S&P calcula que los activos improductivos de la banca española podrían elevarse un 10% por el Covid
Cree que el coste del crédito subirá entre 80 a 100 puntos básicos
Los analistas de S&P Global Ratings calculan que los activos improductivos (NPAs, por sus siglas en inglés) de las entidades españolas podrían elevarse cerca de un 10% en 2021 como consecuencia de la crisis económica generada por la expansión del coronavirus.
Según datos del BCE con datos del primer trimestre del año, la banca europea ha reducido sus activos tóxicos ligeramente en este periodo frente al cierre de 2019, al situarse su peso sobre el crédito en el 3,05% (3,22% en diciembre de 2019). En el caso de España, esta tasa ha pasado en tres meses del 3,23% al 3,11%. Y aunque, ha descendido ligeramente, se aleja un poco de la media europea.
Asimismo, estiman que el coste de crédito se elevará entre 80 y 100 puntos básicos tanto para este año como el siguiente, a pesar de que asumir que la crisis será de corta duración y que las medidas de apoyo de las autoridades ayudarán a contener el impacto.
En la encuesta que realiza el BCE entre la banca europea sobre previsiones del crédito, los resultados de hace dos semanas también dan como resultado un endurecimiento del crédito, con tipos al alza.
"La gran crisis económica en España afectará la calidad de los activos y agravará aún más los desafíos de rentabilidad de los bancos", asegura S&P en un comunicado, en el que recuerda que casi el 62% de los ratings concedidos a entidades españolas tiene una perspectiva negativa.
Para la firma estadounidense, el crédito al consumo y a pymes son los más vulnerables, ya que, a diferencia de lo ocurrido hace diez años, no hay signos de desequilibrios en el mercado inmobiliario y los bancos tienen "sobradamente provisionados" los activos heredados de la anterior crisis. No obstante, destaca que el sector privado está mucho menos apalancado que entonces.
Además de este impacto, S&P prevé que los ingresos netos de las entidades se reducirán en segunda parte de este año, aunque podrían comenzar a recuperarse en 2021. "El mayor riesgo lo asumen los bancos medianos y pequeños, lo que refuerza la idea de una mayor consolidación", apostilla.
Respecto al capital, los analistas confían en que se mantendrá si los dividendos continúan sin distribuirse. Asimismo, las garantías públicas permitirán minimizar el consumo de esta variable por conceder nuevos préstamos a empresas.
Por otro lado, S&P considera que el acceso a la financiación por parte del sector no es un factor preocupante. En la crisis actual, los bancos cuentan con amplia liquidez y un perfil de financiación equilibrado, pudiéndose dotar de fondos masivos a través de las subastas del Banco Central Europeo (BCE). En este sentido, aconseja no reforzar las carteras que anexionen a la banca con los gobiernos.