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Los sectores y empresas que más se beneficiarán de la lluvia de inversión del fondo europeo

Los 750.000 millones son una oportunidad para exprimir el valor de la economía verde y digital

Una lluvia de inversiones por valor de  750.000 millones de euros va a regar la economía europea durante los próximos años. Es la cuantía del fondo de recuperación europeo, la herramienta aprobada por la UE en ulio y que supone un decidido e inédito paso al frente para responder de forma colectiva ante la dura crisis económica desatada por la pandemia. El fondo consta de 390.000 millones de euros en ayudas directas y otros 360.000 millones en préstamos y tendrá como principales destinatarios a Italia y España, las economías más golpeadas por la pandemia. Su activación será un revulsivo determinante para salir de la crisis y una oportunidad que los inversores seguirán muy de cerca, por su capacidad de movilizar fondos en los sectores que el mercado ya da como claros ganadores del Covid-19 y que son desde hace tiempo una apuesta generalizada: la transición energética hacia una economía más verde y sostenible y la digitalización.

La inyección de estos fondos se espera como agua de mayo en toda la UE, aunque con especial interés en España e Italia, que encuentran en este instrumento el alivio para no tener que endeudarse aún más. Su tramitación es aún sin embargo objeto de intenso debate en las instituciones comunitarias, en un bloqueo que amenaza con retrasar el desembolso de los fondos a finales de 2021. El Consejo Europeo aboga por una tramitación urgente, con la que responder cuanto antes a la emergencia de la pandemia, incluso aceptando un cumplimiento más flexible en los principios del estado de derecho en los países receptores. El Parlamento Europeo se niega en cambio a hacer concesiones, en una postura que apunta directamente a rechazar la vulneración de derechos fundamentales que se da en países como Polonia o Hungría.

El debate está en que esos fondos europeos se liberen a cambio de compromisos económicos –los países receptores deben presentar un plan detallado de los proyectos a los que destinarán el dinero– y también sociales. Pero mientras se discute su puesta en marcha y los gobiernos hacen sus cálculos presupuestarios sobre cuánto dinero podrán disponer ya en 2021, las gestoras también afinan sus estrategias, en la expectativa de unos fondos que van a elevar sin duda el atractivo de un grupo selecto de sectores y compañías. “El medio ambiente está en el centro de los planes de inversión futuros de la Comisión Europea. De los 750.000 millones de euros reservados para el Fondo de Recuperación, más de un tercio se destinará a iniciativas ecológicas en cuatro áreas clave: energías renovables, movilidad, industria y renovación de edificios”, explica Francesco Sedati, jefe de análisis de Eurizon.

Desde UBS destacan el efecto multiplicador que tendrá la inyección de fondos europeos. “La transición ecológica y las infraestructuras son muy atractivas para los capitales privados. Y todos esos programas están diseñados para combinar la iniciativa pública y privada, con sistemas de avales para que la banca comercial los financie. Así que los volúmenes potenciales de inversión pueden ser de billones”, explican desde la división de banca privada del banco suizo en España. En HSBC, su economista jefe para Europa, Fabio Balboni, también insiste en que los sectores que más se beneficiarán del fondo europeo serán la salud, las infraestructuras, la información y comunicación y todo lo relativo a la economía verde y digital. Y destaca que España será un buen destino para esas inversiones, “con una estrategia por parte del Gobierno ya posicionada en las energías renovables y la transición energética. Aunque la implementación de los fondos pueda ser un desafío”. Así, exprimir todo el potencial de esos fondos dependerá en gran medida del óptimo diseño de las políticas de inversión de los gobiernos de la UE.

1.Transición ecológica: coches eléctricos, edificios sostenibles y energías limpias

Una de las vigas maestras del Plan de Recuperación articulado por la Unión Europea (UE) es el fomento de una transición energética. El objetivo final es reducir sustancialmente las emisiones de gases con efecto invernadero para tratar de frenar el calentamiento global. “El ‘pacto verde’ es un componente fundamental del presupuesto de 1,1 billones de euros de la UE, y está apoyado por los objetivos del fondo de recuperación”, explican desde el departamento de banca privada de BNP Paribas. También lo es del fondo de recuperación.

