EY exige una inyección de liquidez inmediata en Abengoa antes del rescate
El grupo corre el riesgo de agotar los recursos para seguir operando
Un nuevo problema se cierne sobre el rescate de Abengoa. Los más de 15 meses que han transcurrido desde que comenzaron las negociaciones para llevarlo a buen puerto, en mayo del año pasado, han erosionado la caja de la compañía. EY, el administrador concursal de la matriz, avisa de que el grupo necesita una inyección de liquidez de manera inmediata, antes de cualquier operación de salvamento, que depende de la SEPI y puede alargarse meses. Solo así se asegurará “la continuidad de las operaciones”, señala un documento de la compañía enviado ayer a la CNMV.
Los acreedores de Abengoa –entre los que destacan Santander y los fondos KKR, Blue Mountain, Alden y Melqart– deben contribuir a la aportación de efectivo de manera inmediata. O, en su defecto, Abengoa ha de buscar auxilio externo, a través de nuevos inversores que pongan encima del tapete el dinero adicional para seguir operando. Su generación de caja es insuficiente para ello.
El administrador concursal no especifica de dónde ha de llegar el dinero, se limita a avisar de la situación. Señala que existen “tensiones de tesorería a corto plazo que afectan a la concursada y al grupo Abengoa”. “Tensiones que imponen la necesidad de obtener con carácter inmediato financiación e instrumentos de garantía que permitan asegurar la continuidad de las operaciones y la atención de las obligaciones corrientes imprescindibles para sostener la actividad”. Este proceso debe ser un paso intermedio antes de que lleguen a cumplirse las condiciones que activarían el rescate de la filial operativa, Abenewco 1.
En el actualizado informe de 2019, que recibió ayer la luz verde del auditor de Abengoa, PwC, el administrador no concreta una cantidad. Pero el grupo ha sufrido dificultades incluso para pagar las nóminas de sus más de 12.000 empleados, unos 2.000 de ellos en España. Otros pagos imprescindibles también están ahora en el ojo del huracán. Cuanto más se dilate la solución, más cantidad de financiación interina se necesitará.
La firma requería más financiación interina cuanto más se alargue el plan de salvamento
La solicitud del salvamento por parte de Abengoa a la SEPI data del pasado mes de marzo, pero los plazos para la toma decisiones del fondo de salvamento habilitado por el Gobierno para socorrer a las empresas estratégicas de los efectos del Covid-19 son habitualmente mucho más largos. Duro Felguera solicitó la ayuda en agosto de 2020, pero no le fue concedida hasta marzo, y otras empresas, como Celsa, llevan esperando aún más meses, sin que el fondo, que depende del Ministerio de Hacienda haya tomado una decisión. En principio, el horizonte temporal para la concesión de ayudas finaliza el 31 de diciembre.
El quid de la supervivencia de Abengoa, a través de su filial operativa, está en el tejado de la SEPI, pero también en el de los acreedores, que. Estos, además de facilitar la eventual inyección de liquidez que requiere de manera inaplazable, han de colaborar de manera activa en el rescate de Terramar.
El fondo con sede en California ofrece 200 millones de euros, 140 de ellos en créditos y otros 60 millones en capital, con el objetivo de controlar el 70% de Abenewco 1. Pero la operación está condicionada la inyección de 249 millones por parte de la SEPI y a la concesión de 300 millones en avales por parte de los acreedores que deben ser blindados por la aseguradora Cesce, controlada en un 51% por el Estado. Pero este dinero llegará si y solo si la SEPI y los acreedores dan su necesario plácet al plan.
Así, la única forma de que el grupo permanezca a flote, siga funcionando y genere caja, por mínima que sea, en un proceso que puede alargarse hasta finales de año y más allá, es que se enchufe sin dilación liquidez en el grupo. Fuentes financieras señalan las dificultades de que esto se produzca sin la garantía de que la operación de salvamento llegue a ejecutarse.
Puede conseguir el dinero de sus acreedores y de terceros inversores
Cierto que los inversores que se presten a inyectar la liquidez tendrían la oportunidad de pactar unos tipos de interés atractivos, por encima del 10%, y que contarían con preferencia absoluta al recuperar su dinero si naufraga el rescate.
La siguiente fecha en el calendario de Abengoa está marcada para este viernes 3 de septiembre, cuando vence el waiver (bula para no tener que hacer frente al pago) de los dueños de una parte de la deuda de Abenewco 1.
Septiembre, límite para la oferta de los minoritarios
Contra el reloj. La oferta de rescate de Terramar es, hasta el momento, la única. Pero los minoritarios agrupados en torno a la sindicatura AbengoaShares, con más de un 21% de la matriz –que cotizaba en Bolsa hasta que la CNMV suspendió su negociación en julio del año pasado– tratan de armar un rescate alternativo al del fondo estadounidense, como publicó CincoDías el pasado 27 de agosto. Negocian con dos posibles consorcios. El problema es que el administrador ha puesto una fecha límite para la recepción de nuevas ofertas por Abenewco 1: el mes que arranca hoy si las propuestas necesitan, como se da por hecho, el apoyo estatal. “No parece realista que una oferta que requiera apoyo del fondo gestionado por SEPI y que se pudiera presentar más allá del mes de septiembre de 2021 consiga completar el proceso de resolución del expediente aprobación por el Consejo de Ministros”, señala el administrador.
Junta de accionistas. Las cuentas de 2019, que recibieron ayer la luz verde del auditor tras enviarse a la CNMV en el mes de febrero sin su sello, deben ser aprobadas en junta de accionistas. El administrador concursal ha fijado la fecha para el 1 de octubre.