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Energía

Repsol pone a la venta el 25% de su nueva filial de clientes por 2.500 millones

Citi coordina la operación y ya ha recibido ofertas no vinculantes

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.Pablo Monge

Repsol se prepara para un futuro verde, después de anunciar su plan estratégico el pasado 26 de noviembre. Diseña una salida a Bolsa de su filial de energías renovables, pero también la venta de una cuarta parte de su nueva área de negocio de clientes, que aglutina a 24 millones de usuarios. Citi coordina la operación y ya ha recibido ofertas de fondos de pensiones y de infraestructuras. La tasación del 100% de este negocio es de unos 10.000 millones, según fuentes financieras.

La petrolera que dirige como consejero delegado Josu Jon Imaz dispone de una hoja de ruta hasta 2025 con una inversión de 18.300 millones. Pero, al mismo tiempo, realizará ventas. Entre ellas, sopesa el traspaso de una parte minoritaria del área que agrupa a los clientes de sus gasolineras, electrolineras, carsharing (Wible), tiendas de conveniencia, de la comercialización de electricidad y gas a particulares, de soluciones energéticas y de lubricantes. Su objetivo es encontrar un socio financiero que esté dispuesto a pagar unos 2.500 millones de euros por el 25% de ese segmento de negocio.

Un portavoz de Repsol declinó hacer declaraciones sobre esta información. También desde Citi optaron por guardar silencio.

Fuentes conocedoras de la operación explican que Repsol no venderá los activos físicos, sino su actividad comercial, la que le proporcionan a los clientes. Y añaden que el socio ideal sería un inversor financiero que pueda ampliar su participación en el futuro. Pese a que ya ha habido una primera ronda de interesados, Repsol aún puede cancelar la operación. Todo depende del precio que estén dispuestos a pagar, según fuentes financieras.

La división incluye a 24 millones de usuarios de todos sus servicios

Esta nueva unidad generó el año pasado un ebitda de 1.000 millones de euros y requirió una inversión (capex) de 400 millones, según los documentos de Repsol. La valoración a la que aspira la petrolera implica pagar 10 veces el ebitda, un múltiplo común para este tipo de negocios.

Para este ejercicio, espera que el ebitda baje a los 900 millones pero que se dispare hasta los 1,4 millones en 2025. Un socio financiero con capacidad de inyectar dinero es una de las opciones barajadas por la compañía que preside Antonio Brufau. La capacidad de generación de flujo de caja libre de esta división es además elevada, con 600 millones el año pasado y previsiones de llegar a los 800 millones en cinco años.

El crecimiento del ebitda, del 40%, supondría replicar el incremento que ha experimentado esta área desde los 700 millones de 2015 hasta los 1.000 millones actuales. Estos se reparten entre los servicios de movilidad (con los clientes de las estaciones de servicios como piedra angular), que aportan 700 millones, los 200 millones procedentes del butano y del propano, los 100 millones del área de lubricantes y los simbólicos 40 millones de la electricidad y el gas minoristas.

Este negocio, sin embargo, ha sido una de las grandes apuestas de Repsol en los últimos años. Ha construido su comercializadora de luz y gas sobre los cimientos de la que adquirió a Viesgo en 2018, junto con los activos verdes de la compañía cántabra, que integran la filial renovable que Repsol quiere sacar a Bolsa.

El grupo prevé que el ebitda del área crezca un 40%, a 1.400 millones, en cinco años

La misión es aumentar hasta los dos millones el número de consumidores de electricidad y gas, lo que supondría un crecimiento del 82% desde los 1,1 millones actuales. Ya cuenta con 250.000 usuarios con ofertas conjuntas y otros 200.000 en su servicio de alquiler de coches por minutos en Madrid.

El área se propone fidelizar al cliente, a imagen y semejanza de lo que hacen los bancos, para que Repsol sea su marca de referencia en todo lo relacionado con la energía y realizar ventas cruzadas. Aquí juegan su papel las tiendas de conveniencia de su red, con más de 4.300 estaciones de servicio, en alianza con El Corte Inglés, el negocio de autoconsumo de energía renovable. También entran en la ecuación los compradores de sus bombonas de butano y de propano. Son en total 24 millones de clientes, de los que 10 millones están registrados y dos millones son digitales. El plan estratégico prevé que estos últimos, los más rentables, lleguen a ser ocho millones en 2025. Repsol especifica que potenciará sus plataformas digitales.

Líder en España en casi todos los segmentos

 

Cuota. Repsol exhibe unas cuotas de mercado envidiables en cuanto a clientela. Es la compañía número uno en venta de carburantes en España con una cuota del 34%; en gases licuados de petróleo (las bombonas de butano y propano), el porcentaje alcanza el 74%, y en lubricantes, el 26%. Se queda rezagada, como es lógico, en la comercialización de electricidad y gas, actividad que comenzó en noviembre de 2018. Aquí, su cuota se reduce al 3%. Iberdrola, Endesa y otras comercializadoras se llevan la mayor parte del pastel. En Portugal, Repsol es la segunda empresa en carburantes, con un 23% de cuota, y la tercera tanto en butano y propano, con un 20%, como en lubricantes (19%).

Las otras tres patas. Junto al área denominada “cliente”, Repsol dispone de otras tres unidades operativas. La de "upstream" (exploración y producción), con un ebitda de 4.300 millones de euros en 2019; la de "industrial" (refino, trading, mayorista de gas, biocombustibles y química), con 2.000 millones de ebitda el año pasado, y la de "generación baja en carbono" (renovables), con una aportación simbólica al ebitda el pasado ejercicio, pero para la que tiene grandes planes, con salida a Bolsa incluida.

 

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