Powell sugiere el 'tapering' para fin de año pero no tiene prisa para subir tipos
El presidente de la Fed señala en Jackson Hole que la reducción de las compras de deuda sería "apropiada" y recuerda que el mercado laboral aún necesita los estímulos monetarios
El oráculo de los mercados financieros habló. Los inversores llevan todo el mes de agosto esperando la intervención de hoy del presidente de la Reserva Federal en el foro de Jackson Hole y Jerome Powell ha dado su visión de cuál es el rumbo de la mayor economía del mundo, una información clave para anticipar cuándo comenzará la reducción de las compras de deuda por parte de la Fed.
El presidente de la Fed ha señalado que “sería apropiado” iniciar el tapering este año, aunque ha insistido en que eso no significa que a continuación vaya a llegar la subida de tipos de interés, que en la actualidad la institución no contempla hasta 2023.
Powell ha aludido a la pasada reunión de julio de la Fed. “Yo fui de la opinión, como la mayoría de los participantes, de que si la economía evolucionaba ampliamente como se anticipó, podría ser apropiado iniciar la reducción de las compras de deuda este año”, ha afirmado Powell.
El presidente de la Reserva Federal ha tenido mucho cuidado en todo caso en dar un mensaje tranquilizador al mercado y al tiempo que ha apuntado a que el tapering bien puede llegar este mismo año, también ha insistido en que ello no supondrá acelerar el calendario para una subida de los tipos de interés. “El calendario y el ritmo de la reducción de compras venidera no tendrá el propósito de lanzar una señal directa sobre el calendario de despegue para los tipos de interés, para lo que hemos desarrollado un análisis diferente y notablemente más estricto”, ha asegurado Powell.
El presidente de la Fed ha recordado además que la institución “continuará manteniendo el actual nivel de tipos de interés hasta que la economía alcance unas condiciones consistentes de máximo empleo”. “Tenemos mucho terreno por delante hasta alcanzar el pleno empleo y el tiempo dirá si hemos alcanzado el 2% de inflación de forma sostenible”, ha añadido Powell.
En cuanto a la inflación, que con una tasa interanual en julio del 5,4% está en máximos de 2008, Powell ha reconocido que “representa un motivo de preocupación”, si bien sigue creyendo que "estas lecturas elevadas probablemente resulten temporales". Así, ha explicado que las presiones inflacionistas se han concentrado en un grupo reducido de bienes y servicios directamente afectados por la pandemia y la reapertura de la economía, además de ene la energía, con lo que las alzas de precios deberían revertir más adelante. Además, no aprecia señales de que las actuales tasas de inflación vayan a trasladarse al conjunto de la economía a través del alza de los salarios. "Hoy vemos poca evidencia de aumentos salariales que puedan amenazar una inflación excesiva", ha señalado Powell.
En su discurso, tampoco ha cargado las tintas sobre las amenazas que puedan cernirse sobre la economía de EE UU. Respecto a la variante delta, Powell ha asegurado que la Fed “analizará cuidadosamente los próximos indicadores y la evolución de los riesgos”. En definitiva, el presidente de la Fed ha lanzado un mensaje de política monetaria acomodaticia: la Fed ajustará sus compras de deuda a una economía en franca recuperación pero que aún necesita de unos tipos de interés muy bajos para recuperar todo el empleo perdido con la crisis. Así, el nivel de empleo de EE UU aún está alrededor de 6 millones de puestos de trabajo por debajo del nivel previo a la pandemia. Y aunque los indicadores de junio y julio han mostrado altas tasas de creación de empleo, está por ver el efecto que la propagación de la variante delta tendrá en los próximos meses.
Los inversores asumen que el conocido como tapering está al llegar, aunque el discurso de Powell ha enfriado la expectativa de que vaya a anunciarse en la próxima reunión de la Fed del 21 y 22 de septiembre. La Reserva Federal ya contará entonces con los datos de creación de empleo de agosto, que se conocerán el próximo día 3, y la confirmación sobre si la inflación subyacente sigue bajando o no, según apuntan desde ING. “Pero también podría posponer el anuncio, porque en contra de lo que muchos esperaban, Powell no se ha comprometido a hacer nada en septiembre”, añade la firma holandesa. De hecho, califica el mensaje de Powell de “grata sorpresa para los mercados”.
A pesar de la tibieza en el mensaje de Powell, en la Fed también hay voces abiertamente partidarias de iniciar el tapering. El presidente de la reserva federal de Dallas, Robert Kaplan, aseguró también el viernes, poco antes del discurso de Powell, que la Fed “debería empezar el ajuste de sus compras de activos lo antes posible”. Si bien matizó, al igual que Powell, que esa reducción no significa adelantar el momento de un alza de tipos.
El presidente de la Reserva Federal de San Louis, James Bullard, considerado como una de las voces más duras, afirmó el jueves que “probablemente no sean necesarias las compras de deuda en este momento”.
La economía de EE UU crece con fuerza, para este año la propia Fed espera un aumento del PIB del 7% este año, un alza que en junio revisó desde el 6,5% anterior. Y la tasa de inflación crece a un ritmo interanual del 5,4%, muy por encima del objetivo de estabilidad de precios del banco central estadounidense, del 2%. La recuperación de la economía del país se ha consolidado, después de que la Fed respondiera de forma contundente al estallido de la pandemia con una rebaja a la banda del 0% al 0,25% de los tipos de interés y con unas compras mensuales de deuda que en la actualidad están en los 120.000 millones