Viviendas: reformas que traen salud, ahorro y empleo
Rehabilitación energética para modernizar, por fin, con subvenciones un parque edificado tan viejo como ineficiente
El nuevo Plan de Vivienda y Regeneración Urbana ha llenado de optimismo a patronal y sindicatos de la construcción. “Casi 7.000 millones de euros para un modelo de gestión centrado en la rehabilitación que se lanzará en verano y será un primo hermano del PREE (Programa de Rehabilitación Energética de Edificios) que tramita ahora el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía)”, declaraba Francisco Javier Martín, director general de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), durante la asamblea celebrada por la Asociación de Fabricantes de Materiales Aislantes (Andimat).
Su director, Luis Mateo, asegura que “la industria está preparada y con soluciones probadas. Lo importante es dinamizar la demanda con campañas de comunicación y ayudas directas atractivas, que oscilen entre el 60% y el 75% del coste total”. “Además de reducir la burocracia y agilizar esta financiación por parte de las comunidades autónomas”, subraya.
Una vivienda reformada puede rebajar sus costes energéticos unos 500 euros anuales
España ha estado siempre muy por debajo de la media europea en inversión para rehabilitar un parque inmobiliario que, en un 90%, se levantó antes de que existiera un Código Técnico de la Edificación, “lo que repercute en nuestra salud, seguridad y confort, y va asociado a la pobreza energética de parte de la población”, indica Albert Grau, gerente de la Fundación La Casa que Ahorra.
Según sus estudios, una vivienda reformada puede rebajar sus costes sanitarios y laborales en torno a unos 400 euros al año, “más otros 500 euros de ahorro energético particular”. Para Alfredo Sanz, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica en España (CGATE), la reducción de la demanda de energía debe priorizarse en los hogares vulnerables, “por lo que recomendamos actuar sobre tres millones de viviendas –el 12% de lo construido– y luego extenderlo hasta los ocho millones”.
El último informe elaborado por esta entidad y el grupo Mutua de Propietarios revelaba “una situación alarmante”, en palabras de Jorge Ribas, directivo del área de operaciones: un 8% de los hogares pasa frío en invierno y el 35% no alcanza temperaturas de confort.
Ahora, el 70% de la inversión se destinará a viviendas y el resto, a los edificios públicos. El Gobierno concederá ayudas que van a cubrir entre el 35% y el 100% de las obras. También se incluyen deducciones del 30% para los que frenen sus consumos al menos un 10%, y del 60% para los que mejoren la eficiencia de inmuebles residenciales, ambos casos acreditados con los certificados correspondientes.
“Con este apoyo presupuestario, el sector confirma su importante papel como motor de recuperación tras el Covid”, concluye Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). La oportunidad es única; después de tantos meses confinados se ha tomado más conciencia que nunca de las carencias con las que vivimos.
Oportunidad histórica
Los fondos de recuperación europeos permitirán que el Gobierno gaste 6.820 millones de euros en mejorar casi medio millón de viviendas hasta 2023. Cinco veces más que el ritmo actual.
Puestos de trabajo. Generarían entre 33.000 y 88.000 empleos, un 0,47% más sobre el PIB previsto para 2030.
Mejorar en una letra la calificación energética de un edificio puede reportar un ahorro de 600 euros al año por vivienda, según el Consejo General de la Arquitectura Técnica en España.
La demanda de edificios eficientes ha crecido un 30% por la pandemia, indican en el Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España.