El clima y los ricos de Nueva York
Los puntos de inflexión suelen producirse cuando los problemas importantes afectan a los adinerados
Los restos del huracán Ida dejaron fuera de combate el miércoles a la ciudad de Nueva York. La devastación podría hacer que los residentes más adinerados movilicen más capital en la lucha contra el cambio climático.
Los puntos de inflexión suelen producirse cuando los ricos se enfrentan a problemas importantes. Eso ocurrió en Londres en 1858, en un periodo conocido como el Gran Hedor. El Parlamento estaba tan paralizado por el olor agobiante del Támesis que finalmente encargó un sistema de alcantarillado, pese a que el cólera ya llevaba años asolando a los pobres.
Nueva York ya ha manifestado un problema similar: pese a albergar la mayor población de residentes con un patrimonio neto superior a 5 millones de dólares de todas las ciudades del mundo, tiene una infraestructura lamentable. Puede que Ida no lo cambie. Pero tal vez, con el clima extraño que se presenta, los ciudadanos ricos podrían empezar a convertir en verdes una mayor parte de sus cuantiosas inversiones.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías