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Concurso

El juez suspende la junta de Abengoa que hubiera dado el poder a los minoritarios

La asamblea del próximo 4 marzo, que tenía previsto el nombramiento como presidente de Clemente Fernández, no se celebrará

Planta solar de Atlantica Yield.
Planta solar de Atlantica Yield.EL PAÍS

No habrá junta extraordinaria de accionistas de Abengoa el próximo 4 de marzo. Esta es una de las medidas que sopesaba el juez de lo mercantil Miguel Ángel Navarro Robles publicadas ayer por CincoDías. Los minoritarios han sido sacados, de momento, de la ecuación. La misión ahora es salvar la filial operativa Abenewco 1. La matriz, suspendida de negociación desde el 14 de julio, ya está oficialmente en concurso, según ha informado la empresa a la CNMV.

El tribunal de mercantil de Sevilla número 3 ha acordado la suspensión cautelar de la asamblea "dadas las diferencias sobre el futuro de la sociedad entre los socios y, hasta que pueda ser, en su caso, convocada y celebrada con la asistencia y participación debida de la administración concursal que resulte designada", ha señalado Abengoa al supervisor de los mercados este viernes.

La cabecera del grupo, en preconcurso de acreedores desde el pasado 18 de agosto, ya ha pasado a estar oficialmente en concurso, después de que así lo solicitara la empresa el pasado lunes. Abengoa SA, que lleva sin cotizar desde el pasado 14 de julio por orden de la CNMV, conservará las facultades de administración y disposición sobre su patrimonio, pero estarán sometidas a la intervención de la administración concursal.

Ahora le toca a la CNMV proponer tres posibles administradores concursales al juez. El modus operandi habitual es que el supervisor elija a los candidatos a través de un concurso. La firma registró un patrimonio neto negativo de 388 millones de euros a cierre del año pasado, de manera que se vio obligada a solicitar el preconcurso.

Suspender la junta supone alejar a AbengoaShares, con un 15,6% de Abengoa que aglutina a minoritarios de la compañía, del control de la matriz y facilita un acuerdo entre los acreedores. La compañía, asesorada por Ramón y Cajal Abogados en su estrategia procesal, ha logrado hacer de la necesidad virtud y evitar que los minoritarios, indeseados por una parte de los acreedores, entre ellos Banco Santander, tengan la presidencia de la matriz. Ahora todos sus esfuerzos se centrarán en salvar Abenewco 1, la filial operativa y de la que dependen la mayor parte de los 14.000 empleados del grupo, según fuentes financieras.

Desde las administraciones públicas, con el ICO y Cesce a la cabeza, y desde los acreedores, con CaixaBank, Bankia, KKR, Bankinter y Crédit Agricole, entre otros, siempre se ha visto a los accionistas díscolos como un torpedo en la línea de flotación del tercer plan de rescate de Abengoa. Las amenazas de que se hicieran con el control desencadenaron el lunes pasado que varios acreedores retiraran el waiver (bula en la obligación de pago) de varios acreedores para aplazar la firma del salvamento.

El plan de los acreedores pasaba por la inyección de liquidez y avales inyectados por los acreedores y blindados por el estado. Y contemplaba dejar como mero cascarón a Abengoa SA, la empresa cotizada, que se quedaría como único activo el 2,7% de la filial operativa, Abenewco 1. Los minoritarios más rebeldes, liderados por Clemente Fernández, a través de la sindicatura AbengoaShares, se han opuesto a esto y exigen un mayor porcentaje en la matriz.

Fórmulas para salvar los activos

 

Esfera patrimonial. Al margen de que no llegue a consumarse el concurso de acreedores (complicado, una vez que el juez ya lo ha declarado de forma oficial), la fórmula más obvia para salvar la actividad de Abengoa es sacar a la filial operativa de la esfera patrimonial de la matriz, que es la que ha pedido el concurso. “La ley concursal lo permite siempre que sea a precio de mercado. Los mismos acreedores de la matriz pueden ejecutar la compra antes incluso de que se declare el concurso, ni siquiera es necesario que paguen al contado, pueden realizar la compra a plazos”, explica Carlos Pavón, socio director de Gaula Abogados, experto en derecho concursal.

Transacción. El quid está en el “precio de mercado”, que deberá ser respaldado por un experto independiente. Los compradores deben ser exquisitos en el cumplimiento de esta premisa para evitar problemas una vez que el proceso judicial haya arrancado. Se arriesgan a que todo se vaya al traste una vez que el administrador concursal haya sido designado por el juez y revise la operación.

 

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