El BCE se acerca cada vez más al aumento del programa de compras de deuda
La fuerza de la segunda ola de la pandemia eleva la presión aunque la gran expectativa es que el anuncio se produzca en diciembre
El BCE anunció en septiembre que el derrumbe del PIB de la zona euro este año sería algo menos profundo de lo augurado en junio, pero la velocidad a la que se expande de nuevo la pandemia del coronavirus hace temer por las previsiones económicas lanzadas hace apenas unas semanas. El Consejo de Gobierno del BCE se reúne hoy en Fráncfort en plena segunda ola de la pandemia en Europa y cuando ya se han hecho generalizadas las restricciones a la movilidad. Los inversores hace tiempo que aguardan un nuevo impulso a las compras de deuda del BCE para encarar una crisis de la que es tarea imposible aventurar un final, pero la decisión no llegaría aún en la cita de hoy.
La posibilidad de que Christine Lagarde dé la sorpresa y anuncie hoy el aumento del programa de compras de deuda existe. El descontrol con que el coronavirus vuelve a circular por Europa es la antesala para ello y el BCE daría así un renovado golpe de confianza a la economía y los inversores pero la impresión mayoritaria en el mercado es que el BCE se tomará más tiempo antes de incrementar el tamaño del programa extraordinario de compras antipandemia, al menos hasta la reunión de diciembre, en la que volverá a actualizar sus previsiones económicas, en las que ya incluirá las primeras estimaciones para 2023.
Las estimaciones lanzadas en septiembre -de un crecimiento del PIB en la zona euro del 5% en 2021- aún están calientes y en diciembre será momento de evaluar con detalle el alcance económico de la segunda oleada de la pandemia. Y también de responder a otros dos grandes focos de incertidumbre, como el resultado de las elecciones en Estados Unidos y el desenlace de las negociaciones del Brexit.
“No se esperan cambios en la política monetaria en esta reunión, pero los crecientes riesgos hacen probable que haya más estímulos en próximas citas”, señala Peter Allen Goves, estratega de tipos de interés europeos de MFS Investment Management. Desde AXA IM, su economista jefe Gilles Moëc, señala que lo probable será que el BCE prefiera esperar a diciembre para su próximo movimiento. Será cuando tenga “más visibilidad sobre los riesgos externos”, como la pandemia, el Brexit o si ha acabado impugnado en los tribunales el resultado de las elecciones en EE UU.
A favor de esa espera, Chirstine Lagarde cuenta además con un mercado financiero en relativa calma, a pesar de la reciente inquietud de los inversores y de los vaivenes bursátiles. La deuda soberana de los países más endeudados y sensibles a un repunte, como Italia o España, se mantiene en zona de mínimos. Tal situación está permitiendo hasta el momento al BCE mantener en niveles muy reducidos sus compras de deuda semanal, que continúan en la línea del mes de agosto. Ante una mayor tensión, el BCE aún tendrían la opción de elevar esas compras antes de anunciar un incremento del programa. En la semana pasada, el programa PEPP se incrementó en 16.264 millones de euros, muy lejos de los más de 30.000 millones de las semanas de mayor tensión, hasta un total de 616.856 millones de euros.
El BCE ha logrado tener bajo control el coste de financiación de gobiernos, empresas y particulares de la zona euro, pero el mercado aguarda un nuevo paso al frente, una expectativa que también explica en gran parte la actual estabilidad del mercado financiero. "El mercado se sentiría decepcionado este jueves si no recibe un indicio claro de más acción en diciembre", advierte Gilles Moëc.
De hecho, todo apunta a que el BCE tendrá que volver a actuar con decisión. Solo el euro parece haber dado un poco de tregua en las últimas semanas y ha frenado su apreciación frente al dólar, refugio en momentos de creciente incertidumbre como el actual. La divisa europea se mantiene en niveles similares a los de la reunión de septiembre, cuando el BCE evitó nuevas medidas aunque sí reconoció la presión de su apreciación en las expectativas de inflación.
A favor de más estímulos, y sin perder de vista el euro, juega el hecho de que la inflación en la zona euro sigue muy lejos del objetivo, en una tasa del -0,3% en septiembre, mientras el despegue económico afronta nuevos obstáculos. “El Consejo de Gobierno preparará hoy el terreno para una decisión en diciembre. Probablemente expresarán su creciente inquietud sobre que la recuperación está perdiendo tracción y es cada vez más desigual por países”, señalan en Goldman Sachs, donde esperan una señal del BCE de que está dispuesto a actuar con rapidez. Su previsión es que el PEPP se amplíe en diciembre en 400.000 millones de euros y se extienda a finales de 2021. En firmas como Citi auguran una ampliación incluso mayor, de 500.000 millones de euros en diciembre. Y en PIMCO apuestan por un incremento de hasta 600.000 millones de euros en la siguiente cita.