Para reducir las emisiones de efecto invernadero las compañías de servicios públicos deberán reducir el uso de combustibles fósiles para su operativa, la industria del automóvil deberá producir más coches de baja contaminación (híbridos y eléctricos) y la industria y la construcción tendrán que ser más eficientes y reducir sus emisiones.

Desde la perspectiva de la inversión, este programa público “va a acelerar la inversión en fondos con criterios sostenibles, así como las empresas que se benefician de factores como las energías renovables y la adaptación de viviendas”, apunta Brian O’Reilly, director de inversiones de Mediolanum International Funds.

A su juicio, empresas como Siemens y Vestas podrían beneficiarse de la producción y del creciente uso de turbinas de viento. También lo hará la empresa de energía española Iberdrola, que tiene una gran presencia en Europa por la instalación y el suministro de energías renovables.

“Hay varios factores en los que deberán invertir las autoridades para la transición energética”, explica Pierre Abadie, codirector del departamento de transición energética de Tikehau Capital. “En primer lugar, la eficiencia energética, a través de la renovación térmica de viviendas y oficinas. En segundo lugar, la movilidad sin carbono, como los vehículos eléctricos. Y, por último, la expansión y almacenamiento de energía renovable y libre de carbono”.

Un sector que se verá influenciado por esta tendencia es el de la minería. “Para hacer la transición hacia una reducción en las emisiones de carbono deberá aumentar la demanda de cobre, para los vehículos eléctricos y las redes de energía eléctrica, así como la de aluminio para edificios y aviones”, apunta Stephane Monier, director de inversiones del Lombard Odier.

Dos empresas para invertir

 

Siemens Gamesa. Es una multinacional de nuevas tecnologías dedicadas a la energía eólica. Cuenta con tres unidades de negocio: parques eólicos en tierra, en el mar y servicios. Su plantilla asciende a 23.000 empleados. Para Brian O’Reilly, jefe de inversión de Mediolanum International Funds, Siemens Gamesa es junto con su rival Vestas, una de las firmas europeas que más se pueden beneficiar del Plan de Recuperación de la UE.

Iberdrola. El experto también destaca a Iberdrola como una de las compañías que más negocio puede conseguir con el plan verde de la Unión Europea. La entidad tiene un firme compromiso para ir reduciendo sus emisiones de carbono.

 

2. Digitalización: la expansión del 5G impulsará toda la cadena de valor

Como resultado de la pandemia, las empresas, los consumidores y los países, se han dado cuenta de lo importante que ha llegado a ser una infraestructura de telecomunicaciones que funcione bien. Debido a su gran ancho de banda, bajos tiempos de espera, y el alto procesamiento de datos, la tecnología 5G no sólo permite una comunicación más rápida y segura, sino que, también impulsa la conectividad. La UE tiene previsto ampliar aún más la red 5G y ha proporcionado varios programas con este fin. El programa Horizonte 2020 proporciona 700 millones de euros para la expansión, mientras que la industria privada invertirá cinco veces más.

La generalización de la tecnología 5G, que puede beneficiar a las telecos más avanzadas en este sentido. “Creemos que compañías europeas como Ericsson o Nokia están a la vanguardia en esta tecnología y se pueden ver beneficiadas”, apunta. Brian O’Reilly, director de inversiones de Mediolanum International Funds.

Ahora bien, el desarrollo de las redes de 5G tan solo es el medio, pero el fin último es lograr una mayor digitalización de la economía y la sociedad europea. “La digitalización va a brindar buenas oportunidades a muchas compañías. Ahora bien, el aprovechamiento de los fondos europeos puede ser difícil. La Unión Europea también quiere apostar fuerte por la educación, invirtiendo más en los jóvenes y en programas de formación continua para los trabajadores. Este aspecto también formará parte de la agenda de transformación digital”, apunta Fabio Balboni, economista jefe para Europa de HSBC.

Para beneficiarse de la tendencia positiva hacia la digitalización, tiene sentido “posicionarse a lo largo de la cadena de valor”, reflexionan en el equipo de banca privada de BNP Paribas. Los proveedores de infraestructuras, los fabricantes de semiconductores (como Intel), los operadores de torres de radio (como Abertis), los fabricantes de terminales o proveedores de componentes y periféricos (como Logitech), los operadores de centros de datos, los proveedores de software y las empresas de telecomunicaciones.

