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Sorteo extraordinario

Cómo sacarle el máximo provecho al Gordo de Navidad

Los expertos aconsejan guardar la calma, esperar seis meses antes de tomar ninguna decisión de calado y reservar una buena parte para invertir a largo plazo

EFE

Ganar el Gordo de la Lotería de Navidad no siempre es sinónimo de riqueza a largo plazo. La Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España (EFPA) asegura que el 70% de los premiados tiene mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio. Los 328.000 euros netos del Gordo generan una euforia instantánea, pero al cabo de los meses esa sensación tiende a desaparecer y suele sustituirse por compras compulsivas que de no controlarse pueden acabar, incluso, en cuantiosas deudas. Eso, sin olvidar la celebración del premio: viajes, regalos, los caprichos que anteriormente no se podían adquirir… Aunque este año la dura crisis de la pandemia pueda modificar las pautas de gasto habituales tras el premio.

Para prevenir un gasto sin control, para aquellos premiados más precavidos Paula Satrústegui, socia de asesoramiento patrimonial de Abante, se muestra partidaria a dejar pasar seis meses para comenzar a gastar el dinero. ¿El objetivo? “Tomarse un tiempo para acostumbrarnos a vivir con esa suma de dinero, contextualizarlo en la vida y tomar algo de perspectiva”, afirma.

Una vez transcurridos, Vicente Varó, portavoz de Finect, aconseja dividir el premio en tres partes. Una para caprichos, de en torno al 10%. “Pero lo realmente importante es que tomemos una decisión sobre ese presupuesto. Es decir, que antes de empezar a gastar pongamos límites”, sugiere.

La segunda parte iría destinada a “tapar agujeros”. Es decir, bajar la deuda personal, ya sea con la hipoteca, con créditos personales o devolviendo un préstamo a un familiar. La cuantía dependerá de la situación de cada uno pero tal y como señala Francisco González, director de asesoramiento patrimonial de A&G, dado el entorno de tipos bajos, “puede que no compense eliminar la financiación ajena ya que su coste puede ser ampliamente superado por la rentabilidad de la cartera de inversión”. Eso sin contar, como recuerda Satrústegui, que si la vivienda habitual se compró antes de 2013 cuenta con una ventaja fiscal en el IRPF del 15% anual, lo que suponen 9.040 euros.

“Si no rentabilizamos el premio, pasados 20 años, los 328.000 euros que nos habrían llegado netos por el Gordo equivaldrían a unos 220.735 actuales”, manifiesta Satrústegui. El efecto de la inflación en ese tiempo supone así una pérdida de poder adquisitivo. Por ello, una tercera parte del premio, según Varó, debería destinarse a la inversión a largo plazo. Las opciones son variadas y dependerán siempre del perfil de riesgo. “Una alternativa interesante para invertir puede ser la de hacer una cartera de fondos de inversión, un instrumento interesante desde el punto de vista fiscal”, señala Victoria Torre, responsable de análisis y selección de fondos de Singular Bank. Para ello aconseja diversificar entre monetarios, renta fija, inversiones alternativas, materias primas y renta variable.

Ante los bajos tipos de interés, puede ser conveniente mantener algunas deudas bancarias

De cara a 2021, Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G, prevé un año positivo. “Vamos hacia un ciclo económico expansivo que podría ser largo en el tiempo, aunque bajo en intensidad y apoyado en factores algo artificiales como los estímulos monetarios y fiscales”, afirma. Por ello, aconseja invertir en “renta variable global, gestión activa a través de fondos mixtos y renta fija muy flexible, complementado con algo de inversión alternativa y activos reales, intentando favorecernos de algunas tendencias estructurales como la tecnología y la sostenibilidad”.

La inversión inmobiliaria es siempre la otra alternativa a considerar. “La fiscalidad de la vivienda tiene un atractivo tratamiento para el inversor particular de cara a la jubilación, con la exención de plusvalías para mayores de 65 años en la transmisión de la vivienda habitual, o para la obtención de rentas por alquiler, al estar bonificado el rendimiento neto en un 60%”, certifica González.

Sin embargo, advierte que los inmuebles son susceptibles de depreciación o de quedarse vacíos, incluso si el ciclo económico empeora puede ser un problema vender. Sin olvidar, los costes fiscales de su adquisición, tenencia y venta, como el IVA, ITP, IBI o la plusvalía municipal.

Y por supuesto, “no habría que olvidar las donaciones a ONG, que además de reportar el beneficio de ayudar pueden desgravarnos en la declaración de la renta del próximo año”, finaliza Varó.

Impuestos solo sobre los tres primeros premios

Exención. El mínimo exento de pagar impuestos pasa de los 20.000 euros de 2019 hasta los 40.000 euros. El resto del premio tributa al 20%. Así, en la práctica, solo se paga impuestos por los tres primeros premios de la Lotería de Navidad.

Primer premio. Los ganadores del Gordo, premiado con 400.000 euros, deberán tributar a Hacienda por 360.000 euros. De esta manera, al aplicarse un gravamen del 20%, el pago al fisco supondrá 72.000 euros, lo que dejará a los afortunados con un premio de 328.000 euros netos.

Segundo premio. La cuantía por décimo del segundo premio es de 125.000 brutos. Los ganadores deben pagar a Hacienda 17.000 euros, por lo que recibirán 108.000 euros netos.

Tercer premio. Los 50.000 euros por décimo del tercer premio de la Lotería de Navidad quedan en 48.000 tras pagar impuestos.

Cobro. Los premios inferiores a 3.000 euros pueden cobrarse en las administraciones de lotería. Si el importe es superior, hay tres meses para solicitar el cobro en un banco concertado o en la delegación territorial de Loterías y Apuestas del Estado.

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