Enel sopesa la compra del 79% de Ufinet por un máximo de 2.100 millones
La ‘utility’ invertirá 40.000 millones en redes y renovables hasta 2023
El máximo accionista de Endesa se guarda una carta en la manga para dar un paso gigantesco en su diversificación. Enel cuenta con la opción de comprar a Cinven el 79% que no controla de Ufinet, uno de los mayores operadores de fibra óptica en Latinoamérica, por un precio de 1.320 a 2.100 millones de euros, en función de una serie de ratios operativas. La utility italiana, que ha declinado desvelar si finalmente firmará la compra –tiene de plazo hasta finales de año–, prevé invertir unos 40.000 millones de euros en redes y energías renovables en los próximos tres años.
El boom de las infraestructuras de telecomunicaciones es planetario. Red Eléctrica prepara la venta de un 40% de su filial de fibra, Reintel, valorada en unos 1.200 millones, como publicó CincoDías el pasado 21 de abril. EQT está en pleno diseño de la desinversión en Adamo, mientras que Euskaltel ha paralizado la venta del 49% de su infraestructura ante la opa que le ha lanzado MásMóvil.
Enel, que controla el 70% de Endesa, vio el negocio hace unos tres años, cuando adquirió el 21% de Ufinet a Cinven por 150 millones. Y ahora puede rematar la jugada con la adquisición del 79% que le falta. La gestora británica de capital riesgo se autocompró en mayo de 2018 el negocio en Latinoamérica de Ufinet, al pasar esa participación de su fondo V al VI, tras el correspondiente desembolso. Así, un vehículo hacía caja con jugosas plusvalías, de unos 1.100 millones, incluyendo también la división en España –que se quedó Antin y que rebautizó como Lyntia–, al tiempo que el otro apostaba por seguir haciendo crecer la compañía en su división internacional.
Cinven jugó bien sus bazas al comprar el negocio de fibra óptica a Gas Natural Fenosa en 2014 por unos 500 millones de euros. Y ahora espera que su aliado en el capital de Ufinet mueva ficha. La estrategia de Enel está trazada: crecer con inversiones de unos 40.000 millones entre este año y 2023 con la diana en el “desarrollo de las energías renovables, la fibra óptica, la movilidad eléctrica y los sistemas de flexibilidad”. En otro documento señala incluso que busca “acelerar el crecimiento del sector de banda ultraancha en Latinoamérica”.
Con todo, Enel prefiere mantener bajo la manga sus cartas. Un portavoz de la compañía ha declinado hacer comentarios sobre la posibilidad de llegar a ejecutar o no la adquisición del porcentaje que no controla de Ufinet.
El precio será crucial, aunque las últimas operaciones hacen prever que la horquilla se moverá hacia la parte alta. Los negocios de fibra óptica han sido especialmente resistentes a la crisis provocada por el Covid, y, desde que se desgajó, Ufinet Internacional ha crecido de forma notable. Ahora cuenta con más de 75.000 kilómetros de fibra en 17 países al otro lado del Atlántico, frente a los 50.000 kilómetros que exhibía en mayo de 2018.
La gestión ha sido conjunta entre Cinven y Enel, puesto que, pese a la posición minoritaria de la compañía que dirige como consejero delegado Francesco Starace, se repartían al 50% los derechos de voto en la junta de accionistas.
Un activo estrella
Las redes de fibra óptica se han revelado como un activo estrella para los fondos de infraestructuras en los últimos años. El primero fue Cinven, que adquirió Ufinet, la antigua red de fibra oscura de Gas Natural. En 2018 vendió la parte española a Antin y retuvo la pata latinoamericana. El fondo francés también adquirió después la fibra oscura de Iberdrola. MásMóvil vendió una parte de su fibra a Maquarie y Aberdeen, que crearon Onivia. Euskalte, antes de la opa que le ha lanzado su rival, ha tratado de hacer lo mismo y Red Eléctrica ha encargado la venta de una participación minoritaria en Reintel, la filial que controla su fibra óptica. También EQT ha puesto en el mercado Adamo por más de 1.000 millones.