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El Foco
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La neutralidad climática de China, una gran ocasión para las empresas españolas

La transformación que afronta el país hasta 2060 es una puerta para las compañías con experiencia en renovables e infraestructuras

China ha arrancado un viaje de no retorno hacia la neutralidad climática en 2060. Para ello, el principal emisor de carbono del planeta impulsó en septiembre de 2020 el Plan de Transición Energética de China en la 75ª Asamblea General de la ONU. Una hoja de ruta para que tanto las entidades públicas como las empresas privadas cumplan con el objetivo que se han marcado para 2060.

La segunda potencia económica mundial cuenta ya con un ambicioso plan de electrificación del transporte tanto por carretera como por ferrocarril. De hecho, casi todos los viajes de pasajeros en tren deberán estar electrificados antes de 2050. Por otro lado, el uso de los combustibles sintéticos, hidrógeno y los biocombustibles impulsarán la descarbonización de la aviación y el transporte de larga distancia en China.

Para lograr la descarbonización en 2060, China está apostando por un cambio decidido hacia una economía más circular. Buena prueba de ello son las inversiones que se están llevando a cabo en I+D y el plan de transición energética. Semejante volumen de inversión supone una excelente oportunidad para las empresas españolas, ya que cuentan con gran capacidad técnica y know how en los ámbitos de energías renovables e infraestructuras.

El sector energético de España es puntero en el transporte de electricidad, y con empresas que han liderado el desarrollo de centrales termosolares con capacidad de almacenamiento. En este sentido, China invertirá y actualizará la red eléctrica para reforzar la integración de la energía renovable en el sistema y aumentar la eficiencia energética en la distribución y almacenamiento de la electricidad. Se trata de un gran reto porque la generación de energía renovable está mayormente concentrada en el oeste del país y el consumo en la zona costera.

No podemos olvidarnos de otras fuentes de energía muy desarrolladas en España, como la eólica. En la actualidad, el 21,7% de la electricidad se genera a través de las turbinas de viento. Algunas empresas españolas son pioneras en eólica marina, lo que ha favorecido la exportación de productos de alta tecnología a muchos rincones del mundo. En el caso de China, impulsada por el apoyo gubernamental, la energía eólica marina es un segmento de rápido crecimiento en los últimos años y seguirá siéndolo en la próxima década.

Otro sector que puede encontrar muchas oportunidades en la transición energética del país mandarín es el de la movilidad. España cuenta con un buen conocimiento en el desarrollo de ciudades inteligentes y, cómo no, en tecnología e ingeniería relacionadas con la alta velocidad. Un claro ejemplo es la red de gestión inteligente Railway Smart Grid, que contribuye a automatizar el mecanismo de control y a optimizar el consumo eléctrico ferroviario.

Además, algunas de las compañías de nuestro país aspiran a desarrollar con fondos europeos el tren y los buses de hidrógeno verde, y la electrificación de aviones de pequeño tamaño para vuelos regionales.

Y, por último, el sector de los servicios medioambientales. También numerosas empresas españolas cuentan con experiencia en la construcción con materiales reciclados y la fabricación de elementos biodegradables para sustituir a los plásticos. China está desarrollando ciudades piloto libre de residuos, como Shanghái, Pekín o Hangzhou, que requerirán el expertise de las compañías más avanzadas del sector.

Los fondos europeos y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia suponen una gran oportunidad para el tejido empresarial español. Pero las empresas de nuestro país no pueden descuidar las enormes oportunidades que van a surgir fuera de nuestras fronteras, como el plan de transición energética de la primera potencia asiática. Cada vez son más las compañías que intentan dar el salto a China gracias al acuerdo de inversión entre la Unión Europea y el Gobierno de Pekín. Otro acicate más para tener en cuenta las grandes oportunidades que ofrece China.

David Höhn es socio responsable de la práctica china de KPMG en España

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