Commerzbank recorta la previsión anual por su exposición a la quebrada Wirecard
El banco alemán provisionó 469 millones de euros en el segundo trimestre para hacer frente a una montaña de deuda
Commerzbank ha abandonado su objetivo de beneficio anual después de soportar fuertes pérdidas tras la quiebra de Wirecard, que se añade a los crecientes costes para cubrir los préstamos dudosos. El que es uno de los mayores bancos de Alemania ha provisionado 469 millones de euros en el segundo trimestre para hacer frente a una montaña de deuda, ha declarado la entidad este miércoles.
Dicha deuda alcanza el nivel más alto desde 2013 para el banco alemán. En el conjunto del año, la entidad espera reservar hasta 1.500 millones de euros, por encima de los 1.400 millones que había anunciado previamente.
La revisión de las perspectivas se debió únicamente a un motivo, señala la compañía en su informe trimestral. Un motivo que una fuente familiarizada citada por Bloomberg identifica con Wirecard. Commerzbank se sumió en el desorden cuando el director ejecutivo, Martin Zielke, y el presidente, Stefan Schmittmann, anunciaron su renuncia el mes pasado en medio de las crecientes reclamaciones de los accionistas para que se reduzcan más los costes.
Hans-Joerg Vetter, quien sucedió a Schmittmann el lunes, ahora tendrá que encontrar un CEO que pueda hacer frente a las demandas conflictivas de las partes interesadas y poner al prestamista en una posición más sostenible durante la peor crisis del país desde la Segunda Guerra Mundial.
En medio de la búsqueda del director ejecutivo, Commerzbank dijo que las provisiones para préstamos incobrables podrían llegar a estar entre 1.300 millones de euros y 1.500 millones de euros este año. La empresa se encuentra entre los prestamistas más afectados por el colapso de Wirecard, que presentó una solicitud de insolvencia después de decir que 1.900 millones de euros previamente comunicados como efectivo en su balance no existían.
Ese golpe es ahora probable que empuje al Commerzbank a las pérdidas en el conjunto del año. Pero incluso antes de que recortara las perspectivas de beneficios, los analistas esperaban que el banco registrara una pérdida este ejercicio de unos 300 millones de euros.
Las revisiones de las perspectivas hacen que sea "aún más importante que reduzcamos nuestros costes para poder amortiguar cargas en el futuro", dijo la directora financiera Bettina Orlopp en un comunicado de prensa. "Estamos trabajando en esto y hemos aumentado el coste objetivo para este año".