La banca aprovecha la lluvia de liquidez del BCE para invertir en deuda soberana
La compra de bonos se eleva tras la TLTRO de 1,3 billones de euros
La banca europea está rebosante de liquidez. En medio de una crisis económica fulminante, las entidades financieras tienen todas las facilidades posibles para dar crédito: el BCE les enchufó el pasado 18 de junio una inyección de 1,3 billones de euros a un plazo de tres años. Y lo hizo con premio. Una bonificación del 1% solo por mantener su saldo de crédito –ni siquiera a condición de aumentarlo como sí sucedió en rondas masivas de liquidez anteriores–.
La banca acudió en masa a la oferta del BCE y aprovechó para renovar en condiciones más ventajosas líneas de financiación previas con el banco central, pero también ha adquirido nueva deuda con la institución por 548.000 millones de euros. Más de medio billón de aumento neto de liquidez en el sistema que servirá para dar crédito, pero que también se está destinando a comprar deuda soberana.
La tentación es demasiado grande. La inversión de la liquidez obtenida del BCE en bonos soberanos permite obtener unos puntos básicos de rentabilidad muy valiosos en el persistente entorno de tipos cero. Adquirir un bono italiano a tres años –el plazo al que el BCE ha prestado el dinero a la banca– ofrece una rentabilidad del 0,247%. En definitiva, un regalo directo de casi 25 puntos básicos, tras invertir una liquidez que al banco no le ha costado nada obtener. “La última TLTRO tuvo condiciones muy buenas. Se podría decir que el BCE está pagando a los bancos para que tomen el dinero. Y las entidades han ido a por lo máximo que han podido. Casi dan por hecho que habrá una TLTRO IV en unos años con la que refinanciar lo recibido. Tienen esa tranquilidad”, asegura Andrés Calzado, responsable de mercados de capitales para instituciones financieras de Nomura.
El sector obtiene gratis un margen pequeño pero muy valioso
Los bancos deberán devolver esos 1,3 billones de euros al BCE al cabo de tres años, un horizonte que ante la emergencia económica actual se fía demasiado largo. El sector ni siquiera tiene interés en emitir deuda a muy bajo interés, como las cédulas hipotecarias, para financiar compras de deuda soberana con las que obtener ese margen de rentabilidad.
Ecos del pasado
Fuentes financieras confirman que el conjunto de la banca europea está volviendo a recuperar la fórmula del carry trade que tantas plusvalías generó en la anterior crisis. Así, fue una práctica habitual a partir de 2012 destinar la financiación ultrabarata del BCE a adquirir bonos soberanos –por entonces a una rentabilidad muy superior a la actual–. Esta operativa dejó un suculento margen que sirvió en su momento para apuntalar unas cuentas de resultados lastradas por el saneamiento de activos tóxicos.
La situación a día de hoy es muy distinta y la banca ha ido reduciendo su voluminosa cartera de deuda soberana, con las consiguientes plusvalías. Pero, con las manos llenas de la liquidez obtenida en unas condiciones más atractivas que nunca, los bancos están rearmando de nuevo sus carteras de bonos soberanos. “Desde el mes de abril se aprecia que las carteras de deuda soberana de los bancos están creciendo. Es un fenómeno común en toda la banca europea, aunque en la de Francia e Italia es donde más se ha notado”, explica Luis Marcelo Moro, responsable de Instituciones Financieras de MUFG Bank para Sur de Europa.
Desde Jefferies añaden que la tenencia de deuda soberana de los bancos europeos se ha incrementado en 200.000 millones de euros en los últimos tres meses. Para la firma aún es pronto para saber si “es una irregularidad que será corregida pronto o una señal de lo que está por llegar” y advierte de la posibilidad de que el sector recicle una buena parte de la TLTRO en bonos soberanos, en lugar de en crédito.
Tras la megainyección de liquidez de junio, “estamos viendo cómo los bancos compran cada vez más deuda soberana. Es una buena oportunidad de hacer carry trade y la deuda soberana no consume capital”, confirman desde Nomura. Aunque este movimiento no apunta a la intensidad de la crisis anterior. En S&P advierten que destinar la liquidez a comprar bonos soberanos podría reducir la efectividad de las medidas anticrisis del BCE. Y recuerdan que si los bancos lo hicieran de forma significativa, reforzarían de nuevo el peligroso vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano que la zona euro lleva intentando deshacer en los últimos diez años.
Efecto beneficioso en resultados
Italia y España. Incluso sin llegar a reinvertir la liquidez del BCE en bonos soberanos, la inyección TLTRO y su bonificación del 1% van a tener un efecto inmediato en la cuenta de resultados de los bancos. En Credit Suisse apuntan a que las políticas de tipos cero y compras de deuda de los bancos centrales van a mantener la presión sobre el margen de intereses de los bancos, pero reconocen también que este efecto puede quedar compensado en parte con la TLTRO. El banco suizo calcula que los bancos más beneficiados pueden ser los del sur de Europa. Unicredit solicitó 94.300 millones de euros en la TLTRO de junio y Caixabank, 40.700 millones.
Beneficio a corto plazo. En Jefferies señalan que la financiación del BCE obtenida con una bonificación del 1% puede elevar en el corto plazo en un 10% de media el beneficio de los bancos europeos. Un efecto positivo que podría amplificarse con la reinversión de esa liquidez en deuda soberana.