OHL se expone a los bonistas en busca de la viabilidad de su deuda
Celebra la asamblea en la que busca la dispensa para el crédito de 140 millones avalado por el ICO y podría plantear una quita a los tenedores de bonos
El grupo de infraestructuras OHL tiene esta mañana una importante cita en el marco de la reestructuración de su deuda y la captación de una inyección de 140 millones de euros con garantía del ICO. La compañía celebra asamblea de bonistas, aplazada en dos ocasiones desde el 20 de julio. En el encuentro, la dirección de OHL busca la dispensa (waiver) de sus inversores para aumentar su deuda con el fin de hacer frente a la actual crisis del Covid-19.
OHL mantiene dos emisiones con un saldo vivo total de 592,9 millones de euros. La primera remesa de bonos, colocados en 2014 por una cifra de 400 millones, paga un 4,750% y tiene 2022 como plazo de amortización. Su saldo vivo es de 323 millones. La segunda es del año 2015, por la que OHL captó 325 millones al 5,5%; expira en 2023 y mantiene un valor nominal de 269,9 millones.
La dirección reclama a los inversores la renuncia a los derechos de amortización anticipada y la posibilidad de aportar activos en garantía del nuevo crédito firmado el pasado 30 de abril con un sindicato bancario formado por Santander, Bankia, CaixaBank, Sabadell, Crédit Agricole y Société Générale.
Los bonistas acuden a la asamblea con el derecho de la amortización anticipada de sus bonos si OHL incumple las condiciones de las emisiones. Con nuevos accionistas de referencia, los hermanos mexicanos Amodio, el grupo va a pedir un voto de confianza pese al arranque del ejercicio de nuevo en pérdidas. En la empresa se están articulando nuevos ahorros, una estrategia centrada en la recuperación del negocio concesional y en la obtención de resultados positivos en construcción.
A 31 de marzo la posición de liquidez de OHL caía un 30% respecto a diciembre de 2019, pasando de 789 millones a 550 millones. Ese menor colchón motivó la búsqueda del citado crédito de 140 millones, avalado por el ICO, y firmado con sus seis bancos de referencia.
Antes de esa operación, la deuda había pasado de una posición neta de tesorería de 55 millones, a 31 de diciembre, a una cifra negativa de 135 millones al cierre del primer triemstre. La empresa viene de amortizar los 73 millones de saldo vivo del bono emitido en 2012, cuyo vencimiento estaba establecido en el pasado mes de marzo.