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Los gallegos se movilizan pese al Covid-19 para dar a Feijóo su cuarta mayoría absoluta

El PP vence las elecciones con 4º1 escaños. El BNG logra el sorpasso al PSOE pero no logra consigue una mayoría de coalición alternativa y Galicia en Común no entra en el Parlamento

El presidente de la Xunta y candidato a la reelección por el PP, Alberto Núñez Feijóo, celebra su victoria en las elecciones gallegas
El presidente de la Xunta y candidato a la reelección por el PP, Alberto Núñez Feijóo, celebra su victoria en las elecciones gallegasEuropa Press
Juande Portillo

Los gallegos se movilizaron este domingo durante las primeras elecciones autonómicas celebradas en la era del Covid-19, con una participación similar a la de 2016 pese a la pandemia del coronavirus, para dar al líder del PP y actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su cuarta mayoría absoluta. Unos comicios excepcionales que dejan también un sorpasso, el del BNG al PSOE, en el ala izquierda de un Parlamento regional en el que no entran las confluencias de Podemos, lo que dejará solo tres partidos presentes en la legislatura.

Así lo reflejan los resultados electorales de este domingo, que arrojan 41 diputados para el PP, los mismos que los ya obtenidos por la formación en los comicios gallegos anteriores, en 2016. De esta forma, los populares gobernarán con la comodidad que ofrece contar con cuatro asientos más en el Parlamento gallego de los 38 exigidos para contar con mayoría absoluta. Feijóo, en el cargo de presidente de la Xunta desde 2009, iguala de esta manera el récord de cuatro mayorías absolutas consecutivas del histórico líder del PP regional Manuel Fraga, y se consolida como el gran barón del partido.

Feijóo: "Gobernaré para todos"

“No me confundí cuando aposté por Galicia y esta noche tengo claro que esa apuesta mereció la pena”, declaraba Feijóo, al filo de la media noche, al comparecer para celebrar el resultado electoral, después de haber evitado concurrir en la batalla por suceder a Mariano Rajoy al frente del PP.

“Dije que no quería una Galicia dividida en partidos y mucho menos entre bloques irreconciliables y voy a poner todo por mi parte para evitarlo”, ha anticipado, recordando que él apuesta por la “moderación” en la izquierda y la derecha o por el diálogo entre partidos rivales.

“Me voy a comprometer a no generar problemas a Galicia y desde Galicia a mejorar la convivencia en España”, expuso. “Gobernaré para todos”, aseveró.

“Espero que ese maldito virus ese maldito virus deje de ser una amenaza para siempre en los próximos meses”, señaló Feijóo sobre el coronavirus, advirtiendo que en todo caso su azote será todavía más duro hasta entonces.

“La mascarilla nos impedía ver a la gente, hacer una movilización electoral como viene haciendo el PP de Galicia desde el principio de los tiempos”, reconoció, lamentando la excepcional situación en la que se ha desarrollado la campaña electoral.

El BNG lidera la oposición

Por su parte, la formación liderada por Ana Pontón, primera mujer al frente del BNG, logró su objetivo de superar al PSOE, obteniendo 19 escaños. Todo un hito teniendo en cuenta que partía de seis asientos en el Parlamento gallego tras las elecciones anteriores. Pontón, que logra el mejor resultado del partido superando los 18 escaños de 1997, recupera así el liderazgo de la oposición regional.

Semejante salto, sin embargo, no permite al BNG cumplir su principal aspiración: liderar una coalición de izquierdas que arrojase una mayoría alternativa suficiente como para arrebatar al PP la Xunta de Galicia.

De esta forma, el PSOE de Gonzalo Caballero queda relegado a ser la tercera fuerza parlamentaria de la región tras ver estancado el resultado que le dan las urnas gallegas. En concreto, la formación obtiene 15 escaños uno más de los que ya contaba desde hacía cuatro años.

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Finalmente, pese a que las encuestas a pie de urna les daban dos escaños, no lograron votos suficientes para entrar en el Parlamento gallego los miembros de Galicia en Común, escisión de En Marea que lidera Antonio Gómez Reino. El partido sufre un descalabro frente a los 14 escaños que obtuvieron las confluencias ligadas a Unidas Podemos en la cita electoral anterior, cuando igualaron al PSOE.

Por su parte, tanto Ciudadanos como Vox volvieron a quedarse sin representación en el Parlamento autonómico al no llegar a alcanzar ninguna de estas dos formaciones la barrera del 5% del voto exigido para entrar.

Participación

El otro gran protagonista de la jornada electoral fue, como no puede ser de otra forma en estos días, el coronavirus, del que se mantiene un brote activo en la comarca gallega de A Mariña que llevó a la Xunta a prohibir votar a centenares de vecinos. Pese a la excepcional situación en la que transcurrieron los comicios, en los que el uso de mascarilla fue obligatorio y sí estuvo permitido votar a las personas que guardan cuarentena en sus hogares por haber estado expuestos a contagiados, la participación no se resintió. A las 17.00 horas, tres antes del cierre de las urnas, habían votado ya un 42,97% de los electores, medio punto más que en 2016, mientras que los datos definitivos arrojaban una participación relativamente similar a la de aquella cita. Por poner las cifras en contexto, a las cinco de la tarde la participación se había desplomado ocho puntos en el País Vasco, la otra comunidad que celebraba comicios regionales este domingo, donde solo habían acudido a esa hora un 36% de electores, la cifra más baja desde 1994.

Este domingo estaban llamados a las urnas gallegas 2.234.140 electores en 3.952 mesas electorales, sin contar con los 463.163 inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). El 48% votó al PP, el 24% al BNG y el 19% al PSOE, mientras la abstención cayó del 46% al 41% y los votos en blanco y nulos apenas sumaron un 1% del total, cada uno.

Por provincias

Los resultados por provincias arrojan un eco similar al de la votación autonómica. En A Coruña, el PP obtuvo 14 escaños frente a los 13 de 2016; el BNG saltó de dos a siete y el PSOE retrocedió de cinco a cuatro. En Lugo, el PP subió de ocho a nueve diputados; el BNG pasó de uno a tres y el PSOE recortó de tres a dos. En Orense, los populares cosecharon ocho escaños, uno menos que en 2016; el BNG pasa de uno a tres y el PSOE se refuerza de dos a tres.

Finalmente, en Pontevedra, el PP pierde un escaño y se sitúa con 10; el BNG triplica sus dos, cosechando seis, y el PSOE se eleva de cuatro a seis escaños.

Como resultado, el Parlamento se constituirá el próximo 7 de agosto, momento desde el cuál el candidato a la presidencia tendrá 30 días para ser investido.

A Mariña: votar en los tiempos del coronavirus

Las elecciones autonómicas gallegas celebradas este domingo estaban inicialmente previstas para el 5 de abril pasado, cuando acabaron siendo canceladas ante el azote de la pandemia del coronavirus por toda España, sumida entonces en el estado de alarma. A punto ha estado el Covid-19 de impedir también la convocatoria electoral de ayer debido al brote de coronavirus registrado en la comarca de A Mariña (Lugo), donde a decenas de vecinos contagiados se les negó la posibilidad de votar. Pese a lo inédito de la sitaución, el Tribunal Supremo resolvió de urgencia el sábado mantener en marcha los comicios, si bien en esta comarca se registró una fuerte caída de la participación.

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