Escrivá busca cómo ajustar las pensiones de las rentas altas
El ministro considera que la mayor esperanza de vida de quienes ganan más debe reflejarse en una menor prestación
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, presentó ayer en el Congreso de los Diputados los planes de trabajo y calendario de las medidas de reforma de las pensiones que está negociando con los agentes sociales.
En esta comparecencia Escrivá anunció que hay tres cuestiones que, por su dificultad de análisis, se quedarán para el final en esta negociación: la polémica adecuación de las carreras laborales –que ha saltado a la palestra con la posibilidad de elevar el número de años que se tienen en cuenta para calcular la pensión–; el diseño de un nuevo factor de sostenibilidad, que sustituya al de 2013 que no se ha aplicado; y el tratamiento de las bases máximas.
Es precisamente en este último punto donde el ministro planteó “un replanteamiento de las bases máximas” como instrumente para corregir la desigualdad, que según dijo, existe porque la cuantía de las pensiones no recoge lo que defendió como un hecho probado: que las personas con rentas altas o que viven en ciudades de mayor renta, tienen una mayor esperanza de vida.
Así, según un estudio sobre la población estadounidense aportado por el ministro, en EE UU, un hombre en el percentil 80 de ingresos tiene una esperanza de vida 6,4 años mayor que uno en el percentil 20.
Escrivá consideró que esto es una “regresión injustificada en el sistema” que sugirió atajar desacoplando la relación entre base máxima y pensión máxima. Esto es, seguir aumentando las bases de los que más pagan y, que incrementen sus aportaciones, pero al tiempo que sus pensiones (la máxima) no crezcan en la misma proporción. Sin embargo, los expertos conocedores del sistema consideran que este desacople entre las bases más altas --ya un 22% mayores-- y las pensiones máximas restará de manera importante contributividad al sistema.
Escrivá informó asimismo del estado de negociación en el que están el resto de cuestiones que sí se han empezado a discutir. Entre las ya cumplidas citó la financiación con impuestos de los gastos impropios (que ya se costean en dos tercios con la tributación general). Y, también el rediseño del complemento de maternidad de las pensiones, que anunció que estará vigente hasta que la brecha de género de las pensiones –ahora las mujeres cobra un 30% menos de media y en las nuevas pensiones, un 20% menos– se recorte al 5%.