La COVID-19 replantea la necesidad de procesos de sucesión en pymes familiares
Solo un 30% de las empresas familiares sobrevive a la transición de primera a segunda generación. Situaciones personales vividas durante la pandemia obligan a las empresas familiares a establecer un plan de acción para la sucesión.
Planificar la sucesión es una de las preocupaciones que tienen las pequeñas empresas, según informan desde la consultora de empresas familiares Family Business Solutions.
Según su experiencia, la situación parece haberse acentuado, tras la crisis provocada por la Covid-19. Y es que muchos de los líderes de este tipo de empresas tienen 60 años o más, por lo que forman parte del grupo más vulnerable frente a la Covid-19.
“Tenemos clientes que incluso han estado en la UCI. Ellos mismos y sus familias han visto muy de cerca como de importante es estar preparados, porque un día el fundador ya no estará ahí. Han tomado consciencia de que lo mejor para la empresa y para la familia es empezar ya preparar el relevo generacional”, indica el responsable de la consultora.
Según los datos facilitados por un estudio del Instituto de la Empresa Familiar de 2015, se estima que solo un 30% de las empresas familiares sobreviven a la transición de primera a segunda generación, esto supone que solo lo consiguen 30 de 100. Por su arte, cuando se trata de pasar de segunda a tercera generación, solo logra sobrevivir menos del 50% de estas empresas, lo que serían unas 13 de 30.
Plan de sucesión
A la hora de planificar el relevo generacional, hay que tener en cuenta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la CNMV, ya instaba a las empresas cotizadas a disponer de un plan de sucesión para el Consejo de Administración de manera que, cuando sea necesario, el reemplazo del personal clave de la empresa se realice de forma eficiente.
El fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares, Ricard Agustín, indica que hasta ahora muchas familias habían sido más reticentes a abordar el relevo generacional y habían pospuesto indefinidamente la decisión, generalmente por ser un asunto complicado. “Si los problemas ya son difíciles de abordar en empresas no familiares, todavía lo son más cuando se mezcla familia y empresa”, añade.