Todas estas industrias se verán beneficiadas tanto por la tendencia imparable de la digitalización como por la inyección de fondos públicos para empresas, administraciones y familias avancen por este camino.

Dos empresas para invertir:

 

Ericsson. La compañía sueca de telecomunicaciones es una clara favorita para beneficiarse del auge y la inversión en el 5G. “Ha invertido mucho en este tipo de infraestructura y, además, es propietaria de muchas patentes, por lo que va a cobrar mucho a los fabricantes de móviles”, explican desde la gestora de fondos de Mediolanum. La compañía es uno de los líderes mundiales en estas infraestructuras, junto con Nokia y Huawei.

Nokia. Los problemas que ha tenido Huawei con Estados Unidos hacen que Nokia sea otra de las bazas para apostar por el desarrollo del 5G. El antiguo líder en la fabricación de móviles ha desarrollado funcionalidades para que los coches autónomos, las ciudades inteligentes y los dispositivos conectados puedan utilizar con facilidad la nueva tecnología 5G.

 

3. Infraestructuras: hacia una movilidad y unas ciudades más sostenibles

La tercera pata del Plan de Recuperación de la Unión Europea es la mejora de las infraestructuras. Este objetivo entronca con la transición energética y la digitalización. Por una parte, se quieren promover medios de transporte más sostenibles y con menor huella de carbono, como el ferrocarril, además de hacer los edificios de oficinas y los de las administraciones más eficientes. Por otra, se necesitará mejorar la infraestructura de repetidores y fibra óptica para lograr que el 5G llegue también a las áreas rurales.

Las inversiones en proyectos de infraestructura sostenible están planificadas, con una dotación de 20.000 millones de euros, para promover los servicios ferroviarios y el transporte local sin emisiones. Otro foco de atención es la renovación de los edificios para conservar la energía. Se espera que la tasa de renovación aumente al 3% desde el 1% actual. “Las constructoras y los subsectores de la construcción con especial experiencia en ahorro energético, como los especialistas en aislamiento, se beneficiarán a largo plazo, así como las empresas que dependan del gasto estatal en infraestructuras o los especialistas en la expansión ecológica del transporte local”, apuntan desde BNP Paribas Wealth Mangement.

En lo que respecta a las empresas, una esfera de especial interés es la de la movilidad sostenible e inteligente. Los planes se centran en formas de transporte público y privado más limpias, baratas y saludables. “Dos empresas que están muy bien preparadas para sobresalir en esta coyuntura son el grupo francés Alstom y el grupo holandés Alfen”, según explica Suzanne Senellart, gestora de carteras en la gestora Mirova, especializada en inversión sostenible.

Los expertos también señalan a los grandes contratistas con la administración pública, como las españolas ACS y Ferrovial, o las francesa Eiffage y Saint-Gobain, como potenciales ganadoras en este aumento sin precedentes del gasto público para hacer frente a los estragos económicos que ha provocado la pandemia del coronavirus. “Creemos que la firma Saint-Gobain, especializada en la fabricación de materiales de construcción de alto valor añadido, se beneficiará de la mejora en infraestructuras y viviendas ecológicas”, asegura Brian O’Reilly, director de inversiones de Mediolanum International Funds.

Dos empresas para invertir

 

Saint Gobain. Esta compañía, que incialmente se dedicaba solo al vidrio, fabrica materiales para estructuras y de alto rendimiento. Una de sus filiales más conocidas es Isover, líder mundial en aislamiento térmico y acústico. La firma, famosa por haber construido los espejos del Palacio de Versalles o los cristales de la pirámide del Museo del Louvre, está múy bien posicionada para sacar provecho de la apuesta europea por los edificios verdes e inteligentes.

Alstom. Es una compañía francesa que diseña, provee y presta servicios de sistemas para generación, transmisión y distribución eléctrica. Además, fabrica trenes, barcos, turbogeneradores... Desde la gestora Mirova consideran que puede ser una de las ganadoras en la tendencia hacia una movilidad más sostenible.

 

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