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Así invierten los expertos antes, durante y después de una crisis

Reducir la exposición al mercado, entrar en activos refugio y aprovechar la caída de precios son las estrategias de los inversores para cada fase del ciclo

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La estabilidad es solo uno de los distintos estados de la economía, tan frecuente como las oscilaciones al alza o a la baja. Los inversores deben saber cómo actuar tanto en los periodos expansivos, como en los momentos de contracción y, sobre todo, tener claras las estrategias a aplicar (o evitar) antes, durante y después de una crisis.

Según José Miguel Maté, vicepresidente de la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera (EFPA) de España, los inversores expertos tratan de anticipar los movimientos de los mercados en base a datos macroeconómicos (crecimiento, inflación, paro, deuda) y microeconómicos (resultados empresariales o actividad corporativa como fusiones, quiebras y adquisiciones). "Cuando anticipan caída de la actividad económica, suelen reducir la exposición a Bolsa (acciones representativas del capital de empresas) y a renta fija privada de mayor riesgo (bonos de empresas), para refugiarse en liquidez, bonos de los Estados y aquellas empresas consideradas más solventes". Estos movimientos de entradas y salidas generan volatilidad (fluctuaciones en los precios) y, en muchas ocasiones, la huida por parte de los inversores particulares ante el miedo a perder todo o parte de sus ahorros.

Sin embargo, Borja Ribera, profesor de Bolsa en EAE Business School, considera que normalmente cuesta reconocer una crisis "sobre todo cuando estalla dentro de un momento de euforia económica, como ocurrió en 2008". Ahora bien, si se cree que se va a llegar, en su opinión hay varias alternativas a realizar: reducir la exposición al mercado (no tener todo el dinero invertido), tomar posiciones descorrelacionadas (oro, divisas, materias primas), y por último, y más arriesgada, tomar posiciones bajistas en el mercado (se apuesta a que los valores van a caer).

El problema es, recuerda Javier Hombría, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que las crisis son difíciles de prever, por eso son tan devastadoras cuando ocurren. De ahí que haya que tener los deberes hechos con antelación: "Construir un margen de seguridad de varios meses de ingresos para, una vez se tenga, invertir lo que se vaya ahorrando".

Antes de invertir

Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de invertir es que "diferentes individuos tienen distintas preferencias al riesgo o a cualquier otro elemento. La decisión de inversión pasa un filtro previo, por tanto, que es la propia personalidad del individuo", observa José Antonio Pérez Rodríguez, doctor en Economía y responsable de formación en el Instituto Bolsas y Mercados Españoles (BME).

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Federico Servetto, director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell, recuerda que realizar una inversión siempre requiere llevar a cabo un análisis previo de las necesidades propias, tanto en el medio como en el largo plazo, y es importante tener en cuenta las siguientes premisas:

Al inicio de la tormenta

En la actual crisis del coronavirus, igual que ocurrió en la financiera de 2008 y en otras anteriores de diversas características, los inversores expertos vendieron de forma masiva acciones en todos los mercados financieros, ante la más que previsible caída del PIB global, en este caso por los efectos de la COVID-19. "El desplome de los precios fue muy intenso durante el mes de marzo, llegando a perder casi el 50% de su valor. Lo mismo sucedió con los bonos de las empresas, al tiempo que se compraban bonos de los países considerados seguros como Alemania o Japón", resume Maté.

Este tipo de bonos, junto con el oro, la plata y las divisas de algunos países como Suiza o Japón, son los considerados activos refugio, "que en esta crisis han funcionado a la perfección como tales", resalta el responsable de EFPA.

Para otros expertos es más preciso hablar de activos descorrelacionados en lugar de activos refugio, es decir, "que se comportan de una manera diferente a la del mercado, de tal forma que hay que actuar con todavía más prudencia y confiar en el asesoramiento al construir la cartera, aunque se sacrifiquen parte de las subidas para tener unas caídas menos pronunciadas", recuerda Javier Hombría, que resalta que, por ejemplo, el precio del oro se ha incrementado más de un 25% este año, en comparación con el Ibex 35, que ha caído más de un 25%. 

Durante la crisis

Cuando la economía va bien y los datos de crecimiento no hacen más que subir se invierte con tranquilidad. Sin embargo, cuando hay una crisis, ¿qué hay que hacer con el dinero? Los expertos coinciden: hay que actuar con mucha prudencia y buen asesoramiento.

"Hemos visto últimamente cómo los depósitos han tenido un crecimiento vertiginoso. Podría decirse que la prudencia es lo que está detrás de esta elección hecha por muchas familias, empresas, y también por las Administraciones Públicas", observa el responsable de formación en Instituto BME, que también ha constatado un mayor interés por la Inversión Socialmente Responsable (ISR) por parte de los inversores cualificados que "ya se venía observando antes de la crisis actual, pero este patrón se ha visto intensificado en el periodo vivido durante la pandemia, en parte en una búsqueda por la reducción del riesgo".

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No obstante, y aunque seamos prudentes, hay que intentar aprovechar la volatilidad del mercado. "Hay que comprar en momentos de incertidumbre para obtener importantes beneficios cuando la coyuntura permita recoger las ganancias", recomienda el profesor de EAE Business School. Por el contrario, a aquel que se ha visto sorprendido por la crisis con su inversión ya realizada y que por tanto cosecha unas pérdidas importantes, "le recomendaría prudencia y paciencia".

Las oportunidades de después 

Pero no hay mal que cien años dure y, después de la tempestad, llega la calma. Es el momento de hacer balance y constatar si la paciencia y el invertir mirando hacia el largo plazo, sin obsesionarse con el corto, está funcionando.

Asimismo, "tendremos que inspeccionar el mercado y detectar las empresas que han sufrido grandes bajadas y aprovechar los precios infravalorados y con gran potencial de revalorización", añade Borja Ribera, que señala actualmente, por ejemplo, las empresas dedicadas al turismo.

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Asesoramiento en cualquier circunstancia

Aunque se sea inversor con experiencia siempre se debe buscar el asesoramiento de expertos. Gracias a su formación y profesionalidad serán capaces de analizar objetivamente tanto la composición de la cartera cómo de proponer los cambios que podrían resultar más adecuados en función de las características de cada inversor. 

Así lo cree José Miguel Maté al afirmar que "el inversor particular, incapaz de seguir al minuto los datos y las noticias relacionadas con los mercados financieros, debería ponerse en manos de asesores profesionales cualificados (y certificados) para analizar sus objetivos y su horizonte de inversión y diseñar una estrategia de inversión acorde a los mismos. Con ello evitará dejarse llevar por las emociones y correr detrás de los altibajos del mercado, generando movimientos y costes operativos (y fiscales) en los momentos menos adecuados".

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