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Transporte

Bip&Drive llevará su medio de pago del telepeaje a talleres y aseguradoras

Trabaja para aplicar el pago del combustible desde el coche en gasolineras de Galp, BP, Cepsa y Shell

Josep Jové, director general de Bip&Drive.
Josep Jové, director general de Bip&Drive.
Javier Fernández Magariño

El telepeaje o VIA T se impone en España. Acaparó en 2019 más del 50% del volumen de pagos en autopistas, mientras desaparece la tarificación en un tercio de la red por la expiración de contratos concesionales. Una circunstancia que está moviendo al actor principal del telepeaje, Bip&Drive, a una decidida ampliación de sus servicios, anticipando tendencias como la nueva movilidad, el in-vehicle payment o la insurance tech.

El primer objetivo es retener clientes en las áreas donde se suprimen las barreras, como la Comunidad Valenciana, Cataluña o Andalucía, al tiempo que se atraen nuevos usuarios en todo el país. La compañía participada por Abertis, Cintra, Itínere y CaixaBank, busca acuerdos con talleres, aseguradoras y estaciones de servicio para que su dispositivo de VIA T y aplicación móvil (app) sirvan de pasarelas de pago.

Bip&Drive viene de gestionar el año pasado un volumen de transacciones de 338 millones y ha superado en este 2020 el millón de clientes, cifras que le otorgan una cuota de mercado del 30%. “Nuestros accionistas crearon la empresa para generalizar el telepeaje. Eso es eficiencia para las operadoras de autopistas y comodidad para el conductor”, recuerda Josep Jové, director general de Bip&Drive. Pero el VIA T ha sido complementado con una app que permite al usuario interactuar con una red de socios comerciales que suman 29.000 establecimientos.

Para el ejercicio 2021 se fija intermediar en la gestión de seguros y reparaciones, con lo que ampliará su red de 29.000 negocios asociados

“La experiencia Bip&Drive representa no hacer cola, no parar ante barreras, reducir al máximo las fricciones que supone la interacción analógica. Estamos intentando dotar al usuario de una solución que le acompañe en su día a día al volante”, explica Jové.

El desafío es que el sistema sea usado para pagar el combustible, la inspección de la ITV, el estacionamiento, la compra en la estación de servicio, el lavado del coche, y cualquier otro servicio relacionado con el automóvil. Uno de los reclamos, además de la comodidad, está en los descuentos.

La aplicación interactúa ya con 900 aparcamientos en España, Francia y Portugal, 3.500 gasolineras, un centenar de ITV, 50 túneles de lavado o 5.000 puntos de recarga eléctrica. En el caso de las estaciones de servicio, Bip&Drive activó en junio un proyecto piloto con Galp para el pago del combustible desde el surtidor. Una experiencia, de momento en tres gasolineras, que extenderá en la red de la portuguesa, pero también en las de Shell, Cepsa o BP. De momento, Bip&Drive sirve de pasarela de pago, a través de la tecnología de código QR, en 3.500 gasolineras y va a desplegar el pago desde el vehículo en 30 de ellas hasta finales de año.

El salto a los talleres, según el directivo, llegará a primeros de 2021. Y la compañía también negocia con aseguradoras con la intención de incluir servicios de ampliación de póliza justo cuando el conductor lo precisa: “Eso puede ser al cruzar una frontera, al acceder a terrenos con nieve, al realizar viajes largos o ante cualquier otra situación que merezca una mayor protección”, indica Josep Jové.

Bip&Drive ofrece sus servicios a cambio de una suscripción (15 euros anuales o 1,99 euros al mes si el usuario es ocasional), ocupándose del coste del dispositivo. La empresa no exige permanencia ni penaliza la baja. Unas condiciones que, junto a la venta a través de canales digitales, revolucionaron el mercado. El conductor no precisa realizar recargas de saldo y puede tener acceso a facturas mensuales con sus pagos.

Pero junto a la oferta comercial, el éxito es tecnológico. Una de las claves del crecimiento de Bip&Drive, a juicio de su director general, ha sido la interoperabilidad en España, Portugal, Francia e Italia.

Un mercado a distancia aún de Italia, Francia y Portugal

Hasta la llegada de Bip&Drive, hace cinco años, el VIA T en España era gestionado esencialmente por los bancos, mientras que en Italia (Telepass de Austrotrade), Francia (Eurotoll para camiones y Bip&Go para vehículos ligeros, de Sanef) y Portugal (Via Verde de Brisa) son las operadoras quienes han impulsado en telepeaje, alcanzando altas cuotas de uso.

España cuenta con tres millones de dispositivos VIA T, de los que aproximadamente un tercio son de Bip&Drive. Países del entorno con mayor grado de tarificación en vías de alta capacidad superan con creces esta cifra. Italia registra ocho millones de usuarios, Francia alcanza los 6 millones y Portugal tiene 4 millones.

Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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