La SEPI estudia inyectar en Duro Felguera todo el rescate sin necesidad de un socio
La misión es que el grupo de ingeniería logre un inversor sin presiones, pues la semana que viene vence la prórroga que solicitó la empresa
La prórroga concedida por la SEPI a Duro Felguera para que cumpla con las condiciones de la segunda parte de su rescate, entre las que se incluye la participación de un socio industrial, concluyen el próximo jueves. Pero el fondo de salvamento y Duro Felguera negocian transferir el resto del dinero –80 millones de euros– sin necesidad de que lleve ahora al inversor, según fuentes financieras. En este escenario, la compañía tendrá margen para encontrar un socio en los próximos meses sin presión.
El tiempo se acaba, y el fondo de rescate que depende del Ministerio de Hacienda estudia, junto a Duro Felguera, la mejor solución para la viabilidad del grupo de ingeniería. La promesa de inyección de 120 millones estatales en la firma de ingeniería ya se ha producido. Pero solo ha llegado una parte del dinero: un préstamo participativo, que computa en los fondos propios, por 20 millones, y la misma cuantía en deuda ordinaria. Falta el segundo tramo, condicionado a unas exigencias que debía lograr el pasado el 30 de junio. El plazo se amplió hasta el próximo 30 de septiembre.
El objetivo de Duro Felguera es encontrar un inversor que acompañe a la SEPI en una ampliación de capital de 30 millones con más de la mitad de esa cuantía. El resto del desembolso se hará a través de 50 millones de euros en forma de crédito participativo. En estas dos operaciones se completaría la transferencia de los 80 millones a Duro Felguera.
Las fuentes financieras consultas afirman que las negociaciones con los eventuales socios, que se producen en simultáneo con al menos tres grupos, van por buen camino. Pero, a medida que transcurre la fecha límite, tanto la empresa como el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas buscar la mejor solución para dar un balón de oxígeno a Duro Felguera.
El derecho a la segunda parte de la ayuda está negro sobre blanco. Pero la entrada de un socio tendría repercusiones en la fórmula. Si hay un inversor ahora, la inyección de una parte de los 30 millones en los fondos propios será en forma de capital puro y duro. Por ejemplo, 16 millones del inversor industrial y los otros 14 millones de la SEPI. “En el supuesto de que no se hubiera hecho efectiva la entrada en el capital de un socio industrial privado (...)la aportación de 30 millones de euros se realizará íntegramente mediante un préstamo participativo”.
Prórroga
La decisión de solicitar una nueva prórroga para dar tiempo a que un socio desembarque en el capital al tiempo que la SEPI o de que esta entre ya y la compañía tenga margen para buscar un aliado estratégico aún no está tomada. Pero fuentes financieras aseguran que ahora mismo esta segunda opción es la que cuenta con más posibilidades. La empresa obtendría liquidez para operar y se liberarían los avales prometidos por las entidades financieras, que además reestructurarían su deuda.
BBVA, Banco Cooperativo Español, Sabadell, Santander, CaixaBank y Liberbank concederán garantías nuevas por 80 millones de euros, blindados por la aseguradora semipública Cesce, y además reestructurarán su deuda por 85 millones, con una amortización inmediata de solo 7,5 millones de euros. El resto se convertirá en un préstamo participativo (25,5 millones), y otros 52 millones se transformarán en bonos convertibles hasta 2027. Duro Felguera también debe cerrar la venta de derechos de cobro por 40 millones al fondo Fortress.
El rescate de la compañía está siendo tortuoso, desde que lo solicitó allá por agosto de 2020, y cuando la cuantía era de 100 millones de euros. Desde entonces ha rehecho su plan estratégico varias veces y ha sustituido a José María Orihuela, consejero delegado desde finales de 2018, hasta el pasado abril, por Jaime Argüelles Álvarez, tras aprobarse el salvamento público.
Los minoritarios comprometidos y un alivio de 120 millones
Paralizada. Duro Felguera explicó ayer a la CNMV que la Audiencia Nacional ha suspendido la obligación de que ingrese 123,4 millones a la Agencia Tributaria por una inspección de los ejercicios 2010 a 2012. Es una medida cautelar: el tribunal todavía ha de resolver sobre el fondo de la cuestión. El problema radica en que Duro Felguera se aplicó en su filial Termocentro, que opera en Venezuela aunque es española, la exención sobre las rentas procedentes del extranjero obtenidas por uniones temporales de empresas que operan fuera de España.
Sindicatura. El abogado Eduardo Breña se dispone a firmar el sábado 25 de septiembre el acuerdo para constituir el sindicato de accionistas minoritarios de Duro Felguera. El compromiso de permanencia en la compañía de sus miembros será, de entrada, de cuatro meses.