, afirmó a principios de mes que el PEC ya era lo bastante flexible: “Tenemos un buen marco fiscal para la estabilidad en Europa y ha demostrado ser realmente práctico, especialmente durante la crisis actual”. En ese sentido, incluso si la derecha pierde, no es de esperar cambios radicales desde Berlín para el Pacto de Estabilidad. Scholz también se inclinaría a favor de la unión fiscal y de un seguro de desempleo europeo, según apuntan desde la alemana Allianz IG, por lo que su llegada al poder podría significar un claro impulso para la construcción europea.
Según Reto Cueni, economista jefe de Vontobel, una coalición de gobierno con el SPD y los Verdes podría conducir a una integración algo más rápida y profunda en Europa: “Estos dos partidos podrían estar más dispuestos a gastar recursos adicionales para los países financieramente más restringidos dentro de la UE, en comparación con un gobierno liderado por la CDU/CSU”. Este gasto adicional contribuiría a reducir la divergencia de poder económico en la Eurozona, señala Cueni.
Barclays afirma no se esperan impactos notables en el mercado financiero a causa del resultado electoral. La diversidad de las posibles coaliciones y la moderación de los partidos líderes hacen probable que haya una relativa continuidad. Afirman sin embargo que la incertidumbre en los meses posteriores, mientras se conforma el nuevo Gobierno, puede ocasionar una caída temporal de la renta variable alemana, de los bonos y del euro, como ocurrió en 2017.
El SPD también ha propuesto expandir el Plan de Recuperación de Europa (Next Generation EU) hacia un instrumento sostenible en el tiempo que pueda impulsar el crecimiento. Durante último debate, Olaf Scholz dijo: “Debemos asegurarnos de que obtendremos una Europa fuerte y soberana. Esa es la tarea más importante que tenemos como alemanes”.
La casi segura presencia de los verdes en el futuro Gobierno hace probable que Alemania avance hacia agenda ecológica más ambiciosa. En este sentido, empresas como E.ON, RWE o Encavis serán fundamentales en los próximos años. Por otro lado, se pueden esperar cambios que afecten la industrias automovilística, química y aeronáutica con el objetivo de regular su impacto en el clima. Los verdes además proponen subsidiar las tecnologías ecológicas, por lo que Alemania, que ya tiene una cuota del 14% en el mercado mundial, tiene la oportunidad de convertirse en el líder en este sector.