El tercer rescate público de Tui deja sin sol a los contribuyentes
Es un éxito para los bonistas y bastante bueno para los accionistas, a pesar de la ampliación de capital
Alemania ha cogido un asiento trasero en la carrera por un lugar en el sol. El rescate público de 1.800 millones de euros de Tui, anunciado el miércoles, permite a los accionistas del mayor operador turístico de Europa asegurarse un sitio al calorcito. Los contribuyentes se quedan en la sombra.
Este último rescate, el tercero de Tui desde que la pandemia machacó sus ventas, proporciona al menos factor de protección suficientemente alto para que el consejero delegado, Friedrich Joussen, se recueste hasta que las vacunas se extiendan y las reservas se recuperen.
El apoyo del Estado incluye una garantía que libera 400 millones de euros en colaterales, una línea de crédito de 200 millones del KfW (equivalente al ICO), la extensión de una línea existente hasta 2022, y 700 millones en deuda híbrida. Esta última incluye títulos por valor de 420 millones que pueden convertirse en acciones de Tui a un precio de 1 euro, un enorme descuento del 80% sobre el precio de cierre de la acción el miércoles, 5,33 euros.
Sin embargo, los términos del Gobierno apenas dan valor al dinero de los contribuyentes. La deuda híbrida del Estado no tiene votos y cualquier posible participación futura en acciones está limitada a solo un 25%. La canciller alemana, Angela Merkel, ha extendido hasta ahora un total de 4.300 millones de euros para mantener Tui en el negocio. Los accionistas del grupo de 3.100 millones se han llevado claramente la mejor parte del trato.
Es cierto que la ampliación de capital de enero, de 500 millones de acciones a un precio de 1,07 euros cada una, enfriará un poco el ánimo de los inversores en las vacaciones. Los bonistas de alto rango, sin embargo, pueden reservar un viaje fastuoso a las Maldivas. El rescate hará que Tui refinancie 300 millones de euros en papel que vencen en octubre de 2021 y que hace solo unos meses se negociaban en niveles de dificultad.
Tui no se enfrentará ahora a ningún pago de deuda hasta julio de 2022. Pero eso solo aplaza el problema de apalancamiento de la compañía. Incluso después de excluir generosamente los pasivos de arrendamiento, la deuda neta de la empresa, suponiendo que retire las nuevas líneas de crédito del Gobierno, asciende a unos 3.800 millones de euros, según nuestros cálculos. Eso equivale a unas elevadas 4 veces el pronóstico de ebitda para 2021, usando las previsiones de los analistas compiladas por Refinitiv.
Tales onerosas obligaciones significan que los planes de viaje futuros de los accionistas de Tui aún podrían truncarse. Aun así, sea cual sea el destino que les espera, los contribuyentes estarán peor.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías