Paraísos playeros en las islas (casi) libres de virus
Canarias y Baleares ofrecen arenales para todos los gustos
Este año, 579 playas españolas lucen la bandera azul, una garantía de calidad sanitaria y ambiental que, unida a las medidas anti-Covid-19 (aforos limitados, distanciamiento en la arena…), constituyen uno de los mejores escenarios de ocio para burlar al maldito virus. La que sigue es una pequeña selección de arenales y calas singulares de las Islas Baleares y las Canarias, donde la pandemia ha tenido una escasa incidencia.
Paisajes casi irreales
Una piscina natural resguardada bajo un imponente arco basáltico. Justo en el valle del Golfo, en la isla de El Hierro, aparece el Charco Azul como un escenario casi irreal. Para cualquiera que busque bañarse en un paraje especial y tranquilo, este es el lugar.
La lava diseñó este rincón donde los colores turquesas, la suavidad del fondo marino y los rompientes convergen para crear un ambiente que se puede convertir en una experiencia insuperable en plena naturaleza. Una auténtica joya que no hay que perderse en esta pequeña isla canaria.
Aforos limitados, distanciamiento en la arena y banderas azules
Tranquila y naturista
Considerada por muchos como la mejor de La Gomera, la playa del Inglés está situada en el extremo suroeste del valle Gran Rey. Fue una leyenda para los hippies de los años sesenta y setenta del siglo XX. Está salpicada de rocas y enclavada entre el mar y los acantilados. Es una playa idílica, pero hay que ser prudentes en el baño porque, a veces, aquí el Atlántico bate fuerte. Dispone de una amplia zona para practicar el nudismo. Tranquilidad absoluta.
Protegidas de los alisios
Los colores ocres del paisaje y la arena dorada contrastan con el esmeralda de sus aguas en esta joya del sur de Lanzarote. Lo que hace que las playas del Papagayo sean especiales es su pureza: se trata de siete kilómetros de arenales vírgenes, protegidos de los vientos alisios y bañados por aguas tan tranquilas como cristalinas. Esta sucesión de calas se encuentran en el espacio natural protegido de Los Ajaches, un territorio de más de 3.000 hectáreas de superficie de gran importancia geológica y geomorfológica.
Lejos de la civilización
Es un lugar de ensueño que ofrece al visitante naturaleza en estado puro y la sensación de estar lejos de la civilización, en un tiempo suspendido y en una tierra prácticamente intacta, lo que convierte a Cabrera en una de los parajes más bellos del Mediterráneo. Tiene playas de arena, de piedras o de grava; rodeadas de naturaleza o de escarpados acantilados. Hay excursiones desde Mallorca y tiene solo un refugio habilitado como alojamiento en toda la isla.
Premio al final del recorrido
El Torrent de Pareis, en la isla de Mallorca, atraviesa la sierra de Tramontana que desemboca en el Mediterráneo. Es una excursión estrella para los amantes del senderismo que llegan a la isla. El recorrido es precioso y el premio se encuentra al final, cuando se llega a la desembocadura, donde se forma una pequeña cala entre dos impresionantes acantilados de más de 200 metros. Su acceso se puede hacer a pie a través de un túnel.