El administrador concursal actúa para que evitar que los minoritarios controlen Abengoa
EY Abogados pide la suspensión de las facultades del consejo de administración de la matriz
El control de la matriz de Abengoa continúa siendo objeto de disputa, a pesar de que está en concurso de acreedores desde el pasado 26 de febrero. La sindicatura de accionistas minoritarios, AbengoaShares, que agrupa a un 21% del capital, solicitó una junta extraordinaria el 21 de mayo, y el administrador concursal, EY Abogados, ha pedido al juez de lo mercantil que los consejeros pierdan todo poder de gestión en la compañía, según comunicó a la CNMV en la madrugada del lunes al martes. Así, la posible llegada a la presidencia del líder de la agrupación, Clemente Fernández, no tendría ningún efecto.
Abengoa se ha convertido en un tablero de ajedrez para accionistas de la matriz, acreedores de la filial operativa, Abenewco 1, y para el propio Gobierno, decisivo en el potencial salvamento del grupo de ingeniería de la mano de través de sus distintos vehículos, como la aseguradora Cesce, el ICO o el fondo de rescate de la SEPI. Cada uno sigue su estrategia, y, en muchos casos, sus intereses son divergentes.
Ante la última petición de una asamblea extraordinaria, después de que el tribunal que lleva el caso decidiera suspender la del pasado 4 de marzo, EY Abogados, que lleva las riendas del concurso en el día a día, ha solicitado al juez cambiar el "actual régimen de intervención al de suspensión de las facultades de la concursada sobre la masa activa". Es decir, que los consejeros serán apartados en la práctica de la gestión.
"En este régimen si hubiera un cambio en el consejo de administración no tendría apenas efectos prácticos, aunque así se decida en la junta general, que en teoría debe seguir celebrándose. En todo caso, esta no puede adoptar acuerdos con efectos económicos para la sociedad", señala un abogado experto en concursos de acreedores. Al mismo tiempo, las filiales quedarían bajo el régimen de intervención, de manera que sus directivos no podrán tomar ninguna decisión sin pasar antes por la luz verde de EY.
Con esta maniobra, siempre que el juez la acepte, se dejan las manos libres al administrador concursal para vender los activos o la compañía sin necesidad de preguntar al consejo. Aquí es donde aparece la oferta de rescate de Abenewco 1, la filial con los activos valiosos, por parte de Terramar, a la que los minoritarios de AbengoaShares se han opuesto contra viento y marea.
El fondo californiano presentó el 17 de mayo su oferta vinculante ante la CNMV por Abenewco con la aportación de 200 millones de euros entre créditos y capital. La última palabra será del Gobierno. No habrá ningún tipo de rescate sin la SEPI, que debe aportar 249 millones, el ICO y Cesce, que han de blindar unos 300 millones de euros entre avales y liquidez para posibilitar el rescate. Terramar, con sede en California, se quedaría con el 70% de Abenewco, y el 30% restante pasaría a manos de los acreedores, según la última hoja de ruta del fondo estadounidense.
Mientras, la propuesta alternativa a la de Terramar –diseñada por los Amodio y la propia AbengoaShares y en la que los máximos accionistas de OHL finalmente optaron por no participar– intenta buscar un socio con la ayuda del bufete Pérez-Llorca. Ultramar EPI, firma de origen mexicano, al igual que la familia Amodio, mantiene la esperanza de lograr aliados para hacerse con Abengoa.