Los cinco ‘annus horribilis’ de la cuota de autónomos en España
Entre 2015 y 2019 los autónomos pasaron a pagar 426,60 euros más al año.
Entre 2015 y 2019, la cuota de autónomos de la Seguridad Social no dejó de aumentar, por diversos motivos. Cinco años en los que se pasó a pagar más de 420 euros más al año, si comparamos la cuota mínima que abonaban estos profesionales en 2015, y la que terminaron pagando en 2019. Concretamente, pasaron a pagar unos 426,60 euros anuales más a la Seguridad Social.
El cambio en las cuotas de dichos ejercicios se debe, principalmente, a la modificación de las bases máximas y mínimas. En el año 2015 la base mínima era de 884,40 euros mensuales, mientras que la máxima era de 3.600 euros al mes.
Subida de las bases desde 2015
En 2016 la mínima subió a 893,10 euros y la máxima, a 3.751,20 euros. Por su parte, en 2017, la base mínima era de 893,10 euros, mientras que la máxima, de 3.751,20 euros.
El cambio de bases se reguló mediante la ley de Presupuestos del Estado. En ese sentido, en el año 2018, las bases mínimas se situaron en 919,80 euros, mientras que las máximas, en 3.751,20 euros. Ya en 2019, el aumento que se produjo supuso que las mínimas alcanzaran los 932,70 euros y las máximas llegaran a los 3.803,70 euros al mes.
Obligación de cotizar por contingencias
Además del cambio en las bases de cotización de los autónomos, destaca la subida en los tipos de contingencias. En el año 2015 se aplicaba un 29,8% al autónomo si no se había acogido ni a contingencias profesionales ni al cese de actividad. En caso de estar acogido a alguna de ellas contingencias, se le aplicaba un 29,3%. Mientras que si no tenía cobertura por incapacidad temporal, el porcentaje era del 26,5%.
En el año 2019 se aprobó un Real Decreto-Ley que hizo obligatorio cotizar por todas las contingencias. La Seguridad Social comenzó a aplicar un 28,30% por contingencias comunes; un 0,90% por contingencias profesionales; un 0,70% por cese de actividad; y un 0,10% para formación, orientación profesional y promoción de la actividad emprendedora. Es decir, la cuota a abonar era el resultado de aplicar un 30% sobre las bases de cotización, que ya venían cinco años en ascenso.
