La reforma ha sido dirigida por el arquitecto Rafael de La-Hoz, que ha preservado el carácter único belle-épôque del edificio y el espíritu original concebido por César Ritz, y la interiorista francesa Dorothée Boissie, del estudio Gilles & Boissier. El hotel cuenta con 153 habitaciones lujosamente decoradas, incluyendo 53 suites, cuyo precio por noche parte de los 650 euros, espacios y salones para eventos, además de la cubierta de cristal en el centro del hotel que permitirá que la luz entre en el salón, tal y como estaba cuando se inauguró el hotel en 1910, convirtiéndose desde el primer momento en uno de los hoteles más elegantes de Europa.Otro cambio importante ha sido el traslado del restaurante al espacio original, con acceso directo a la terraza. La oferta gastronómica es uno de los puntos fuertes del hotel. De ella se encarga el cocinero Quique Dacosta (tres estrellas Michelin, por su restaurante en Dénia), que ha diseñado una ambiciosa propuesta culinaria repartida en tres restaurantes y dos bares de los que dispone el hotel. En el restaurante principal, Deessa, ubicado en el salón Alfonso XIII, con sus vistas al jardín, ofrece dos menús degustación, a partir de 180 euros: Clásicos Quique Dacosta y Contemporáneo QDRITZ.Por primera vez en su historia, el hotel ofrecerá un exclusivo spa con una piscina interior, gestionado por The Beauty Concep, al frente del cual está la emprendedora Paz Torralba.Al tradicional corte de la cinta de inauguración asistieron este jueves James Riley, consejero delegado del grupo Mandarin Oriental, quien aseguró durante la presentación que el momento es complicado, “pero vendrán años mejores en los que poder brindar”, Greg Liddell, director del hotel madrileño, Pablo Bravo, consejero del grupo Olayan, además del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el director de Turespaña, Miguel Sánz.
