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El BCE unge unos improbables héroes del dividendo bancario

Unicaja y Liberbank, que cotizan con un enorme descuento, podrían ofrecer rendimientos de más del 3%

Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE.
Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE.Simon Dawson (Bloomberg)

El BCE ha dado un giro a la inversión por dividendos. Las nuevas directrices harán que bancos bien capitalizados puedan ofrecer beneficios a los accionistas menores que los de pares con más riesgo. Si bien los límites están pensados para durar poco, el peligro para los inversores es que las consecuencias de la crisis del Covid hagan que duren más de lo esperado.

El cambio de rumbo parece justo, ya que el beneficio del sector antes de las provisiones de este año será casi el doble del nivel esperado de cargos por deuda tóxica, según las estimaciones medianas de los valores del Euro Stoxx Banks.

Pero la correa estará apretada hasta septiembre. Los bancos con altos ratios de capital y valoraciones superiores a la media solo pueden devolver una pequeña cantidad de efectivo en relación con sus capitalizaciones de mercado. El rendimiento máximo que se ofrece a los inversores del belga KBC y del finés Nordea, por ejemplo, es, calculamos, del 0,8% y del 1% respectivamente. Ambos tienen grandes reservas de CET1 y cotizan con una prima respecto al promedio del sector de 0,6 veces el valor contable tangible. Unicaja y Liberbank, que cotizan con un enorme descuento, podrían ofrecer rendimientos de más del 3%.

El extraño resultado se debe en parte a los valores de mercado, sobre los cuales el BCE tiene poco control. Pero también se debe a que vincula los pay­outs a las ganancias y a los activos ponderados por riesgo en vez de a los excedentes de capital CET1. Es prudente, ya que si no habría permitido a los bancos bien capitalizados utilizar sus reservas para pagar a los accionistas, en lugar de para prestar. Pero el mensaje es raro: se incentiva a los inversores para que eviten algunos de los bancos más seguros, en favor de otros que podrían considerarse con más riesgo.

Las recomendaciones vencen en septiembre. Pero los accionistas temerán nuevas restricciones si, por ejemplo, las insolvencias de las empresas son peores de lo esperado o si las vacunas tardan más en desplegarse. Es poco probable que los que desconfían de las acciones bancarias se lo replanteen tras el último movimiento del BCE.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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