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Plan España 2050: retos y oportunidades para las empresas

La inversión en I+D+i y en capital humano es el eje clave de la estrategia

Getty Images
Marta Yoldi

El pasado mes de mayo, el Gobierno español presentó el plan España 2050, en el que se despliegan 50 objetivos que permitirán "convertir al país en una de las regiones más avanzadas de Europa". El documento, en el que han participado más de un centenar de expertos de diversas disciplinas académicas, trata de definir los retos a los que se enfrenta España en las próximas décadas. “Representa un ejercicio de análisis de lo que se está haciendo y de lo que hay que hacer para afrontar los problemas”, explica Carolina Villegas, profesora titular del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade y una de las especialistas participantes en la elaboración de esta estrategia.

El texto considera que el país tiene ante sí nueve desafíos de suma importancia: aumentar la productividad; conquistar la vanguardia educativa; mejorar la formación y la recualificación de la población; lograr una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático; preparar el Estado del Bienestar para un sociedad más longeva; promover un desarrollo territorial equilibrado, justo y sostenible; resolver las deficiencias del mercado de trabajo y adaptarlo a las nuevas realidades sociales, económicas y tecnológicas; reducir la pobreza, la desigualdad y reactivar el ascensor social; y ampliar las bases del bienestar futuro. Se trata de todo un catálogo de retos socioeconómicos, “aunque en general, los nueve afectan más o menos a la economía”, declara Carlos Victoria, economista e investigador del Centro de Políticas Económicas de The Esade Centre for Economic Policy (EsadeEcPol).

La importancia que se otorga en este plan al crecimiento económico aporta una idea sobre el hecho de que el primer desafío es el llamado “ser más productivos para crecer mejor”. El gran perjuicio que se identifica es la baja productividad de la economía española. La clave está en que tiene que crecer un 50% respecto a la tasa actual en las próximas tres décadas. “La productividad, entendida como el conjunto de factores que llevan a producir más, es lo que se quiere potenciar en estos años”, indica Villegas.

Para ello se pone énfasis en que las empresas españolas han de crecer en tamaño. “Nuestro tejido empresarial está formado por pequeñas y medianas empresas (pymes), al igual que en el resto de Europa. La diferencia es que la mayoría de las nuestras son demasiado pequeñas, abunda la micropyme”, expone la profesora de Esade. “Ahora, con la llegada del Fondo de Recuperación Europeo, es el momento de abordar este reto, de invertir más en I+D+i, de digitalizarse y de asignar correctamente los recursos. Es decir, no se trata de aumentarlos sin más, sino de invertirlos bien”, añade.

La profesora pone como ejemplo a un país con un alto nivel de productividad como Estados Unidos, “porque es el que más invierte en investigación y en talento”. Villegas agrega que, en España, la baja productividad se debe, en gran parte, a que el capital no ha llegado a las empresas más productivas.

Capital humano y progreso tecnológico

El economista Carlos Victoria también comparte esta visión y señala que “el problema que tenemos con la productividad es que impacta en el crecimiento empresarial, en los salarios y en la adopción de la tecnología”. Para este experto, existen dos elementos fundamentales: invertir en capital humano y en progreso tecnológico. No es casualidad, destaca, que aparezcan como segundo y tercer desafíos en el plan España 2050 “conquistar la vanguardia educativa” y “mejorar la formación y la recualificación de la población”.

En lo que ambos coinciden es en que “hay que empezar ya a tomar estas medidas básicas, como la digitalización a gran escala, promover la tecnología en el tejido empresarial y capacitar y formar a los trabajadores”, aunque algunas tarden en surtir efectos palpables. Asimismo, estos expertos opinan que la prospectiva realizada en el documento recoge muchos de los objetivos contenidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), enviado por el Gobierno a la Comisión Europea como paso previo a la recepción de las ayudas del plan europeo también conocido como Next Generation EU.

Las compañías están condicionadas a crecer de manera sostenible y con tecnología y “esto supone un gran reto pero también una oportunidad para las empresas”, considera la profesora Villegas. “La pandemia ha adelantado procesos, ya que el 40% de las compañías ha implantado el teletrabajo o ha tecnificado sus sistemas de pagos, por ejemplo. Todo ello debería mantenerse”, sostiene.

Victoria también subraya el aumento de la tasa de actividad, sobre todo de mujeres, jóvenes y personas mayores de 55 años, el incremento de capital físico y de infraestructuras y la adaptación de las instituciones como otras medidas tendentes a afrontar el crecimiento del país y que están incluidas en el documento.

Modernización y cultura empresarial

Otra de las propuestas del plan España 2050 es realizar “una fuerte modernización del tejido productivo y de la cultura empresarial”. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) asegura que, “desde un punto de vista técnico para la visión a largo plazo de España, resultan críticos el reconocimiento y el estímulo de la empresa como principal agente generador de bienestar social y de cambio y de modernización de la economía española”.

La CEOE añade que “la España 2050 será la resultante del esfuerzo inversor y de las mejoras de eficiencia y competitividad alcanzadas en las empresas” y concluye recordando que “los países prósperos coinciden en disponer de un tejido empresarial especialmente productivo, por lo que la España del futuro no será sino la suma del éxito de las empresas del futuro”.

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