Aenor certifica la calidad ambiental de la planta de Ence en Pontevedra dos días antes del fallo judicial
El TC analiza el martes los recursos para revocar la prórroga de la instalación. La firma destaca la caída del 38% en emisiones olorosas
Semana decisiva para el futuro de la planta de Ence en Pontevedra. Mañana martes está previsto que la Audiencia Nacional analice los recursos que han presentado la Asociación Pola Defensa da Ría de Pontevedra, el Ayuntamiento de Pontevedra y Greenpeace para evitar la prórroga de la concesión y que la instalación cierre definitivamente en 2033. La decisión final, que podría demorarse unos cuantos días, puede definir el futuro de la planta y de las 5.000 familias que dependen de la misma.
La sentencia puede dar la razón a los demandantes, lo que implicaría que la concesión de la actividad en dominio público marítimo-terrestre finalizaría en 2033, tal y como defienden, o bien, tal y como reclama Ence, atender los argumentos de la compañía, que asegura que cumple con todos los requisitos ambientales y que, por lo tanto, se debe agotar hasta 2073 la prórroga concedida por el Gobierno del PP en 2016.
En el otro lado, los demandantes consideran que la empresa desarrolla una actividad industrial incompatible con el dominio público marítimo terrestre y que puede tener otra ubicación, un extremo también defendido por la Xunta de Galicia. Asimismo Greenpeace asegura que esta concesión de prórroga entra dentro de los usos no autorizados en el dominio público, según el artículo 31.2 de la Ley de Costas, por lo que esta organización cree que el Gobierno no debía haberla concedido la prórroga en 2016.
Por su parte, la compañía exige seguridad jurídica para seguir apostando por la planta y defiende las cuantiosas inversiones realizadas para reducir el impacto medioambiental de la instalación. Ence informó ayer que la planta de Pontevedra ha vuelto a ser certificada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor). que también ha garantizado que la biofábrica cumple con la certificación ISO 14.001 de sistemas de gestión ambiental.
Entre los resultados destaca la reducción de un 38% de las emisiones olorosas, que ya se limitan a 1,4 minutos de media al día frente a los 2,3 minutos de 2019. Asimismo, el principal indicador de la calidad del efluente, los residuos líquidos que proceden del la planta, ha mejorado en 2020 en un 87% el rango superior de referencia que marca la normativa europea de mejores prácticas ambientales del sector.