La universidad promete ayudas económicas para que ningún estudiante se quede fuera
Castells, en su primera comparecencia desde abril, ha adelantado que parte de los fondos europeos se destinarán a la digitalización de los campus
El ministro de Universidades, Manuel Castells, se ha reunido este jueves con el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), José Carlos Gómez Villamandos, para abordar el nuevo curso universitario 2020-2021, después de que la cartera de Universidades presentase este lunes la nueva guía actualizada para la vuelta a las aulas tras el agravamiento de la crisis sanitaria en las últimas semanas.
Las consecuencias económicas de la crisis, ha asegurado el presidente de los rectores, no impedirán que un estudiante se quede fuera de la universidad por no poder pagar su matrícula. Así, si es necesario, las universidades activarán un sistema de ayudas por causas sobrevenidas, como ya lo hicieron en la anterior crisis económica. Para ello es necesario que las instituciones universitarias reciban cuanto antes los 400 millones de euros del Fondo Covid del Gobierno. Y no solo para la adquisición de equipamiento, la formación del profesorado, las medidas higiénicas o las obras de acondicionamiento de las instalaciones, "sino también para poner en marcha programas de becas y ayudas a los estudiantes por causas sobrevenidas. Ya lo hicimos en 2008 y, si podemos, lo volveremos a hacer".
Uno de los objetivos, han recalcado Castells y Gómez Villamandos, es que la asistencia a las clases sea total, "o bien físicamente o a través de la enseñanza en línea", algo que obligará a la mayoría de campus a actualizarse, ya que la educación a distancia sigue siendo minoritaria fuera de ciertos centros como la Uned y casi ninguno tiene capacidad de absorber la llegada física de los estudiantes a la vez que se guardan las distancias. No hay una regla común, ha señalado Castells, sino que cada universidad, "en función de sus condiciones", establecerá un grado u otro de presencialidad.
Esta situación supone un quebradero de cabeza para miles de estudiantes que están todavía pendientes del panorama que se van a encontrar en el nuevo curso. La tesitura es especialmente complicada para aquellos que viven en una provincia diferente a la de su centro y se ven obligados a mudarse y encontrar una vivienda en el caso de tener que asistir presencialmente al campus.
El Gobierno, ha señalado Castells, no cuenta a día de hoy con la posibilidad de decretar nuevos confinamientos que obligasen a las universidades a tirar de un plan B en el que la educación online se generalizase. En caso contrario, y solo si la situación sanitaria se complicase más de la cuenta, las universidades, ha dicho el ministro, "ya tienen la experiencia adquirida en la pasada primavera", por lo que aparentemente podrían desenvolverse con cierta soltura. Con todo, ha dicho el ministro, el plan B "no existe, consiste en sobrevivir en las condiciones en las que podamos".
Pese al protocolo de vuelta a clase, preocupa que se pueda garantizar la distancia mínima en el conjunto de los espacios, aunque ya se ha instaurado el uso de las mascarillas como obligatorio. También hay dudas a la hora de asegurar que los alumnos obligados a guardar aislamiento en sus domicilios por haber dado positivo en la prueba PCR o estar en contacto con un contagiado puedan recibir sus clases a distancia.
Otro punto sensible se encuentra en las prácticas de los estudiantes y en el inicio de los alumnos de primer curso. "No nos gustaría que su comienzo en la universidad sea a través de una pantalla. Por eso estamos priorizando su presencialidad", ha recalcado el presidente de la CRUE.
Los rectores también insisten en la necesidad de contar con los fondos adicionales necesarios para poder afrontar el nuevo curso. En este sentido, ha apuntado Gómez Villamandos, la inyección de 400 millones de euros que se canalizará a las diferente comunidades autónomas será "insuficiente" si también va destinada a los centros de Formación Profesional (FP) y conservatorios. En esta línea, el ministro ha adelantado que una parte "importante" de los fondos europeos que recibirá España (un total de 140.000 millones entre subvenciones y créditos) se destinará a la digitalización de las universidades, si bien las cantidades aún están estudiándose.
Vuelta a las aulas
Entre las principales medidas acordadas entre Universidades y los rectores se encuentra el uso generalizado de la mascarilla, el rastreo en los campus, la ventilación y la higiene o el nombramiento de un responsable Covid por universidad. Con todo, Gómez Villamandos ha recordado que cada campus es diferente, por lo que no todos podrán llevar a cabo las mismas medidas.
Mascarilla. Los ministerios de Universidades y Sanidad, con el beneplácito de los centros, han determinado que los alumnos de educación superior usen siempre la mascarilla, aunque pueda asegurarse la distancia mínima de 1,5 metros. Se da continuidad, de esta forma, a la medida adoptada por Educación, que fija como obligado el uso de la mascarilla a partir de los seis años.
Ventilación. La guía propone que las ventanas de las aulas se mantengan abiertas siempre que sea posible. En el caso de que no pueda ser, por ejemplo cuando comience el frío, los espacios deberán ventilarse entre 10 y 15 minutos entre clase y clase.
Sin grupos. Tanto Universidades como la CRUE se oponen a dividir las clases en dos o más grupos para seguir impartiendo las clases presenciales con metro y medio de separación. “El desdoble implicaría una sobrecarga inasumible para el profesorado”, subraya el documento ministerial.
Responsable covid. Universidades, como ya hizo Educación, también establece que cada centro cuente con un responsable de Covid-19, centrado en gestionar cualquier posible caso y estar en contacto con los respectivos responsables de cada facultad. Este perfil se encargará de determinar con qué personas de la comunidad universitaria ha tenido contacto un caso positivo. Universidades priorizará los casos en los que la persona afectada haya pasado más de 15 minutos a menos de dos metros de distancia del infectado sin mascarilla desde las 48 horas anteriores al inicio de síntomas. Esos contactos se someterán a una prueba PCR y deberán guardar cuarentena 14 días.
A distancia. Los rectores son conscientes de la dificultad a la hora de asegurar el derecho a la educación durante la reclusión obligatoria de los alumnos. “El estudiante que pasa a una situación de aislamiento tendrá derecho a recibir la docencia correspondiente de forma no presencial, siempre atendiendo a la idiosincrasia y especificidades de cada asignatura”, recoge la guía.
Polémica
El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha manifestado en su primera rueda de prensa tras el 23 de abril, que las diferencias políticas son "legítimas", en relación a las críticas de buena parte de los partidos de la oposición y de la comunidad educativa ante su "falta de liderazgo" sobre el inicio del nuevo curso, pero ha aseverado que "la interacción y el intercambio con todos los representantes de los distintos estamentos de la comunidad universitaria se han mantenido continuamente". Así, ha considerado una "leyenda urbana" y "una campaña política interesada" el que se diga que está "desaparecido" desde hace tiempo.
Castells ha recordado que mantiene una colaboración "estrecha" con la Conferencia de Rectores y ha dicho que, si hay problemas expuestos por rectores con respecto a él, no se las han hecho llegar. "Si me explican los problemas, veré en qué medida se pueden resolver". Sobre los estudiantes, ha aclarado que se ha reunido con ellos "muy frecuentemente".