La industria alimentaria facturó un 5% menos pese a las exportaciones y el consumo en casa
La industria espera poder vacunar a sus empleados a través de las mutuas este verano
La industria de alimentación y bebidas sufrió un recorte de su facturación del 5% en 2020, descendiendo hasta los 129.854 millones de euros, según los datos publicados este martes por la patronal del sector, FIAB. La pandemia afectó de forma directa poniendo freno a una tendencia ascendente de seis años consecutivos, pese al crecimiento del consumo doméstico y también de las exportaciones.
Sin embargo, la caída de la hostelería y del turismo provocaron que el año cerrase con retrocesos. Ambos sectores son "clientes fundamentales de la industria de alimentación y bebidas y de los que dependen una parte notable de las ventas", dice el informe anual de FIAB, que añade que "han tenido un efecto señalado en la evolución de la demanda, ya que las compras realizadas por los hogares españoles y el buen comportamiento de las exportaciones no han sido capaces de amortiguar parcialmente el desplome". Una caída que es aún mayor en el valor añadido bruto, que alcanzó el 8,4% o 2.200 millones, debido a que esas ventas dirigidas al sector turístico generan un mayor valor que las dirigidas al consumo doméstico.
Este experimentó un incremento del 19% en el gasto medio per cápita, que pasó de 1.352 euros a 1.609. También creció de forma relevante un eje clave para el sector: las exportaciones. En un año difícil, estas mejoraron un 4,4% superando los 33.000 millones, lo que sumado a la caída de las importaciones generó una balanza comercial de 12.600 millones. Uno de los motivos es el crecimiento de la exportación de productos porcinos, especialmente a China por la peste porcina africana, que derivó sus compras a España. Esto hizo que las ventas al gigante asiático creciesen un 67%, según ha explicadl el director general de FIAB Mauricio García de Quevedo. Otros mercados que también mostraron un buen comportamiento fueron Canadá, Marruecos o incluso Francia, principal comprador. También Reino Unido, con un incremento del 6% aunqnue explicado por el efecto acaparamiento provocado por el Brexit.
García de Quevedo prevé "un buen año" para la exportación en 2021, sobre todo por el efecto de la desaparición de los aranceles de EE UU a productos como el aceite o el vino. Respecto a la recuperación de la facturación del sector, este explicó que dependerá de la vuelta del turismo o de los avances en la vacunación. Fernando Miranda, secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, apuntó que para recuperar la tendencia en la que llegaba el sector antes de la pandemia, aproximándose a los 140.000 millones, habrá que esperar a 2022 o 2023.
Vacunación
Respecto a la vacunación, García de Quevedo ha mostrado su ánimo de que las empresas agroalimentarias puedan empezar a vacunar a sus empeados a través de las mutuas durante el verano. Este ha recordado que el acuerdo entre CEOE y el Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social, marca que ese proceso podrá comenzar cuando la recepción de vacunas sea suficiente para que la vacunación general no se resienta.
"Si el presidente del Gobierno ha dicho que habrá inmunidad de rebajo en 100 días, eso no se puede lograr sin vacunar el sector empresarial. Vamos a dar el beneficio de la duda y que haya vacunas suficientes en ese periodo", ha dicho García de Quevedo.