Atlantia pide más detalle a ACS sobre su intención de ofertar por Autostrade
La italiana evalúa mañana la oferta vinculante de CDP y fijará fecha para la junta de la venta
El consejo de administración de Atlantia ha requerido a ACS que concrete sus intenciones sobre Autostrade per l’Italia (ASPI), la filial concesionaria con 3.000 kilómetros de autopistas de peaje repartidas por todo el país transalpino. El grupo de la familia Benetton tiene prisa por saber con qué cartas juega frente al Gobierno de Mario Draghi la partida de la desinversión forzosa en ASPI. La venta evita la reversión de los activos, pero es parte del castigo por el grave siniestro del hundimiento del viaducto Morandi ocurrido en Génova en agosto de 2018.
Hasta ahora han trascendido dos comunicaciones de ACS coincidiendo con sendas reuniones del órgano de decisión de Atlantia. En la primera puso una cifra, de 9.000 a 10.000 millones, a su interés por ASPI, y tendió la mano a la pública Cassa Depositi e Prestiti (CDP) para integrar su oferta con la española. En la segunda carta, ACS ratificó su intención de actuar en sintonía con el Ejecutivo italiano. El grupo que preside Florentino Pérez también ha reconocido su interés por fusionar, en una fase posterior, ASPI con su participada Abertis. Pero no hay oferta vinculante aún desde Madrid.
Atlantia vuelve a reunir mañana viernes a su consejo de administración para evaluar la puja vinculante sobre la mesa, de unos 9.100 millones, procedente de CDP y los fondos Macquarie y Blackstone. En ese encuentro también se espera la fijación de la junta extraordinaria de Atlantia, antes del 28 de mayo, para someter a votación la citada propuesta vinculante o decidir otras vías para la desinversión de ASPI.
El reloj corre para ACS, que cuenta con el asesoramiento de Société Générale para estructurar la oferta al tiempo que se estudian aspectos esenciales para dar el paso definitivo: los litigios de Atlantia por el colapso del viaducto de Génova; el estado del balance tras el paso de la pandemia o el plan industrial de ASPI, cifrado en 21.400 millones, hasta que en 2038 finalice su plazo concesional.
CDP celebraba a última hora de ayer un consejo extraordinario del que se esperaba escasa novedad respecto a su interés por Austostrade.
Con las espadas en todo lo alto, la prensa italiana recoge que las diferencias entre las pretensiones de Atlantia y la propuesta abanderada por la entidad estatal apenas se deben al dinero que la concesionaria debería dejar en depósito ante posibles litigios por el suceso de Génova y a la incidencia de la crisis sanitaria en las cuentas de ASPI. La distancia se ha cifrado en unos 400 millones de euros, un 4,4% sobre los 9.100 millones de la cifra ofertada.
La decisión de someter a la junta el plan de CDP u otros acercamientos a ASPI se debe, esencialmente, al calado de la desinversión y a la posición de uno de los accionistas de referencia, el fondo TCI, a favor de vender en el mercado al mejor postor. Desde TCI se ha insistido al Gobierno italiano en los últimos días que no presione y eluda interponerse ante los intereses de los partícipes de Atlantia.