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El tirón de la demanda nacional impulsa las reservas de Badi

La plataforma de alquiler de habitaciones suma medio millón de habitaciones y se beneficia del hundimiento de los pisos turísticos

Álvaro Córdoba, cofundador y director de operaciones de Badi.
Álvaro Córdoba, cofundador y director de operaciones de Badi.

El desplome del turismo ha hundido el negocio de los pisos para viajeros ocasionales. Y el exponente más claro es Airbnb, que ha tenido que afrontar la devolución de 227 millones a sus caseros por las cancelaciones derivadas del coronavirus y tendrá que despedir a 1.900 trabajadores (el 25% de su plantilla) en todo el mundo. Tanto Airbnb como Booking ya han adaptado sus estructuras a las estancias de larga duración y han habilitado la posibilidad de reservar estancias de 7 o 30 días.

En ese contexto, uno de los grandes beneficiados ha sido Badi, la plataforma de alquiler de habitaciones, que en la actualidad suma medio millón de habitaciones y tres millones de anuncios. "Los propietarios de pisos para turistas han optado por diversificar riesgo y han encontrado una oportunidad en la pandemia. Los clientes que vienen de ese tipo de alquiler no es nuestro volumen mayoritario, pero sí creemos que los que vengan, se quedarán para siempre", señala Álvaro Córdoba, cofundador y director de operaciones de Badi. La rentabilidad de los pisos para turistas es mucho más elevada que la que pueden obtener por el alquiler de habitaciones, pero la estabilidad de la demanda es mucho mayor.

La plataforma ha lanzado un nuevo producto de alquiler sin fianza en el que ya ha registrado 1.000 habitaciones

Córdoba distingue dos ritmos diferentes de recuperación entre los clientes nacionales y los extranjeros. "En el período de desescalada nos centramos en la reactivación del alquiler con la demanda local y ya estamos en niveles previos a la crisis, mientras que en el caso de la extranjera, hemos notado menos demanda. La parte correspondiente a estudiantes y profesionales ya se ha empezado a recuperar, pero no llegará a niveles previos hasta diciembre". En el caso de la demanda extranjera, la consecución de ese hito dependerá, tal y como reconoce Córdoba, de la evolución de la pandemia y la velocidad con la que se recupere la industria de los viajes y de la aviación, más centrada en esta época del año en viajes de negocios y de fin de semana. A la mejora del negocio también va a contribuir el nuevo producto de alquiler de habitaciones sin fianza, a través del cual ya se han registrado más de 1.000 habitaciones. El coste inicial de la fianza será asumido por la compañía con un doble beneficio: se mantiene la garantía para el propietarios y se facilitad el acceso al inquilino reduciendo las cargas.

En paralelo, la compañía tratará de reactivar Badi Homes, la nueva apuesta que lanzó en enero y cuyo despliegue se ha visto afectado por la parálisis generada por el coronavirus. La firma arrancó con un parque de 150 habitaciones entre Madrid y Barcelona, en manos de 22 clientes, y otras 40 en cartera. El objetivo, ahora revisado a la baja, era cerrar este año con 4.000 habitaciones. “Queremos convertirnos en un gestor de propiedades que satisfaga todas las necesidades de la demanda y de la oferta: subir el standard de calidad, proveer servicios adicionales para desbloquear oferta complementaria y hacer que la experiencia de compartir habitación sea fácil y agradable”, recalcó Jaime de la Torre, director de Badi Homes. La empresa cobra una comisión del 20% al propietario de la habitación, ya que considera que la rentabilidad que obtiene por esa modalidad es superior al tradicional. “Si el precio medio de alquiler de una habitación en Madrid o Barcelona es de 402 o 443 euros, la media de Badi Homes se situará en el entorno de 650 euros”, recalcó.

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