Tesla, aún en el dilema entre el futuro y la realidad
Los analistas ven en sus nuevas fábricas y en la renovación de modelos la senda de un beneficio más sólido que no dependa de la venta de derechos de emisiones o del bitcóin
Son pocas las empresas en el mundo que encienden pasiones con seguidores acérrimos y detractores de sus excesos, como es el caso del fabricante estadounidense de coches eléctricos Tesla. También ayuda un máximo ejecutivo singular como Elon Musk, una especie de visionario de la nueva economía que, entre otras extravagancias, invierte parte de la liquidez de la empresa en criptomonedas y espera lanzar una misión a Marte en 2024.
Cambiando el orden de los factores, tal vez en el caso de Tesla sea interesante empezar por el final de cualquier análisis: las recomendaciones. El pasado lunes presentó resultados y mientras el analista de Morgan Stanley le da un precio objetivo por acción de 900 dólares, su colega de JP Morgan lo sitúa en 155 dólares.
El consenso de Bloomberg coloca el precio a un año en los 627,10 dólares, frente a los 700 dólares en los que se mueve actualmente su cotización. Una división de opiniones muy exagerada, incluso para un valor tecnológico que en los últimos 12 meses ha subido en Bolsa el 341,4% y llegó a tocar máximos de 900 dólares, aunque en este 2021 pierde el 12% de su valor. Cuenta además con una capitalización de nada menos que 687.000 millones de dólares que la aleja de las tradicionales automovilísticas.
Tesla ganó en el primer trimestre del año 438 millones de dólares, encadenando siete trimestres de beneficios. Pero el dato esconde 101 millones ganados por la venta del 10% de su cartera de bitcóins, que asciende a 1.500 millones, así como los 518 millones de dólares que se ha apuntado por colocación de derechos de CO2 a otros fabricantes de automóviles. También menores impuestos de los esperados ayudaron al resultado final.
Tras ese paréntesis de beneficios extraordinarios, los analistas se fijan en el negocio de los coches eléctricos, sobre el que se muestran optimistas. Tesla marcó un récord de entregas con 185.000 vehículos en el trimestre (un 109% más) y una producción de 183.338 unidades, todas ellas del Model 3 y Model Y, modelos con menos margen. La compañía está a la espera de empezar a entregar este mayo los nuevos Model S y Model X, sus vehículos más caros.
Un informe de esta semana del banco Credit Suisse se muestra neutral con las acciones de Tesla a las que da un precio objetivo de 800 dólares. El analista destaca un beneficio por acción (BPA) de 93 céntimos, frente a los 80 céntimos del consenso del mercado, y una buena evolución de su margen bruto. Considera que el discurso de Tesla no se ve alterado en este trimestre (promete un crecimiento de ventas del 50% anual). “Tesla mantiene su perspectiva para 2021 y el lanzamiento de capacidad en sus nuevas plantas de Austin y Berlín en marcha, lo que implica que la narrativa está intacta”. Y añade: “Combinando las nuevas factorías con la expansión en Shanghái, estimamos que Tesla saldrá de 2021 con una capacidad instalada de 1,44 millones unidades frente a 1,05 millones en la actualidad”.
También Goldman Sachs apuesta por Tesla tras los resultados y sube su precio objetivo a 12 meses hasta los 860 dólares desde los 835 anteriores. “Creemos que Tesla está bien posicionada para mejorar los márgenes de los automóviles a lo largo del tiempo impulsada por la escala (nuevas fábricas en Shanghái, Berlín y Austin), mejor estructura de costes de baterías y ciclos de sus productos, con costes similares entre las gamas más baratas y más caras”. Eso sí, destaca como riesgos a la caída del valor: “La tasa de adopción de vehículos eléctricos y la capacidad de Tesla para satisfacer esta demanda dadas las limitaciones de la cadena de suministro”, concluyen.
Más críticos se muestran los expertos de Citi, que en una nota explican que los “resultados sin atípicos del primer trimestre de Tesla estuvieron por debajo del consenso y probablemente se consideren decepcionantes, pero no creemos que el trimestre cambie mucho el debate alcista o bajista de sus acciones”.
Por último, Adam Vettese, analista de la plataforma eToro, destaca el aumento de los márgenes bruto y operativo por encima del consenso, además de superar las expectativas de ingresos con 10.390 millones de dólares. Considera que tiene poca capacidad de subida en estos niveles, pero que la agenda verde del presidente Biden puede ser un acicate para nuevas alzas a medio plazo.
El ojo que conduce
Los gastos de Tesla se incrementaron este trimestre debido, sobre todo, a la mayor inversión en I+D para sus nuevos modelos y el desarrollo de la batería 4860, más barata y eficiente que las actuales. Pero uno de los grandes frentes que destacan los analistas es el coche autónomo y en este apartado la compañía presidida por Elon Musk ha hecho una apuesta original de la que depende también la marcha de su acción.
Goldman cree que su estrategia de coche autónomo de solo visión, sin apoyarse en radares como hacen otros fabricantes, será un tema de debate entre los inversores sobre el futuro de la firma automovilística. Tesla declaró que espera que su versión V9 urbana esté pronto en las calles de Estados Unidos y explicó cómo el sistema aprende continuamente, por lo que defiende será la opción óptima.
Sin embargo, desde Credit Suisse ven más pegas: hay preocupación por el lanzamiento de funciones que no están completamente validadas y que chocan con normativas como la europea, donde Tesla aún no está autorizada para lanzar esas funciones.