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La cruzada del BCE contra los préstamos arriesgados tiene límites

Si Fráncfort se muestra muy duro, mermará aún más los ingresos de entidades en apuros y trasladará el problema a otra parte

El principal supervisor bancario de Europa, Andrea Enria, le preocupa la exposición de los bancos a empresas muy endeudadas. Pero hay que tener cuidado con la mano dura. Si se muestra demasiado rígido, mermará aún más los ingresos de grupos ya en apuros como Deutsche Bank y trasladará el problema a otra parte.

Enria, que preside el Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, afirmó el viernes que tantos años de tipos bajos ha vuelto complacientes a las entidades crediticias. Su principal queja es la financiación apalancada, en la que los bancos proporcionan fondos para adquisiciones de empresas.

Los grandes bancos como Deutsche Bank y BNP Paribas dirán que solo mantienen los préstamos en torno a un mes antes de venderlos a fondos y aseguradoras. Incluso durante la crisis de la Covid-19 la primavera pasada, no fueron muchos los préstamos que se enquistaron en la contabilidad de los bancos, según los propios banqueros, pero la intervención sin precedentes de los bancos centrales fue de gran ayuda.

El riesgo, sin duda, está aumentando en el sector. El BCE calcula que en más de la mitad de las adquisiciones en el cuarto trimestre de 2020 el endeudamiento superó 6 veces el resultado bruto de explotación, o EBITDA, de la empresa adquirida, mientras que el BCE recomienda que las operaciones con ese volumen de deuda sean “excepcionales”. Enria estima que en torno al 97% de las operaciones del primer trimestre iban “ligeras de pactos”, es decir, que la protección para el banco era mínima.Y el mercado no para de crecer. Los préstamos apalancados europeos pendientes de amortizar alcanzaron los 245.000 millones de euros en mayo frente a los 139.000 millones de euros de finales de 2017, según el Índice Europeo de Préstamos Apalancados de la unidad LCD de S&P Global. Si incluimos las líneas de crédito no dispuestas, la exposición de los grandes bancos a financiación apalancada equivalió al 50% de los recursos propios básicos (Tier 1) en 2019, según cálculos de la Autoridad Bancaria Europea.

Enria amenaza con implantar requisitos de capital más elevados, a menos que los bancos controlen el riesgo. Pero podría tener dificultades para tratar con demasiada dureza a los incumplidores. Dado que la mayoría de las operaciones en el mercado ahora incumplen lo que el BCE define como apalancamiento excesivo, Deutsche y otros bancos perderían muchísimo negocio en un momento en el que los tipos bajos erosionan la rentabilidad. Según el BCE, los bancos europeos apenas consiguieron una rentabilidad sobre recursos propios del 5% en el cuarto trimestre de 2019, es decir, la mitad de su coste de capital.

Unas medidas más duras aumentarían el riesgo para los fondos de crédito privado y otros bancos en la sombra, que manejan en torno a 1 billón de dólares en activos, según cálculos de Preqin. La debacle de Greensill Capital sufrida por Credit Suisse muestra que los batacazos en este sector pueden salpicar al sistema bancario principal si no se vigila adecuadamente a los mercados. Enria ha identificado el problema, pero quién sabe si se cumplirá aquello de perro ladrador, poco mordedor.

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