EQT pone en venta el operador de fibra óptica Adamo
La firma sueca de capital riesgo entró en la empresa en 2016; entre los interesados están Lyntia, controlada, por Antin, y Onivia, de Macquarie y Aberdeen
El apetito por los activos de infraestructuras en España tiene un nuevo aliciente. EQT sondea el mercado para poner en venta la operadora de fibra óptica Adamo. Cuenta con 10.000 kilómetros de cable y da servicio a 600 municipios, con presencia en Cataluña, Madrid, Sevilla y Asturias.
EQT se hizo con el control de Adamo España en 2016 a través de su fondo de infraestructuras. Este, que pilota en España Asís Echániz, es también el dueño de Parques Reunidos. Antes lo fue del operador de cable submarino Islalink y de los parkings Parkia. A través de su brazo de private equity, que dirige Carlos Santana, es el dueño de Idealista e Igenomix, a través de su fondo de buyouts (compra de participaciones mayoritarias con deuda), mientras que controla Freepik con su vehículo especializado en compañías de tamaño mediano con un alto potencial de crecimiento.
Cuatro años después, el fondo nórdico se prepara para deshacerse de este activo, según indican fuentes del mercado a CincoDías. Se aprovecha de un momento de voraz apetito por los operadores de fibra. Todo comenzó con la venta de Ufinet, la antigua filial de Unión Fenosa, organizada por parte de Cinven. Este fondo retuvo la parte latinoamericana, mientras que Antin se quedó con la española y constituyó la compañía denominada Lyntia.
Tras la venta de Ufinet, han sido muchas las operaciones similares. MásMóvil se desprendió de dos paquetes de su fibra. En 2019, vendió una parte de su red, que da servicio a 940.000 hogares, por 418 millones. En 2020 creó una joint venture con Orange para desplegar entre 2,2 y 2,75 millones de accesos de fibra entre 2020 y 2023.
Euskaltel, por su parte, ha tratado de hacer lo propio en los últimos meses, antes de la opa lanzada por MásMóvil. Telefónica ha dado entrada en su red brasileña a CDPQ; en la chilena, a KKR; y en la alemana, a Allianz. Algo que de momento no baraja hacer con la fibra española, pero sí con el cable submarino, en un proceso orquestado por Société Générale y Greenhill que está actualmente en marcha. También Red Eléctrica estudia la venta de su red de fibra, englobada en su filial Reintel. Los múltiplos que se están pagando son apetecibles para los vendedores.
Posibles compradores
Fuentes del mercado citan precisamente a Lyntia como uno de los interesados en comprar Adamo. Ya ha adquirido las redes de Endesa e Iberdrola y cuenta con una red de más de 40.000 kilómetros. El otro interesado es Onivia, una firma controlada por Macquarie y Aberdeen. Cuenta con las 940.000 unidades inmobiliarias adquiridas en 2019 a MásMóvil. Tampoco se descarta que concurran en el proceso otros fondos internacionales, como Infravia, First State o Fiera Capital, que ya participaron en la subasta de la fibra de Euskaltel.
Bajo la batuta de EQT, que adquirió Adamo en 2016 de la matriz sueca, la firma ha llevado a cabo una intensa campaña de adquisiciones. Entre otras, ha firmado acuerdos con Viesgo y MásMóvil y ha adquirido la fibra de Telecable en Andalucía y las firmas Fibranet y Fibramedios. En 2020, cerró una nueva financiación por 250 millones para repagar créditos anteriores y financiar su crecimiento.
El principal atractivo de Adamo para los posibles compradores es su presencia en zonas de la España vacía, como en Asturias o Andalucía, que ha potenciado con recientes adquisiciones. Esta posición da una ventaja a Adamo a la hora de competir por los fondos europeos Next Generation. Y es que el despliegue de redes de fibra óptica por la llamada España vacía es uno de las iniciativas que el Gobierno quiere potenciar a través de los fondos europeos.
Las cifras de la compañía
Adamo. EQT controla Adamo a través de una firma con sede en Países Bajos. En España cuenta con dos sociedades. Una es Adamo Telecom, que en 2019 registró pérdidas por 4,9 millones, tras no haber registrado ingresos en ese ejercicio. Tiene una participada, que es la firma Adamo Telecom Iberia, que perdió 6,4 millones en 2019. Sus ingresos fueron de 30,42 millones, el doble de lo registrado el año anterior. La mayor parte de su negocio está en España, con 9,6 millones de clientes y 44.000 conexiones. En 2019 duplicó el número de clientes y de hogares conectados. A cierre del mencionado ejercicio, contaba con una caja de 3,34 millones. La compañía firmó en 2020 un contrato de financiación por 300 millones con el que canceló la deuda financiera anterior, por 100 millones.