Cómo reciclar 6.000 botellas de plástico al invertir 1.000 euros en un fondo
El cliente pide cada vez más saber cómo y dónde se coloca su dinero
Los firmantes de los Principios para la Inversión Responsable (PRI) –una iniciativa de las gestoras del mundo arropadas por la ONU– indican que “cada vez es más común que los clientes pidan más transparencia en cuanto a cómo y dónde se invierte su dinero” en materia de sostenibilidad. De hecho, es algo realmente importante y que los expertos consideran relevante para dar un mayor impulso a este tipo de estrategia.
Pictet AM ha sido la última en poner números al impacto positivo que genera la inversión de un cliente. La gestora lanzó en verano una herramienta online –calculadora de impacto medioambiental– que puede utilizar el propio usuario para conocer adónde va y para qué sirve realmente su dinero.
Las gestoras ofrecen herramientas que miden el daño ambiental
La utilización es muy sencilla: solo con poner la cantidad que se va a invertir, la gestora cuantifica los beneficios que genera para el planeta. Por ejemplo, con 1.000 euros destinados al fondo Pictet Global Environmental Opportunities se podría ahorrar el agua diaria de 55 personas, se reciclarían 6.080 botellas de plástico, se recogerían 208 kilos de residuos y se generaría energía para que un automóvil eléctrico recorriera 2.040 kilómetros.
La medición está basada en la cartera del fondo, que tiene una categoría de renta variable global y está alineado con algunos de los ODS de Naciones Unidas. “Desde que pusimos en marcha la calculadora hemos identificado mucho interés y un alto grado de utilización por parte de los inversores. Entendemos que resulta muy útil y que es un claro apoyo al crecimiento que estamos viendo en nuestras estrategias ASG”, explica Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latinoamérica.
Cifras
207.500 millones son los activos ASG que tenían las entidades españolas bajo gestión al cierre de 2019, un 8,5% más que en 2018 y un 480% más que en 2009.
El 19% del total de la inversión que sigue criterios ASG pertenece a los pequeños ahorradores; el resto es de los institucionales. La participación minorista era de solo el 3% en 2015.
Un 49% supone la inversión ISR sobre el total. Fondos, bonos verdes y sociales son los instrumentos más utilizados.
Radiografía empresarial
También este verano, la gestora de Bankia anunciaba la medición de la huella de carbono de su fondo sostenible. En este caso, se trata más de hacer una radiografía de las compañías que componen la cartera. La inversión se dirige hacia empresas con impacto directo y cuantificable en 10 de los 17 ODS.
Las entidades que componen la cartera del fondo Bankia Futuro Sostenible recortaron en 2019 sus emisiones de CO2 en 132,56 toneladas, una reducción que equivale a los gases liberados en 300 viajes en tren alrededor del mundo; disminuyeron el consumo de electricidad equivalente de 72 hogares españoles al año, y en agua, el símil de ahorro logrado fue el equivalente a llenar dos piscinas olímpicas. La inversión en medioambiente es la que más peso tiene, seguida de energía limpia, tecnología médica y medicamentos y nutrición.
Por su parte, Robeco cuenta con la herramienta de seguimiento de daño ambiental RobecoSAM, para examinar la cartera elegida por el cliente con el objetivo de establecer la huella global de sus posiciones en el ámbito de gases de efecto invernadero, consumo energético y utilización y gestión del agua. Una vez conocida la información, “el cliente puede ajustar su carteras para maximizar los efectos positivos de sus inversiones y minimizar los negativos”, señalan desde la gestora.
La inversión responsable está al alcance de cualquier perfil de riesgo. De hecho, la participación de los minoristas cada vez es mayor; según Spainsif ha pasado de suponer el 3% del total en 2015 al 19% en 2019. Al cierre del ejercicio pasado, las gestoras españolas tenían activos ASG por más de 207.500 millones de euros, suponiendo un 49% del total.
La inversión sostenible no es por sí misma ni más ni menos arriesgada, pero está ofreciendo una evolución muy favorable. Morningstar indica que entre 2009 y 2019 cerca del 60% de los fondos mundiales han ofrecido una rentabilidad mejor que sus comparables sin este tipo de criterios.
Economía. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comenta que “la crisis causada por el Covid-19 ha llevado, imperiosamente, a reforzar el camino ya iniciado hacia unas finanzas sostenibles”. El organismo reconoce que para llegar a una economía verde es necesario “aumentar la concienciación y sensibilización de clientes y entidades para que, cada vez más, se tengan en cuenta factores de sostenibilidad a la hora de realizar inversiones”.
Futuro. A partir de marzo de 2021, los gestores estarán obligados a añadir información más relevante en materia de sostenibilidad en sus web y folletos. En 2022, también deberán aplicar medidas cuantitativas adicionales en los informes anuales que certifiquen su éxito en la consecución de sus objetivos de ASG.
Oferta. Morningstar cifra en más de 2.500 los fondos y ETF sostenibles disponibles actualmente para los inversores europeos; esta oferta triplica a la que había en el mercado hace 10 años.