La gestora de Santander irrumpe como un gran accionista de Indra con el 3,04%
La firma ha tomado la participación, valorada en unos 36 millones de euros, a través de varios de sus fondos
El Banco Santander ha declarado una participación del 3,037% en Indra, según consta en los registros de la CNMV. La participación, que alcanza a través de las posiciones de cinco de sus fondos, está valorada a precio de mercado en unos 36 millones de euros.
La entidad financiera que preside Ana Botín se posiciona así como séptimo accionista de Indra, al sumar 5,36 millones de acciones de la consultora tecnológica presidida por Fernando Abril-Martorell. El primer accionista es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con un 18,75% del capital, seguido de Corporación Financiera Alba, con un 11,32%, y Fidelity, la gestora estadounidense, con un 9,81%. Por encima también están T. Rowe, que controla el 3,06% y Norges Bank y State Street, con el 3,18%.
Banco Santander AM, que podía tener una participación inferior al 3%, ha revelado su posición al superar el mencionado umbral. La gestora explicó que dispone de las acciones a través de cinco fondos: Santander Small Caps, Santander Acciones Españolas y Santander Índice España, y de otros dos, Eurovalor Bolsa y Eurovalor Bolsa Española, heredados de la antigua gestora del absorbido Banco Popular.
La actual capitalización bursátil de Indra ronda los 1.200 millones de euros. La firma suma 12 sesiones consecutivas de crecimiento en Bolsa, aunque lleva un 33% de caída en lo que va de año. Sus títulos llegaron a caer hasta los 5 euros por acción (antes de la pandemia llegaron a superar los 11 euros). Este lunes sus títulos cerraron a 6,76 euros.
El movimiento accionarial en Indra se produce mientras ambas compañías negocian expedientes de regulación de empleo (ERE) con los representantes sindicales de sus plantillas en España.
Indra ha anunciado ajustes tras registrar en los primeros nueve meses unas pérdidas netas de 31 millones de euros, frente a los 65 millones de euros de beneficio que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. La tecnológica también vio caer sus ingresos un 5,9%, hasta 2.153 millones, pese a que la contratación y la cartera de pedidos entre enero y septiembre crecieron un 7,5% y un 17,6%, respectivamente.
Esta compañía, presidida por Fernando Abril-Martorell, plantea un recorte de 511 puestos de trabajo en su unidad Indra Soluciones Tecnologías de la Información (ISTI), frente a los 1.036 que había propuesto inicialmente. También negocia el despido de 240 empleos en el caso de su división Defensa, Transporte y Tráfico Aéreo.
Por su parte, Banco Santander anunció el pasado viernes a los sindicatos un ERE para eliminar 4.000 puestos de trabajo en España, el 14,3% de la plantilla, a lo que se suman otros 1.090 empleados a los que la entidad reubicará en otras empresas del grupo de forma obligatoria, según aseguraron fuentes sindicales.
La entidad financiera, además, cerrará el 30% de sus sucursales en el país, es decir, unas 1.000 oficinas, que se suman a las 400 ya clausuradas desde septiembre hasta ahora, también según explican fuentes sindicales, tras preguntar en la reunión.
Nueva propuesta de Indra a los sindicatos
Indra ha hecho hoy una nueva propuesta para reducir o aliviar los efectos del despido colectivo en su filial ISTI. Entre otras medidas, ha aceptado excluir de las bajadas de sueldo de hasta el 45% y sin ningún tipo de compensación a los trabajadores con un salario anual inferior o igual a 30.000 euros. Con ello la cifra de afectados por esta medida, se reduciría de 330 a 280. La compañía ha explicado que dicho ajuste se realizaría reduciendo el salario fijo actual en función del rango salarial y la desviación respecto a la media del rol, en un porcentaje medio de reducción algo superior al 20%.
Indra también ha ofrecido prejubilaciones con el 75% del salario a los mayores de 57 años frente a los 58 recogidos en la propuesta de la semana pasada e incluir en un ERTE de recualificación a 68 personas.
La primera de estas dos medidas afectaría a algo más de 200 empleados de los incluidos en los criterios de afectación propuestos por la empresa, que se hará cargo del convenio especial con la Seguridad Social hasta que el empleado cumpla los 63 años.
Respecto a la otra propuesta, los trabajadores estarían afectados por una medida de suspensión de contrato durante seis meses, que incluiría la adscripción obligatoria a un programa de formación y recualificación profesional, elegido y sufragado por la empresa. En caso de que no superen las pruebas para obtener la certificación de aptitud y superación del mismo, estaría afectado por la medida de extinción de contrato, que se aplicaría en los dos meses siguientes a la finalización del periodo del ERTE.
CC OO ha asegurado que sigue viendo difícil alcanzar un acuerdo por considerar "insuficientes" las medidas propuestas por la empresa.